Los Bulls de Chicago no saben lo que hacen

Ningún equipo en problemas con un mercado tan grande —sí, incluyendo los Knicks— está tan atado de manos por una directiva sin rumbo como los Bulls de Chicago.

Es la primera impresión que tenemos de una confusa y relajada caminata de 40 minutos en la maleza entre John Paxson y Gar Forman, vicepresidente ejecutivo y gerente general de los Bulls, respectivamente; ambos facultados para tomar decisiones pero ninguno con la competencia para hacerlo bien.

The Gar and Pax Show is about to begin. — Nick Friedell (@NickFriedell)May 3, 2017

El show de Gar y Pax está a punto de arrancar

Durante la conferencia de prensa de ayer, el dúo cuestionó el liderazgo de Fred Hoiberg después de decir que permanecería como entrenador en jefe; un gran voto de confianza… Después hablaron de Rondo como si su regreso fuese a marcar una diferencia. En poco tiempo, los Bulls tendrán algo de flexibilidad en el tope salarial —tal vez en el verano pero algo seguro después de julio, asumiendo que Dwyane Wade rescinda de su contrato—; una razón más para ser optimistas. ¿Pero por qué confiarles la reestructuración del plantel por medio de la agencia libre?

Todas y cada una de las decisiones que esta franquicia ha tomado desde la última temporada muerta han rayado, en términos de basquetbol, en lo absurdo. El jugador estrella de la franquicia es Jimmy Butler, quien se convirtió en uno de los mejores 15 jugadores esta temporada a pesar de que estuvo acompañado de la extraña incorporación de Rondo y Wade.

Las opciones de los Bulls con Rondo para esta temporada muerta son darle el balón o rodearlo con creadores de juego secundarios capaces de abrir la cancha, ejecutar esquemas pick-and-roll y rebotes. O pueden sacarle dinero. A la gran mayoría de los equipos de la liga les encantaría tener a Butler, y ya que le restan dos años en su contrato las ofertas del mercado podrían ser sustanciosas.

Si los Bulls deciden dejar a Butler, el rumbo es claro: ¡Rearmar el plantel! No sería divertido, pero proveería algo de esperanza. Si se hace bien, los cosas no tendrían por qué salir mal por un buen rato. (Los Celtics de Boston ganaron 25 partidos en 2014, y están a dos victorias de meterse a las Finales de la Conferencia Este).

Si se quedan con Butler una temporada más y fracasan con las incorporaciones a su alrededor, más le valdría a Chicago prepararse para la catástrofe. La directiva quiere a Rondo de vuelta, y existe una gran posibilidad que Wade se incline por sus 23.8 millones. Rondo cumplirá 32 años en febrero. Wade ya tiene 35. Ninguno de los dos sabe tirar.

Este trío no puede ser exitoso en la NBA moderna, y además estancaría el progreso de sus jugadores jóvenes. Cam Payne, Denzel Valentine, Bobby Portis, y quien sea que sumen al plantel con otra selección a mitad de la primera ronda este año en el draft, no podrán elevar el nivel de Chicago. La siguiente temporada será otro desperdicio para el auge de Butler. Disminuirá su valor en el mercado y los Bulls seguirán nadando en la mediocridad a la que están cómodamente acostumbrados.

Es una triste situación pero nada sorpresiva. La directiva de los Bulls no tiene un camino fácil para llegar al éxito, pero algunas decisiones son mejores que otras. En lugar de salir de su mediocridad pareciera como si el equipo disfrutara estar ahí. Esta pobre franquicia merece mucho más.