Rave se ha convertido en una palabra de moda, en serio, ya todos se van "de rave": tu sobrino quinceañero, tu tía la chava-ruca, y todos los Godínez de tu trabajo. Vivimos en una época confusa, donde la música electrónica tiene un lugar cada vez más ambiguo e inexacto, cualquier rola que tenga un punchis-punchis ya es considerada "un himno". Es por eso que el #ravemondstock necesitaba llegar a la ciudad, para darnos una perspectiva clara de cómo vivir un encuentro de estos en su estado más puro. ¿Qué se necesita? Un bar punk, luces, rayos láser, estrobo, bocinas, y muchos chavos raros tocando música para locos.
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El talento se dividió en dos escenarios - uno que podría haber sido considerado como el principal, que estuvo conformado por actos en vivo en su totalidad, acompañado de un pequeño DJ set a cargo de Dëlator para ir levantando los ánimos, seguida por Geistech, quien presentó un set completamente analógico lleno de techno, que fue precedido por AAAA quien está recién llegadito de su gira por Alemania, y al parecer bastante revolucionado también porque tocó de una forma más agresiva de lo normal. La noche sin lugar a duda fue de Ritualz quien luego de un hiato de 2 años lejos de los escenarios volvió con un show que desquició a la chaviza, donde hubo desde un cover de NIN ¡hasta un mosh pit! Para aterrizar, Rezzie hizo lo propio entregándonos una sesión melancólica que reacomodó las ideas de todos los involucrados.
El sótano contó con un circuito continuo de DJs con ritmos que iban desde bailar pegao' con Jackie'Lo hasta el hardcore de Climber, concluyendo con cerca de 4 horas de techno y house a cargo de White Visitation y Dance Your Name All Stars. El reventón concluyó hasta altas horas de la madrugada con varias personas en shock, afortunadamente hubo saldo blanco y lo único que murió fueron las neuronas de algunos asistentes. #ravemondstock sigue en pie, y pronto habrá más noticias al respecto. Que siga el #CotorreoExtremo
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