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Cultură

Las mujeres que no utilizan un método anticonceptivo deben mantenerse alejadas del alcohol

¿Acaso esta recomendación es el resultado de la objetificación del cuerpo de las mujeres como poco más que un conducto para engendrar humanos?

Foto de Simone Becchetti vía Stocksy.

Este artículo se publicó originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicó recientemente una nueva serie de recomendaciones sobre el consumo de alcohol en las mujeres: según el CDC, si no estas usando algún método anticonceptivo, lo mejor es que de plano no tomes. Según la investigación sobre los efectos dañinos del alcohol durante el desarrollo fetal, el CDC afirma que no hay forma segura de tomar si estás embarazada. Entonces, las mujeres que podrían quedar embarazas deben abstenerse de beber para preservar la vida de un hipotético hijo no nacido.

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"Casi la mitad de los embarazos en Estados Unidos no son planeados e, incluso si estaba previsto, la mayoría de las mujeres no saben que están embarazadas hasta que tienen entre 4 y 6 semanas de embarazo", dice el informe del CDC. "Esto significa que las mujeres que toman podrían estar poniendo en riesgo a su bebé sin saberlo". Por lo tanto, "se recomienda que las mujeres embarazadas o que podrían estarlo no beban alcohol en lo absoluto".


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El impacto devastador del Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) incluye problemas físicos, mentales y de aprendizaje que trabajan en conjunto para inhabilitar al feto en el futuro, según explicó el CDC. Según su información, uno de cada 20 estudiantes podría tener SAF. "¿Para qué arriesgarse?", preguntan. Sin embargo, a pesar de que es muy importante proteger a los bebés para que no sufran daños dentro del útero, algunos críticos argumentan que recomendar a las mujeres una abstinencia total del alcohol por fetos que todavía no existen es prestar atención a actitudes y políticas sexistas que restringen la libertad de las mujeres para favorecer su capacidad de tener un hijo.

No hay mucha información que respalde la creencia de que las mujeres embarazadas deberían abstenerse totalmente del alcohol.

Emily es una escritora de Brooklyn que descubrió que estaba embarazada en 2014. No quería embarazarse pero tampoco evitaba la posibilidad. "Me tomó por sorpresa, creo que porque llegué a los 32 años sin embarazarme a pesar de ser muy desorganizada", explicó a VICE. La noche antes de hacerse la prueba de embarazo, salió con sus amigos y estuvo tomando.

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Dijo que estaba preocupada por haber tomado cuando no sabía que estaba embarazada pero "también sospechaba que mi miedo (como la mayoría de mis miedos) era irracional". Confirmó el resultado con su doctor y explicó a la enfermera que la ayudó que su despedida de soltera había sido días antes. "[La enfermera] me tranquilizó inmediatamente y fue muy amable", dijo Emily. "Después encontré el libro Expecting Better de Emily Oster, donde explica que no hay mucha información que respalde la creencia de que las mujeres embarazadas deberían abstenerse totalmente del alcohol".


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En un artículo para Slate publicado en el año 2013, Oster detalla la polémica que se desató cuando dijo que tomar alcohol durante el embarazo en realidad no es peligroso. Pero los expertos en el tema tienen opiniones diversas, por lo que es difícil determinar la verdad. Oster resume su investigación en una pregunta básica: "¿Qué impacto tiene beber de vez en cuando si nunca te excedes?". Tras múltiples estudios, descubrió que "no hay diferencia entre los hijos de las mujeres que se abstuvieron de beber y las mujeres que bebían una copa al día".

Muchas de estas recomendaciones son increíblemente condescendientes.

Con respecto a la pregunta que hizo el CDC en su recomendación reciente, "¿Para qué arriesgarse?", Oster ofreció una respuesta en su artículo hace tres años. En ese entonces, escribió: "Todo el tiempo tomamos decisiones que implican cierto riesgo y no benefician al bebé. Conducir un auto es un riesgo para el bebé y el feto no se beneficia de las vacaciones que tomaste". No obstante, las organizaciones que se dedican al SAF tachan sus opiniones de irresponsables y muchos no están de acuerdo con ella, incluyendo el instituto de salud pública de los Estados Unidos.

Sin embargo, Emily señaló el aspecto condescendiente y subjetivo de dicha recomendación. "Muchas de estas recomendaciones son increíblemente condescendientes. Parece que asumen que las mujeres no pueden diferenciar entre una copa de vino y una botella o no son capaces de controlarse si beben alcohol". Emily puso su propia experiencia como ejemplo y explicó que después de los primeros tres meses de embarazo, tomaba una copa de vino cuando se le antojaba y definitivamente "lo volvería a hacer".

Para ella, el hecho de que el CDC recomendara a las mujeres una abstinencia total del alcohol es inverosímil y está basada en el sexismo arraigado del gobierno. [La recomendación del CDC] suena ilógica y mantiene la actitud general en la sociedad de que los cuerpos de las mujeres son propiedad pública y sólo sirven para hacer bebés", señaló.