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Tecnología

Pude Controlar Google Glass con mi Mente

"Se trata de utilizar la mente y tratar de desarrollar una interfaz en la que tengas que pensar a través de ella."
La autora probando el MindRDR

Las interfaces cerebro-máquina han existido desde hace algún tiempo, incluso para el consumo del público, pero todavía no han alcanzado las expectativas que promete la ciencia ficción. Existen varios aparatos que permiten medir la actividad neuronal del cerebro o jugar juegos sencillos, pero el encanto real de esta tecnología de control mental reside en su propuesta de poder comunicarnos e interactuar con nuestros dispositivos de una manera tan perfecta como la telequinesis.

Esto es justamente lo que ofrece MindRDR, una nueva aplicación que utiliza los lentes Google Glass y un casco de NeuroSky EEG para ejecutar una sencilla interfaz controlada por la mente: con tan sólo concentrarse unos segundos puedes tomar una fotografía con el poder de tu mente.

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La aplicación tiene ciertas limitaciones pero todo el proceso funciona con una agradable sencillez. Tuve la posibilidad de probarla personalmente en las oficinas de This Place, la empresa responsable situada en Shoreditch. Utilizando Google Glass y un set de EEG puesto en mi cabeza comencé a concentrarme, optando por calcular mentalmente las tablas de multiplicar. A medida que mi cerebro trabajaba (que como bien sabe George Osborne, "multiplicar 7 por 8" es especialmente difícil), vi crecer una barra de progreso en la pantalla de los lentes. Tras unos cuantos segundos, cuando la barra alcanzó su tope, el dispositivo tomó una fotografía a Ben Aldred, director de This Place.

Av. Meditation: 42 Av. Attention: 47 #throughmind #throughglass http://t.co/nUJNALZtZZ pic.twitter.com/AbadJsQMvj

— MindRDR (@mind_rdr) July 9, 2014

Tras otro momento de concentración la aplicación envió la imagen a Twitter, junto con algunos datos sobre mi capacidad de concentración (resulta que soy igual de bueno para relajarme que para concentrarme).

Esta simple tarea es sólo una prueba de lo que las interfaces mentales son capaces de hacer, me explicó la directora creativa Chloe Kirton. "Se trata de utilizar la mente y tratar de desarrollar una interfaz en la que tengas que pensar a través de ella en vez de tocar y elegir para navegar."

La idea para la interfaz estuvo inspirada en las limitaciones de Google Glass, un dispositivo que sin embargo ella considera fantástico. "Una de las limitaciones que notamos fue que necesitas un muy alto nivel de destreza y movimiento para realmente ser capaz de utilizar Google Glass," dijo. "Claro, el sistema cuenta con el control de voz, pero hay momentos en que eso simplemente no funciona y tienes que utilizar tu mano para navegar, lo que obviamente significa que necesitas tu brazo completo."

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Y a pesar de todo lo que la película Minority Report podría hacerte creer, agitar tu brazo todo el tiempo es realmente agotador, esto sin mencionar la gran dificultad para las personas con movilidad limitada. De ahí surge la idea del control mental. MindRDR es básicamente una aplicación de Google Glass que junto al aparato NeuroSky (ambos comunicados a través de Bluetooth) convierte las lecturas de EEG en un valor de escala. Con esta aplicación, cuando se alcanza un cierto punto en esa escala, Google Glass toma una foto.

Ni siquiera hay que tener los dos dispositivos puestos en la misma persona. Aldred se puso los lentes Google Glass mientras que yo me quedé con el set de NeuroSky, de esta manera mis pensamientos pudieron tomar una foto de mí mismo a través de sus lentes. No estoy seguro de cuales son exactamente las aplicaciones prácticas para esto, pero creo que podría llegar a ser divertido pretender hackear telequinéticamente el dispositivo de un amigo.

Av. Meditation: 52 Av. Attention: 58 #throughmind #throughglass http://t.co/FfU3sO95mE pic.twitter.com/Kj929MgEKU

— MindRDR (@mind_rdr) July 9, 2014

Por supuesto que no es tan fácil como llegar y pensar en "tomar una foto" —tienes que poner un poco de esfuerzo para que funcione. Kirton dice que se vuelve más fácil con la práctica, sin embargo intentar usarlo mientras estas hablando o mientras estas con los ojos cerrados es muy difícil. El hombre de aspecto ansioso que probó el dispositivo frente a mi tuvo el problema contrario; su agitada energía tomó accidentalmente una foto.

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Y definitivamente tiene otros inconvenientes. Por un lado está la incomodidad —y el poco sentido estético—de vestir dos ordenadores en la cabeza al mismo tiempo. Por suerte, el lado más grande de Google Glass está opuesto al nudo principal de NeuroSky, así que con un poco de ajuste y fineza ambos se pueden posicionar detrás de las orejas. Pero en lo personal yo no querría salir al público luciendo de esa manera.

Luego están los problemas habituales que tiene Google Glass: cuando llegué para probarlo, el dispositivo estaba bajo en batería y se sobrecalentaba reiteradamente. Aldred tuvo que sostenerlo bajo el aire acondicionado antes de que el programa accediera a ser utilizado.

Cuando finalmente conseguimos echarlo a andar, todavía tenía que navegar por todo el sistema utilizando el control de voz "OK Glass" para llegar a la aplicación. De cualquier forma, este proyecto sigue siendo un interesante primer paso para los dispositivos controlados por el pensamiento y alberga muchas posibilidades.

La directora creativa del proyecto, Chloe Kirton, utilizando el dispositivo

"¿Que dónde vamos ahora? No estamos muy seguros. Estamos viendo un millón de caminos diferentes a los que podríamos ir desde aquí", dice Kirton. Si bien para todos es divertido jugar a ser Jedi, una interfaz que utiliza un motor cerebral tiene aplicaciones médicas obvias, y el equipo se encuentra en conversaciones con varias organizaciones vinculadas a personas con discapacidades físicas y trastornos cerebrales, los cuales claramente podrían beneficiarse con este tipo de tecnología. Me explicaron también que Stephen Hawking, quien posee una enfermedad que afecta las neuronas motoras, ha mostrado gran interés en su desarrollo.

A partir de hoy, la compañía ha hecho de la aplicación un programa de código abierto disponible en GitHub, ésto con la esperanza de que los próximos pasos para esta tecnología se harán más claros con personas que hagan uso de ella. Sin embargo, para poder probar el código, los usuarios tienen la necesidad de invertir en Google Glass y el set de NeuroSky.

Salí de las oficinas de This Place ansioso por ver cómo esta interfaz de pensamiento, u otras similares, podrían progresar. Tomar y compartir una foto es un lindo ejemplo, pero la verdadera prueba será la de crear un dispositivo que pueda utilizarse en todo lo que harías en un día normal, utilizando sólo los controles cerebrales. Preferiblemente con un poco menos de plástico alrededor de la frente.

Ya estamos compartiendo algunos de nuestros rasgos biológicos con nuestros dispositivos; pronto también podríamos estar compartiendo algo de nuestra neurología.