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Música

En Medellín, Ara Máxima cerró sus puertas

La bodega en Itagüí que evocaba las legendarias bodegas de Detroit, y que albergó a artistas como Shifted y Marcel Dettmann, dijo adiós tras casi un año de buena música y curaduría.

Siempre será triste ver cerrar lugares que le apuestan ciegamente a fortalecer la escena electrónica nacional. En el caso de Medellín, Ara Máxima (o Arena, como se llamó inicialmente) fue uno de esos sitios que desde un principio creyó en aportarle a la escena local, trayendo propuestas nuevas y que seguramente muy pocos se hubieran imaginado escuchar en la ciudad, juntando también artistas de la casa, los cuales han consolidad un público fiel con el pasar de los años.

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La familia de MedellínStyle fue la encargada de cimentar este proyecto, sueño que se volvió tangible desde diciembre del pasado año, y que en casi un año, acogió a grandes artistas de la talla de Shxcxchcxsh, Marcel Fengler, Shifted, Zadig, Sterac, Marcel Dettmann y hasta Robert Hood cuando le prestaron la casa a otros colectivos para hacer sus fiestas.

"Ara viene del verbo 'arar'. Es el tributo máximo al esfuerzo y a la materia, y cada peso que entró, lo invertimos en el mismo proyecto. No fuimos ni emisores ni receptores, fuimos transmisores. No sé cómo hicimos para sostener ese viaje tan grande, teniendo en cuenta que todo fue por el trabajo de MS, pues no hubo patrocinadores, dineros del estado, o vínculos con 'inversionistas' ajenos a la música electrónica. Fue un espacio enorme, en donde le dimos momentos increíbles a la escena colombiana con mucho contenido de altísima calidad, dándole también la posibilidad a otros promotores de hacer sus fiestas hasta las 6 a.m", nos explicó José Luis Posada, gestor detrás de Ara Máxima y cabeza de MedellinStyle.

Como siempre, en THUMP respaldamos cualquier tipo de iniciativa que fomente el crecimiento y desarrollo de la escena en Colombia, y de paso invitamos a valorar más esos espacios que se la juegan cada semana por brindarnos la música que tan poca cabida tiene en el diario vivir de este colorido ámbito musical. Buen viento y buena mar para la futura evolución de Ara Máxima, y que la música nos vuelva a reencontrar.

Foto: Julián Gallo.

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