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Bruce Lee vs. Wong Jack Man: Realidad, ficción y el Nacimiento del Dragón II

El combate de Bruce Lee contra Wong Jack Man fue un momento crucial para las artes marciales que continúa lleno de mitos. Aquí la segunda parte de esta historia.
Lau Bun (el segundo desde la derecha usando lentes) de pie con miembros del Hop Sing Tong y del Lion Dance squad en Marysville, California, durante las celebraciones del Año Nuevo Chino en 1961. El colega angelino de Lau Bun y notable maestro de kung fu, Ark Wong (segundo desde la derecha en la fila superior) eventualmente daría una entrevista formal a Black Belt Magazine en 1065 hablando sobre su disposición para entrenar a cualquier estudiante, sin importar su nacionalidad. Fotografía cortesía de Universidad de Berkeley.

Esta es la segunda parte del artículo que nos presenta la realidad del combate entre Bruce Lee y Wong Jack Man. Aquí puedes leer la primera parte.

La lógica que se le ha dado al combate entre Bruce Lee y Wong Jack Man indica que los jefes de Chinatown se oponían a que Bruce enseñara kung fu a estudiantes que no fuesen chinos, y mandó a Wong Jack Man a Oakland para hacer que su ley se cumpliera a puños. A esta teoría, que fue adoptada en Dragon The Bruce Lee Story, siempre le han faltado detalles sobre cómo exactamente se oponían. Si alguien de Chinatown se opondría probablemente sería Lau Bun o TY Wong, sin embargo, hay poca evidencia para demostrarlo, aunque los desarrollos de ese entonces demostraron ser contrarios a esta perspectiva.

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Cuando le preguntaron sobre si Chinatown buscaba regañar a Bruce por instruir alumnos extranjeros, Al Novak —un enorme veterano de la Segunda Guerra Mundial y amigo cercano de James Lee— descartó la idea, "Creo que en gran parte eso es un invento". Novak lo sabría ya que en 1960 era un estudiante blanco que entrenaba con TY Wong en Kin Mon en Chinatown. Un par de años después TY instruyó a Noel O'Brien, un adolescente irlandés. En Hung Sing Lau Bun estaba entrenando a un hawaiano llamado Clifford Kamaga, y no mostraba oposición con las enseñanzas de Bing Chan, que entrenaba estudiantes de todas nacionalidades en su escuela, a pocas cuadras de distancia del barrio chino.

Las primeras clases de Bruce Lee, particularmente las que impartió en Seattle, fueron revolucionarias por su diversidad, tanto a nivel de género como de nacionalidad. Las artes marciales chinas habían defendido durante décadas una formación exclusiva para chinos y a Bruce Lee se le criticó en varios momentos. En realidad, a principios de 1965 (muy poco después del combate entre Lee y Wong Jack Man), Ark Wong, un respetado maestro de kung fu de Los Ángeles fue portada de Black Belt Magazine. Wong fue entrevistado y proclamaba que estaba abierto a entrenar a cualquier estudiante que deseara aprender con él.

Así que por notorio que fuese el código de exclusión, los expertos en artes marciales de San Francisco, entre ellos varios colegas de Bruce Lee —siempre se mostraron escépticos con que tal razón hubiese sido el detonante de la pelea. "Nunca tuvo nada que ver con eso", asegura Leo Fong, un versátil y veterano experto en artes marciales, que conocía bien el contexto. "En realidad el principal motivo fue la personalidad de Bruce".

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El disidente

Hacia principios de 1964, redobló su criticismo sobre los estilos y las técnicas "inefectivas" del kung fu clásico y empezó a impartir clases llenas de demostraciones que cuestionaban implacablemente a los "nadadores de tierra" que practicaban "el desastre clásico". Por contraste, Lee defendía que la suya era una aproximación "científica a la pelea callejera", y empezó a diseccionar otros estilos para demostrar hasta qué punto resultaban inútiles para las peleas callejeras. Uno de los estilos que le gustaba practicar para demostrar su inefectividad era el Shaolin del norte.

Así lo hizo en la jornada inaugural del torneo de artes marciales de Long Beach organizado por Ed Parker en agosto de 1965. Lee ofreció una demoledora clase magistral en la que despreció muchas técnicas vigentes en el kung fu, como la postura de caballo. "Se plantó allí en medio y empezó a criticar a la gente", recuerda el competidor Barney Scollan, que entonces tenía 18 años. Por mucho que la demostración de Bruce Lee en Long Beach ha sido tradicionalmente recordada en términos brillantes, muchos de los asistentes denunciaron la naturaleza polarizada de su demostración. La mitad de los presentes le tomaron por un arrogante y condescendiente. El veterano profesor de kung fu Clarence Lee recuerda que, "Después de su actuación en Long Beach tenía una fila de gente dispuesta a pelear contra él".

Unas semanas después, frente al público que abarrotaba el teatro Sun Sing, en el corazón de Chinatown, en San Francisco, Bruce llevó a cabo una demostración parecida. De hecho, allí se permitió criticar a Lau Bun y TY Wong declarando que eran "dos viejos tigres desdentados". Fue un insulto considerable, especialmente por salir de la boca de un joven irreverente, que parecía dispuesto a humillar a dos de las figuras más respetadas de la comunidad marcial de San Francisco.

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Así que, llegados a este punto, el enfrentamiento, más que sorprendente, era inevitable, especialmente considerando que Bruce ya había sido desafiado a batirse en duelo algunos años atrás en Seattle por provocaciones mucho más suaves cuando Yoichi Nakachi, cinturón negro afincado en Seattle, se molestó por las opiniones de Lee. El joven Nakachi desafió a Lee durante semanas. Finalmente ambos se enfrentaron y Lee destrozó a su adversario, a quien infligió una fractura de cráneo después de una demoledora serie de puñetazos precisos y una patada que le dejó noqueado a los once segundos de iniciar el combate. Curiosamente, aquel incidente también sigue siendo despreciado por su aparente poco significado, cuando en realidad debería ser caso de estudio.

"Obligado a pelear"

Una de las preguntas recurrentes que sigue sin ser respondida es, ¿por qué Wong Jack Man terminó siendo su rival? De todos los que pretendían enfrentarlo, ¿por qué él decidiría enfrentar a un recién llegado como Bruce que ni conocía?

Existen dos principales teorías al respecto. La primera explica que Wong Jack Man buscaba publicidad porque por aquel entonces se disponía a abrir su propia escuela de artes marciales en Chinatown. El experto en Tai Chi David Chin asegura que eso es exactamente lo que dijo Wong cuando suscribió su solicitud de duelo con Bruce Lee. Sin embargo, una teoría más popular, que defienden muchas fuentes locales, asegura que Wong Jack Man fue víctima de un engaño. Se aprovecharon de que era un recién llegado para meterle en una pelea en la que no supiera lo que estaba en juego.

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Pero, ¿quiénes eran los cinco acompañantes que se subieron al Pontiac para acompañar a Wong Jack Man hasta Oakland? En el asiento delantero iban David Chin y Chan "Bald Head" Keung, dos expertos en artes marciales que eran habituales del Gee Yau Seah (The Soft Arts Academy), un tipo de club de Tai Chi que fue fundado en Chinatown a principios de 1930. En el asiento trasero, viajaban un trío de alborotadores, que no tenían un vínculo estrecho con la escena de las artes marciales del barrio: Ronald "Ya Ya" Wu, Martin Wong y Raymond Fong. Como Wong Jack Man contaría después, el trío sólo asistió para disfrutar del espectáculo.

Ninguno de los pasajeros eran estudiantes de Kin Mon ni de Hung Sing, las escuelas de TY Wong y Lau Bun respectivamente, sino que solo conocían el Ghee Yau Seah. De hecho, Sam Louie, uno de los estudiantes avanzados de Lau Bun, se acuerda de cómo sus compañeros de escuela reprendieron al trío de alborotadores el día antes de que decidieran a ir a visitar a Bruce Lee debido a que iba en contra del código de conducta de Lau Bun y así se lo hicimos saber. "Les dijimos: 'esto no tiene nada que ver con nuestra escuela'. Y les explicamos que 'No está bien que se metan en el dojo de alguien más. No importa si ganas o pierdes… no está bien'", recuerda Chin.

Bruce solo contaría con dos testigos de la pelea en Oakland: su esposa, Linda Lee, (que tenía ocho meses de embarazo) y su íntimo amigo y padrino James Lee (que había dejado una pistola cargada por si las cosas se salían de control). Así que había nueve personas en aquella habitación, de las que sólo sobreviven tres a la fecha. Y, salvo un par de raras excepciones, Wong Jack Man apenas se ha manifestado jamás al respecto. Por su parte, Linda Lee y David Chin, que estaban en bandos diferentes, comparten un recuerdo parecido: el combate fue rápido y furioso y se desplegó salvajemente por toda la habitación. El intercambio fue crudo y poco cinemático. Después de conectar un golpe inicial contra la sien de Wong, Bruce batalló para arrinconar decisivamente a su elusivo rival. Le había sucedido lo mismo en Seattle unos años atrás, después no tardaría en faltarle el aire y jadeaba y respiraba con dificultad.

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Sin embargo no dejó de atracar, y su incesante ofensiva provocó que Wong se tropezara debido a un mal paso y quedara tendido en el suelo en una posición insostenible donde Lee se le aproximó y le gritó en cantonés una y otra vez: "¿te rindes? ¿te rindes?", mientras no dejaba de golpearlo. Tras haberse tropezado a Wong no le quedó otra más que rendirse. "Entonces se rindió y detuvimos el combate", recuerda David Chin. "Aquello no duró más que siete minutos".

Y como sucede con cualquier pelea de patio de colegio, la exageración de aquel combate no tardaría en asumir cumbres desproporcionadas. Algunos contaban que Bruce había estampado la cabeza de Wong contra una pared; mientras que otros aseguraban que Wong tenía a Bruce inmovilizado por la cabeza cuando llegó la policía. Pero tal vez la más absurda de todas las exageraciones, que se ha convertido ahora en una de las tretas promocionales de Birth of the Dragon, es la que cuenta que el combate duró 20 minutos, algo que no nada más desmienten los testigos, sino que es contrario a la naturaleza de cualquier pelea callejera.

Tras la pelea, se desató una guerra en la prensa china publicada en Estados Unidos. En el interior de sus páginas, Bruce y Wong negaban tanto haber iniciado como haber perdido la pelea. Al poco tiempo, la mitología urbana que rodeó a aquel encuentro aseguraría que Wong había solicitado un combate de revancha en uno de los artículos. Sin embargo, las palabras exactas, como siempre, fueron distorsionadas. "Wong asegura que, en el futuro, no volverá a discutir sobre el caso en ningún periódico y que lo hacen pelear de nuevo, lo hará de manera pública para que todo el mundo lo vea con sus propios ojos'". Si bien, no se trata de una declaración textual de Wong, la manera de expresarlo es, cuando menos, curiosa —"obligado a pelear"— lo que sugiere que es posible que Wong se encontrara con aquel combate sin saberlo.

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Sobre lo que sí parece existir un consenso es sobre la victoria de Lee —a años luz de su fulminante victoria en once segundos sobre Yoichi en Seattle— y sobre que aquel combate iba a determinar el futuro entendimiento de Lee del kung fu. Para un experto en artes marciales que llevaba todo el año proclamando a los cuatro vientos la efectividad de su técnica ante la inferioridad de las demás, el combate con Wong Jack Man fue toda una cura de humildad. Entonces, tanto su técnica como su resistencia estuvieron cerca de ser cuestionadas.

Fue el momento perfecto para que Lee empezara a concebir su nuevo sistema de combate, el Jeet Kune Do. Para entonces, el joven superdotado llevaba tiempo sintetizando muchas de las influencias que había conocido en los últimos años —desde la sabiduría de James Lee como peleador callejero, a la creatividad innovadora de Wally Jay— hasta formar un sistema integrado concebido de manera personalizada para un individuo. En su creación del Jeet Kune Do, Bruce Lee incorporó elementos del Wing Chun, del esgrima y hasta del boxeo estadounidense, hasta completar un sistema ecléctico y minimalista, apuntalado sobre toda una ideología filosófica.

Una de las libertades más ofensivas que se verán en la nueva película de Hollywood, consiste en ver al personaje de Wong Jack Man explicándole los principios nucleares del Jeet Kune Do al personaje de Bruce Lee, como si no hubiera sido la pelea lo que impactara a Bruce, sino la sabiduría de Wong.

+ + +

Hoy, cuando Bruce Lee es citado como el "padrino de las artes marciales mixtas", no debería de ser solo por su capacidad para mezclar estilos distintos (después de todo otros lo hicieron de manera memorable antes que él), sino por su énfasis en la efectividad de la técnica, y por la constante evolución que le requirió mantenerla. Esto es lo que se va perdiendo en los debates sobre la pelea contra Wong Jack Man.

Pese a todo, una de las posdatas (y las hay a patadas) de aquel combate, pertenece a David Chin, uno de los pasajeros de aquel Pontiac. Por mucho que aquella noche Chin viajara en compañía de los rivales de Lee, él no duda en decir que: "Las cosas que decía Bruce Lee en aquella época eran verdades como puños. Yo, en la época, me enfrenté a él y le llevé la contraria, pero tenía razón".

Charles Russo es un periodista de San Francisco. Este artículo contiene información de su libro, Striking Distance: Bruce Lee and the Dawn of Martial Arts in America.