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Cómo es viajar por el mundo casi sin pagar ni un euro

Viajar en carguero es mucho más lento, pero mucho más económico que viajar en avión.

Fotos cortesía de Thor Pederson

El mes pasado, los supervillanos de United Airlines inventaron algo llamado "Clase Economy básica", una nueva forma de volar en la que las comodidades básicas como el espacio para tu equipaje de mano o los asientos de ventanilla se convierten en opciones premium que tienen un coste extra. Me da la sensación de que pronto nos obligarán a llevar unas gafas para ver anuncios durante todo el vuelo, y nos cobrarán por la opción de parpadear.

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Pero si tienes que atravesar, digamos, un océano, los aviones son la única opción, ¿no?

Pues no. También podrías probar con un barco de carga, esas embarcaciones que miden medio kilómetro y llevan cientos de contenedores gigantes que parecen  vagones de tren. Los viajes en estos barcos son una opción para los viajeros que son, eh, sumamente flexibles ante muchos inconvenientes. Por ejemplo, se tarda unas 12 horas en cruzar el océano Pacífico en avión y cerca de  dos semanas en barco. Pero el tiempo que tardas es solo el principio.

Thor Pederson quiere visitar todos los países del mundo (y ya lleva más de la mitad) sin coger un solo avión. Esto significa que los barcos son su única opción para viajar de continente a continente. Desde Kenia, me contó que los barcos de carga no son para los marineros de agua dulce y que hasta subir a bordo de uno es un proceso complicado, pero también dijo que están llenos de lujos. Lo mejor, según Pederson, es que el precio del viaje es de cero dólares.

VICE: ¿Por qué viajas en barcos de carga?
Thor Pedersen: Menos de 200 personas han viajado a todos los países del mundo, y todos han tenido que coger un avión en algún punto de su viaje. Yo llevo tres años así. He ido a 121 países y, hasta ahora, no he vuelto a casa ni he comprado un billete de avión. Cuando tengo que cruzar el Atlántico no hay forma de tomar un atajo. Mi única opción es un barco de carga.

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¿Y no son muy aburridos estos viajes?
La verdad es que no paro un minuto desde que empecé este proyecto. Siempre estoy investigando qué se necesita para obtener un visado o cruzar una frontera, o conociendo gente, hablando con miembros de la Cruz Roja o con la prensa. Mis viajes en barco son como un descanso. Puedo trabajar más o menos tres o cuatro días sin internet y después ya no puedo avanzar más. Avanzo todo lo que puedo y luego me quedo totalmente incomunicado.

¿Y entonces qué haces?
Desalinizan el agua de mar para obtener agua dulce y el motor está increíblemente caliente. Como el agua pasa por el motor, siempre hay agua caliente gratis. Por tanto, cuando estás en estos barcos, te puedes pasar dos o tres horas bajo la ducha sin sentirte culpable por el medio ambiente. Puedes dormir o leer un libro. Paso mucho tiempo en el puente de mando porque ahí te enteras de todo. Es donde llega toda la información.

¿Tienen algún tipo de lujos?
En el último en el que estuve había sauna y una piscina cubierta. A veces hay WiFi. En uno vi la aurora boreal, y también he visto ballenas y delfines. A veces es increíble. Pero normalmente solo ves agua.

¿No te da miedo?
Una vez, el barco tomó una ruta por el norte del Atlántico y nos tocaron aguas muy turbulentas en un viaje que supuestamente duraba ocho días. Estaba casi seguro de que iba a morir. El barco se movía mucho y las olas chocaban contra los contenedores; tuvieron que desacelerar a cuatro nudos. Si no te agarrabas fuerte, podías salir volando. Les pregunté, "¿Esto es normal?" y se partieron de risa. Me miraron y me dijeron, "Esto no es nada". Y me calmé. "Vale, no es nada. Tengo que superarlo". Y estuve cuatro días así.

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¿Y puedes dormir cuando el mar está agitado?
Estás en tu camarote e intentas dormir pero es casi imposible. Sales rodando de la cama. Si hay sillas, se caen todo el tiempo. Para comer, tienes que sostener la mesa con una mano, el plato con la otra y hacer lo posible para no caerte de la silla. Es difícil comer porque todo se cae.

Pederson preparando una vacuna de refuerzo en una travesía entre Islandia y Canadá

¿Cómo logras subirte en uno de estos barcos?
Es difícil viajar en un barco de carga. Hay unas pocas líneas de cargueros que ofrecen camarotes. Puedes entrar a la página web de una agencia de viajes de cargueros o llamarlos y comprar el billete. Pero yo nunca he hecho eso. Los barcos de carga no tienen ningún incentivo para tener pasajeros a menos que puedan sacar provecho de eso. Ya han pasado los tiempos en los que te podías subir y trabajar. Eres una carga para el barco, y no tienen por qué dejarte subir. La mayoría de puertos tienen un nivel de seguridad tan alto que ni siquiera puedes acceder a los barcos. La vida en estos barcos se resume en cuatro cosas: trabajar, comer, dormir y divertirse. Los pasajeros interrumpen esa rutina.

¿Por qué tu caso es diferente?
Viajo como embajador de la Cruz Roja [danesa], y a veces eso abre algunas puertas, especialmente con los capitanes y los oficiales de a bordo. Ellos entienden estas cosas. Llevan 40 años navegando. Tienen sus propias historias. Simplemente tienen curiosidad por ver a ese loco que está viajando por el mundo sin coger aviones. Por eso me tratan como si fuera de la realeza. Igual que al capitán.

¿Cuánto cuesta?
Una vez tuve que pagar 5 dólares diarios por mi cabina y la comida, y una tarifa única de 60 dólares por el seguro. Y querían que escribiera un artículo de lo maravilloso que es viajar en un barco de carga.

¿Has pagado por los otros?
Todos los demás han sido gratis.

Al final de tu viaje vas a tener que visitar muchísimas islas del Pacífico. ¿Vas a probar algo diferente para viajar?
Estoy seguro de que no voy a viajar en yate ni nada por el estilo. Todas las islas [del Pacífico] reciben productos en contenedores en algún punto. Pero es probable que no lleguen barcos todos los días, así que no sé… A veces llegan y descargan inmediatamente. Luego suben los contenedores vacíos y se van. Mi regla es estar mínimo 24 horas en cada país. Pero si hacen todo eso en ocho o catorce horas y se van, no me va a quedar de otra. Voy a tener que esperar un mes para que llegue el próximo barco.

Sigue a Pederson en su viaje y en su página .