Las vacaciones de Navidad promedio con la familia de la novia no siempre incluyen un viaje al templo masónico local. Pero el fotógrafo Conor Beary se dejó llevar. En diciembre del año pasado, se dedicó a fotografiar varias partes de Liberia cuando visitó a los padres de su novia en su país natal. Y, después de un trago o dos la noche anterior, terminó sacando su cámara en un día caluroso en Monrovia.
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"Estábamos en una fiesta en la alberca", dijo, "y uno de los amigos de la familia me invitó a una ceremonia al día siguiente. Quedamos en una hora y un lugar y llegué ahí a las 8 AM, sin saber qué esperar. Los únicos masones que había visto eran los que salen en un capítulo de Los Simpson".Pero esto era como entrar a otro mundo. Los vecinos de la zona observaban a los masones marchar —"los trajes y los sombreros no pasan desapercibidos en las calles de Monrovia"— y Conor hizo su mejor esfuerzo para aguantar la resaca bajo el sol abrasador. En general, a los masones no les molestó la presencia inesperada de un güey blanco con una cámara."Platiqué todo el día con la gente y terminé con sentimientos encontrados por todos los masones. Como son una comunidad que aparece mucho en los medios, era lógico que fueran cautelosos —eso o estaban muy ocupados—. Pero la mayoría eran muy amables y algunos hasta me invitaron a formar parte de la orden".En lo que se decide, abajo puedes ver más fotos de su viaje.Puedes ver más de la obra de Conor en su página oficial y saber más de el viaje a Liberia para dar talleres de fotografía a niños en Monrovia.
