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River Plate: ¿por qué 'Gallinas'?

¿De dónde nace el apodo de 'Gallinas'? La historia se escribió en Chile gracias a un equipo uruguayo, y luego, Banfield lo cristalizó en la Argentina.
Imagen vía La Redó.com

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Muchas son las historias que se han tejido en torno al verdadero origen del apodo de River Plate, que tantas veces ha sido usado como ofensa por parte de los equipos rivales. Sin embargo, con el tiempo y buscándole una salida a la burla, los hinchas 'Millonarios' aceptaron el apodo de 'Gallinas' bajo la consigna de que, bueno, ponen huevos.

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Que la mayoría de las gallinas son blancas con partes rojas y que ponen huevos es bien conocido —igual que el hecho de que son cobardes, miedosas y pusilánimes ante situaciones de peligro o amenaza. Sin embargo, la conjugación de las dos hizo que hace 59 años, cuando River Plate perdió la final de la Libertadores, los aficionados de otros equipos argentinos se burlaran del fracaso 'Millonario' instalándoles el sobrenombre de 'Gallinas'.

Corría el año 1966. Finalísima de la Copa Libertadores entre River Plate y Peñarol. En el partido de ida los uruguayos habían ganado por 2 a 0 en el Centenario ante unos 49.000 espectadores con goles de Abbadie y Joya; en la vuelta, los argentinos ganaron por 3 a 2 en el Monumental ante unos 60.000 hinchas que sufrieron el reñido partido. Como en aquella época no existía la diferencia de gol para definir partidos, la definición de la Copa se trasladó a un tercer partido en un campo neutral.

La cancha que se escogió fue el Estadio Nacional de Santiago de Chile. Unos 39.000 espectadores fueron testigos de una de las mayores vergüenzas que ha vivido el equipo de Núñez.

Con goles de Onega y Solari, los 'Millonarios' ganaban cómodamente el partido, pero sin embargo, gracias a varios errores defensivos y a la desconcentración, los uruguayos sacaron su garra y lograron empatar el encuentro a pocos minutos del final. En el tiempo extra, los goles de Spencer y Rocha le dieron la vuelta al resultado. Los aurinegros ganaron 4 a 2 y se llevaron el título de la copa Libertadores de América a Montevideo.

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De regreso a Buenos Aires, River se enfrentó al Club Atlético Banfield en la liga argentina. En son de burla, los hinchas del 'Taladro' tiraron gallinas muertas al terreno de juego… y tal vez sin querer queriendo, partieron en dos la historia del equipo de la banda cruzada: a partir de ese día se les llamó 'gallinas', por haber perdido un título que ya casi estaba asegurado.

Por si fuera poco, varios han sido los episodios que han dejado mal parado al equipo 'Millonario'. No sólo ha perdido varias finales internacionales, o partidos ante rivales de mucha menor entidad, sino que también sufrió la mayor humillación imaginable: el descenso a la segunda división del fútbol argentino en 2011.

Los hinchas de Boca, su más acérrimo enemigo y opositor, reparten su tiempo entre apoyar a su equipo y 'gastar' (terminó argentino para 'molestar') a las gallinas. "Del descenso no se Buelbe"; "RiBer"; "Yo te Bi en la B" y cosas por el estilo suelen estar a la orden del día cuando de recordar el descenso se trata.

Hoy por hoy, ad portas de un nuevo título internacional, nada más y nada menos que una Copa Libertadores que no gana desde hace 19 años, el equipo del norte de Buenos Aires no solo deberá luchar contra un aguerrido equipo mexicano, los Tigres UANL… sino también contra una historia que le pesa como si de una losa se tratara.

De las cuatro finales de Libertadores que ha disputado, River ha perdido dos y ganado dos. La primera fue en 1966, ante Peñarol; ahí nació el apodo de gallina. La segunda fue en 1976, ante Cruzeiro; se saldó con derrota. La tercera fue en 1986, ante el América de Cali; fue su primer título en el certamen. La cuarta y última fue hace casi dos décadas ante el mismo conjunto colombiano, que curiosamente es el equipo sudamericano que más finales perdió en Copa Libertadores (cuatro).

Que no vaya y sea el diablo… dicen en Colombia. La final entre River y Tigres será un duro reto para los dos equipos —pero mucho más para los argentinos que deberán luchar contra su propia historia.