Cuando desglosas la masturbación en sus elementos básicos —privacidad, algo de inspiración, un poco de trabajo manual y con suerte una limpieza rápida—, obviamente no hay nada de lo que avergonzarse. Pero para los adolescentes que todavía están descubriendo este arte, cada intento genera una posibilidad de hacer el más absoluto ridículo o incluso de acabar haciéndose daño.Por el bien de la comunidad, VICE pidió a varios onanistas declarados que compartieran sus anécdotas sobre masturbación más embarazosas. Porque, te consideres o no un experto en darle al manubrio, tocar la zambomba o el eufemismo que prefieras, probablemente en tus inicios tú tampoco fueras un profesional de la masturbación.
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Johnny, 24
Él también aceleró, manteniendo el ritmo, y al final me vio, porque lo siguiente que supe fue que empezó a dar bocinazos. Después de eso, me lo guardé [el pene] en su sitio y me entró la risa. Pero no había acabado, así que cuando el camión desapareció, me lo saqué otra vez e intenté proseguir, pero no pude acabar. Y eso fue lo peor de todo: tenía los huevos a punto de estallar. Lo bueno fue que conseguí llegar vivo a Edmonton, así que tampoco fue tan grave [ Risas].Mi amiga y yo, cuando teníamos quizá 13 o 14 años, solíamos preparar fiestas para masturbarnos. No con un montón de gente ni nada; solo éramos nosotras y nos contábamos la una a la otra fantasías elaboradas y exageradas, y después, bueno, hacíamos lo nuestro. Nos gustaba mucho el teatro, así que una de nuestras fantasías favoritas era una en la que el Fantasma de la ópera bajaba desde las almenas del castillo y nos proponía sexo (¡del modo más dulce posible!). Y después, por supuesto, se arrancaba la máscara y tenía la cara del chico que nos gustara en ese momento.Bueno, pues una vez estábamos en una de nuestras "fiestas" después de ver Orgullo y prejuicio, y estábamos completamente locas por Mr. Darcy. ¿Cómo no estarlo? Y así, en la habitación de mi amiga, nos empezamos a tocar. Debería decir también que sus padres son muy religiosos, algo exagerado. Ese día su madre volvió pronto del trabajo, y de repente estaba justo en la puerta, a punto de entrar. En cuanto llegó saltamos de la cama, pero era obvio lo que habíamos estado haciendo porque las dos estábamos sudando. No nos habíamos quitado la ropa, gracias a Dios, pero bueno. Sabíamos que lo sabía, pero obviamente no era algo de lo que quisiéramos hablar, porque su familia ve el sexo con muy malos ojos.
Kendra, 28
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Ese incidente no nos impidió continuar nuestras fiestas. Quiero decir, me he estado masturbando desde que era pequña. Solía follarme los muebles y todo. Es algo que simplemente he necesitado siempre.Cuando tenía 10 o 11 años, mi hermano mayor se trajo un montón de amigos a dormir a casa. Supongo que a esa edad la gente comienza a hablar sobre temas de sexo, hace bromas sexuales y cosas así, así que me escondí en las esquinas de la habitación cuando les oí hablando sobre masturbarse. Uno de ellos dijo algo así como, "Ah, ¿te masturbarás después?", e hizo el gesto de masturbarse, con el puño cerrado delante de la entrepierna. No sabía cómo masturbarme, así que vi el gesto y pensé, ¡Vaya, es así cómo se hace!Esa noche me fui a la cama; no se me ponía dura porque tenía 10 años y a esa edad no se te empalma mucho, pero aun así cerré el puño y empecé a darme golpes en el pene flácido con el puño cerrado. La masturbación me pareció algo muy doloroso, así que pasé de masturbarme durante dos años. Pensé, Esto no es para mí.
Dom, 25
Margaret, 24
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