"El gobierno no ve personas en la frontera, ve problemas"

Tal y como nos recuerda Gabriela Sánchez la muerte de 15 personas hace justo un año en la frontera de Ceuta no es el único borrón de una política de fronteras perfecta. La periodista de eldiario.es y coordinadora junto a Juan Luis Sánchez del documental web Las muertes de Ceuta, ha vivido muy de cerca un proceso de denuncia informativa que culminó hace unos días con la imputación de 16 guardias civiles en el juzgado de Ceuta. El anuncio coincide con el aniversario de la tragedia y es un hito en contra de la impunidad aunque, como reconoce uno de los supervivientes, poco importe porque sus amigos "ya están muertos".

Por el camino la oposición del ministerio de Interior –mentiras y rectificaciones incluidas–, alguna perla realmente estúpida, y un baile de responsabilidades entre los juzgados ceutís y la Audiencia Nacional. Finalmente el juez Andreu devolvió el caso al juzgado de instrucción número 6 de la ciudad autónoma por considerarlo competente a pesar de que presuntamente sucedió en aguas extranjeras. El trabajo de algunos medios de comunicación ha sacado a la luz pruebas de la responsabilidad de la Guardia Civil, del uso de pelotas de goma y gases lacrimógenos contra personas indefensas así como de que los hechos tuvieron lugar en España. Gabriela aceptó dedicarnos un poco de tiempo a pesar de la vorágine informativa, la euforia de alguien que ha conocido a las víctimas personalmente y una fiebre de lo más inoportuna.

VICE: ¿Cómo habéis recibido la noticia de la imputación de 16 guardias civiles por lo sucedido hace un año en Ceuta?

Era algo que tenía que pasar pero que parecía que no iba a ocurrir nunca. Las imágenes son muy claras. La Guardia Civil lanzó material antidisturbios hacia la zona donde el grupo de personas nadaba, en unos momentos en los que, según dicen los agentes y el Ministerio del Interior, los inmigrantes estaban en un momento crítico. Dicen que estaban apelotonados unos sobre otros y que se les desprendían los flotadores pero, en vez de auxiliarles, continuaron el lanzamiento.

Esta imputación es muy importante como hito contra la impunidad de la violencia en la frontera de España con Marruecos. Si la jueza no les hubiese llamado a declarar para investigar su posible responsabilidad sobre las muertes, significaría que todo vale y que las informaciones publicadas no tendrían ningún efecto a nivel judicial. Se empiezan a dar pasos para que esto deje de ser así.

Desde vuestra redacción no habéis abandonado el caso de las muertes en Ceuta en todo el año llegando a realizar una extensa investigación. ¿Por qué era necesario hacer esto y qué fue lo que hizo tan graves los hechos de esa noche que os obligó a profundizar?

La mañana del 6 de febrero, cuando ya se habían localizado cerca de siete cuerpos, Gobierno y Guardia Civil aseguraron que no habían actuado en el operativo de "disuasión" del intento de entrada a nado en el que murieron estas personas, que los agentes estaban preparados pero no fue necesario intervenir. Esa misma noche, tras publicar los testimonios de los supervivientes gracias a la labor de denuncia de la ONG Caminando Fronteras, la versiónoficial cambió de forma radical. Reconocieron que lanzaron pelotas de goma y botes de humo. Vimos que era (y es) fundamental estar muy atentos: si la activista Helena Maleno no hubiese difundido la versión de los inmigrantes y si los medios no la hubiésemos escuchado, todo lo ocurrido aquella mañanapodría haberse quedado en nada. En un "Todo ocurrió en Marruecos y España no dijo nada".

Tras la presión mediática, el Gobierno reconoció más detalles negados con anterioridad. Pero la versión oficial seguía chocando con sus propias imágenes y estaba plagada de contradicciones. Era fundamental recordarlo, estar pendiente y buscar nuevas informaciones que ayudasen a aclarar cómo murieron 15 personas, cuyas familias necesitan saber qué pasó.

¿Por qué parece que a España le importan una mierda las personas que intentan cruzar la frontera? ¿A qué se debe la estrategia del gobierno en relación a los inmigrantes (concertinas, devoluciones en caliente, material antidisturbios, etc.)?

El Gobierno de España no se ha puesto en contacto con las familias de las víctimas del Tarajal, ni siquiera ha dado un mensaje público de condolencias. Nada. Los cuerpos hallados en nuestro país fueron enterrados a las 24 horas sin intentar identificarlos -Marruecos, sin embargo, sí esperó-. ¿Habría sido así si 15 europeos hubiesen muerto en un accidente de barco en esa misma zona? Al Gobierno no le importan aquellos que cruzan de forma irregular porque no ve personas, ve problemas.

Este trato se refleja, a su vez, en la dejadez a la hora de ofrecer información oficial. Algún que otro departamento de comunicación del Gobierno nos llegó a decir: "No entiendo como ponéis en el mismo nivel la versión oficial y la de unos inmigrantes. Es como si equiparas la información de la Guardia Civil y de un ladrón, por ejemplo". Este tipo de respuestas son muy reveladoras a la hora de entender lo poco que valora el Gobierno la vida de estas personas.

Habéis publicado información del caso en un monográfico, en un documental multimedia y prácticamente a diario en la web. ¿Creéis que vuestro trabajo ha servido para mantener el caso relevante hasta recibir la noticia de la imputación?

Sin presión mediática es más sencillo el carpetazo de una causa, sobre todo en esta en la que, hasta ahora, la jueza no ha demostrado una actitud activa en la investigación. La acusación popular denunció en varias ocasiones la pasividad de la magistrada encargada del caso. Hasta el momento en el que se conoció la imputación de 16 agentes por su supuesta relación con las muertes del Tarajal no hubo ningún avance contundente en la instrucción.

Si los medios no hubiésemos estado atentos no habríamos conocido muchas de las pruebas que hoy están judicializadas, el Gobierno no se habría visto obligado a publicar las imágenes de las cámaras de vigilancia ni hubiese dado muchas más explicaciones que las iniciales, todas falsas. Poco a poco el Ejecutivo tuvo que reconocer parte de la intervención de la Guardia Civil, admitiendo una actuación que sabían que podría acarrear complicaciones legales.

Tú pudiste hablar con varios supervivientes que estuvieron en el agua junto al espigón. ¿Cómo están de ánimos y qué esperan del proceso judicial? Muchos de ellos quieren retomar el asunto y testificar.

Cuando recuerdan aquella mañana siguen sufriendo y se les nota. A pesar del dolor, accedieron a hablar más sobre el tema, a contarnos más detalles para poder hacer la reconstrucción de los hechos del especial 'Las muertes de Ceuta'. Sabían que era importante y accedieron. El día en el que se hizo pública la imputación de los guardias civiles pude hablar con dos de ellos. La respuesta de 'Iker': "Es una muy buena noticia, pero mis amigos ya están muertos. Aunque ahora estoy un poco mejor". 'Charles' decía estar eufórico: "No sé explicar lo feliz que estoy, es un buen paso".

De momento ninguno está personado en la causa. La Guardia Civil devolvió de forma ilegal a todas las personas que entraron a España el 6 de febrero y, por tanto, los potenciales testigos no pudieron convertirse en denunciantes en un primer momento. Sin embargo, muchos de ellos ya han conseguido llegar a diferentes países de Europa y podrían testificar. Algunos se han mostrado dispuestos a hacerlo y fuentes personadas en la causa aseguran que es algo inminente. Pero es un asunto complicado por las circunstancias de vulnerabilidad en la que se encuentran. Recordemos que, en general, están en situación irregular con una orden de expulsión bajo el brazo.

¿Qué papel juega Marruecos en todo esto? España dejó caer parte de la responsabilidad –si no toda- en las autoridades marroquíes. ¿Cuál fue la reacción de este país? ¿Es más cómodo para España dejar todo en manos marroquíes? ¿Y cuál es su manera de proceder en estos casos? Sospecho que no será mucho mejor que la española.

Cada vez que surge un caso de violencia en la frontera hispano-marroquí el Gobierno suele tirar balones fuera. En esta ocasión, Interior quiso dar a entender que todo pasó en Marruecos pero que las muertes se habrían provocado por el aplastamiento provocado por la "avalancha humana". Marruecos no ha dicho nada sobre lo ocurrido este día. Los supervivientes, desde las horas posteriores a la tragedia, contaban sorprendidos de cómo los agentes españoles fueron los que más les agredieron. Decían que normalmente la Guardia Civil les ayuda pero en esta ocasión aseguraban que no fue así. Incluso destacan que esa mañana los gendarmes marroquíes les auxiliaron.

Marruecos hace el trabajo sucio en la frontera sur de Europa. Dentro de la política europea de fronteras es más cómodo porque esa mano dura en la que se sustenta, si la hace Marruecos, no se ve. En Desalambre de eldiario.es ponemos el foco en la responsabilidad española y europea en las barbaridades que cometen los militares marroquíes para alejar a los inmigrantes de la frontera, previo pago de la UE. A su vez, Marruecos lo utiliza cuando quiere presionar a la Unión o a España en función de sus intereses. En agosto, por ejemplo, el país vecino abrió su frontera durante 48 horas.

No puedo evitar pensar en las semejanzas con Ciutat Morta: un caso de manipulación y falsas acusaciones dirigidas desde el aparato del Estado para evitar responsabilidades. Lo peor de este documental es que muchos coinciden en afirmar que no se trata de un caso aislado. ¿Son las muertes de Ceuta uno de tantos incidentes en las fronteras españolas?

Las muertes de Ceuta no son el único incidente, pero tampoco se puede decir que sea algo habitual. En 2005 murieron decenas de personas en su intento de alcanzar Melilla. Cinco personas fueron tiroteadas en la valla de Melilla. Con fuego real. Marruecos dijo que había sido España. España dijo que había sido Marruecos. Y ahí quedó todo. En 2012, una patrullera de la Guardia Civil se abalanzó sobre una patera y hay un vídeo que lo demuestra. Murieron cinco personas. La única condena cayó el patrón del cayuco arroyado. A veces, en los saltos de la valla, surgen denuncias que incluyen cifras de fallecidos imposibles de confirmar. Vemos como dan palos a personas que están sobre una valla de seis metros de altura. Estos caen y son devueltos… Lo ocurrido en Ceuta no es habitual, pero tampoco es un hecho aislado. Se enmarca dentro de una política fronteriza caracterizada por la opacidad y por un discurso del miedo que intenta justificar el todo vale. Bajo el argumento de la "violencia proporcional" parece que nunca pasa nada hasta que, como en Ceuta, en Lanzarote en 2012 o en Melilla en 2005, además de pasar, nos enteramos. Pero es necesario, además, conocer a los responsables.