Superando la adversidad: Haití en Copa América Centenario

El deporte ha sido entendido en Haití como una catapulta social. La selección de futbol se miró bajo el cristal de la superación después del terremoto de 2010 que tuvo un saldo de 300 mil muertes, y la tragedia funcionó como un catalizador. La vida les enseñó que bajo los escombros también se encontraba la motivación.

A partir de aquel funesto trance se desmoronaron las estructuras y los edificios, pero crecieron los anhelos del país. Los futbolistas haitianos compensaron las carencias económicas —es el país más pobre de América— y condensaron los sueños con la materialización de realidades como su primera participación en una Copa América.

"Después del terremoto algo muy fuerte pasó dentro de los jugadores, una reacción positiva a la tragedia. Entendimos que no jugábamos sólo para nosotros, pero no porque antes no pasara sino porque ahora tenemos la manera concreta de conseguir dinero para el país", relata Jean-Marc Alexandre, mediocampista del equipo.

El día de la tragedia que sufrió el país, la Federación Haitiana de Futbol perdió al menos a treinta de sus integrantes, pero después de casi seis años, la Selección se encaminó a su primera participación en el torneo continental más importante.

Haití eliminó a Trinidad y Tobago en el Repechaje. Lo venció 1-0 y así avanzó a la Copa América Centenario, donde comparte el grupo con Perú, Ecuador y el Pentacampeón del mundo Brasil. Con su participación se confirma que el futbol no entiende de clases sociales.

El jugador Wilde Donald Guerrier se lo gritaba al mundo cuando en Miami le hizo un gol a la selección más poderosa del planeta. Haití jugó contra España ante 37 mil aficionados y hasta ese momento nunca antes perder por 2-1 había sido algo tan victorioso.

"Yo no soy un extraterrestre, soy humano y mi trabajo es meter el gol si me llega el balón. En la cancha todos somos iguales", explicaba Guerrier en una genuina manifestación de autoestima, sin prendas. "Un día antes estaba angustiado. No quería que los jugadores ni los técnicos llegaran a la rueda de prensa ni al reconocimiento de terreno sin camisa".

"Tienen que estar igual que España. Haití empieza una nueva era en la que no les va a hacer falta lo básico. No son menos que nadie", afirmaba el agente Miguel Trujillo. "Uno de los primeros ejemplos sobre cómo ayudar a su país ocurrió pocos días después del terremoto. El equipo viajó a Alemania para jugar un partido cuyas ganancias se donaron al gobierno haitiano".

Y es que Haití encontró en la pelota una causa.

En esta Copa América Centenario, pongamos por caso, el valor sumado de todas las selecciones participantes arroja una cifra de 2,133.7 millones de dólares; el valor de los 368 futbolistas participantes equivale a toda la Mayor League Soccer (MLS).

Haití sólo resta el promedio con el valor total de su plantilla, resumida en 12 millones de dólares, aproximadamente, según Transfermarkt. Argentina, en contraste, está tazada en 582,3 millones de dólares.

Actualmente, los caribeños ocupan el lugar 74 en el ranking de FIFA; su mejor puesto ha sido el 38 y el peor el 155 y hace años alcanzaron la cima consiguiendo la victoria en la Pero la pelota rueda para cualquier parte, y últimamente lo ha hecho a su favor: En la pasada Copa de Oro avanzaron a Cuartos de Final y han aprendido a competir en toda América.

A través de la historia se recuerda que fue la segunda selección del Caribe en ir a una Copa del Mundo —la primera fue Cuba en 1938—. En Alemania 1974, México fue eliminado en Puerto Príncipe y Haití representaría a Concacaf en la Copa del Mundo, lo que resultaba un triunfo para un país con liga amateur desde 1937.

Pasados los años, en esta Copa América Centenario, fue vapuleado 7-1 por Brasil, pero aunque Haití pierda todos sus partidos, desde 2010 ganó gracias a su espíritu.