¿Qué se siente drogarte con tus papás?

Hay quienes se llevan muy bien con sus papás y hay quienes no los soportan. Pero no importa qué tan bien te lleves con mamá y papá, siempre hay cosas que preferirías hacer sin ellos, como drogarte, por ejemplo. Y aun así, hay a quienes no les molesta echarse un toque con sus jefes. ¿Pero qué se siente drogarte con tu papás? Para averiguarlo, hablé con algunas personas que se han dado unas líneas o unas tachas con sus papás.

VICE: ¿Qué te dijeron tus papás sobre las drogas cuando eras niño?
Robin: Mi familia es muy relajada. Mi papá fue dealer en algún momento, junto con mi mamá. Antes iban al famoso antro RoxY y eran muy abiertos sobre su pasado y las cosas que probaron. Mi papá quería que yo fuera totalmente honesto con él, en especial en eso de las drogas. Pero las primeras veces que probé algo no se lo dije porque me sentía incómodo y me daba miedo. Tenía 16 años la primera vez que me comí una tacha y obviamente mi papá se dio cuenta cuando llegué porque conocía perfectamente las señales

¿Cómo reaccionó?
Se enojó porque no le dije antes. Quería estar seguro de que yo estaba consciente de los riesgos y de que no hiciera algo estúpido, como tomarme una pastilla mala, por ejemplo.

¿La primera vez que te drogaste con tu papá fue algo planeado o espontáneo?No fue nada que hayamos planeado. Cuando tenía 18 años, mi papá me dio una bolsita de coca para llevar a una fiesta con un amigo. Esa fue la pauta para el resto de nuestra relación. Faltaba poco para Navidad y después, ese mismo amigo vino a cenar con nosotros en Navidad. Al final tuvimos una blanca Navidad (con un poco de coca) junto con mis papás.

Suena bien eso de una blanca Navidad. ¿Cómo estuvo?
Fue muy divertido. Platicamos de cosas muy interesantes y de cosas que no podíamos hablar antes porque en ese momento eres muy íntimo y abierto con los que están a tu alrededor.

¿Qué opinas de eso ahora que ya pasaron unos años?
Creo que mi papá lo ve como una forma de acercarse a mí, de fortalecer nuestro lazo de padre e hijo. No sé qué tan espontáneo haya sido desde su perspectiva. Él lo ve como un reemplazo de la conexión emocional que nos falta. Hasta hace uno o dos años, me sentía muy feliz de poder hacer esto juntos pero ahora lo veo diferente porque no creo que deba ser la base de nuestra relación.

¿Qué opinan tus amigos de que te das coca con tus papás?
Mis amigos también se han dado coca con mi papá y creen que es muy cool que yo pueda hacerlo con mis papás. Algunos amigos dicen que está raro pero entiendo que su familia es muy diferente.

¿Ha pasado algo raro?
Pues, una vez me encontré a mi papá con unos amigos después del desfile del orgullo gay y nos fuimos a meter coca. Esa vez me hizo pasar muchas vergüenzas pero nada grave. Fue de ese tipo de cosas que hacen que los niños se sientan avergonzados de sus padres.

¿Qué pasó?
Se la pasó diciéndole a mis amigos que eran muy cool y gritando "¡Robin, tus amigos son increíbles!".

¿Crees que drogarse con los papás sea algo recomendable?
Si, a veces. Pero no tan seguido porque se vuelve un poco extraño. Es algo muy tabú. Algunos amigos son honestos con sus padres sobre su consumo de drogas y su relación es muy buena. Es importante ser honesto con tus papás; no tiene caso que modifiques tus anécdotas para que no se asusten los padres.

VICE: ¿Qué te dijeron tus papás sobre las drogas cuando eras niño?
Timo: Era un tabú. Me dijeron que las drogas eran malas y adictivas. Mi imagen de una persona que consume drogas era de un adicto a la heroína tirado en el piso e inyectándose, es decir, nada positiva.

¿Y aun así decidiste probarlas?
Sí. Tenía como 23 años y acababa de terminar una relación. Mis amigos me llevaron a un festival en Bélgica y ahí fue la primera vez que probé el éxtasis. Fue una experiencia abrumadora. Nunca antes me había sentido así y no sabía que era posible. Fue el principio de algo nuevo para mí. Todo lo que me habían dicho de las drogas era mentira. No te hacen yonqui o mala persona, al contrario, te hacen ser más abierto, comprensivo y amable. Eso despertó mi curiosidad y probé todo el catálogo.

¿Cómo le hiciste para que tus papás le entraran?
Le dije a mí mamá como tres meses después del festival. Estaba muy nervioso porque no sabía cómo iba a reaccionar. Le dije cuando estábamos en el gimnasio y se portó muy abierta. Le dije que era la mejor experiencia de mi vida. La imagen que le pinté fue tan bella que poco después me dijo que le gustaría probar el MDMA algún día.

¿Qué hiciste?
Tenía muchas ganas de que viviera esa experiencia. Me puse a pensar en qué situación sería la mejor para que lo probara y decidí que tenía que ser al aire libre, en un día de verano y en un lugar donde no se sintiera como la "mamá vieja". Al final escogí un festival de dance donde nadie se iba a preguntar por qué iba con mi mamá. Ya había ido un par de veces: tocan música accesible, como house alegre y hay gente de todas las edades.

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¿Y luego?
Le di a mi mamá, que en ese entonces tenía 51 años, una cápsula con un cuarto de dosis de MDMA. Lo probé antes y calculé la dosis basándome en su peso porque le preocupaba mucho eso y no quería que se sintiera insegura. Pero no le fue tan bien; le empezó a doler la cabeza y no se sentía muy feliz. Al final le di otro cuarto y después de esto todo estuvo bien. Se puso a bailar y se dejó llevar. Ese era el objetivo: está obsesionada con el control y quería que se relajara un poco.

¿Cómo reaccionó la gente a tu alrededor?
Mis amigos también estaban en ese festival y les gustó. Le dijeron a mi mamá que fue muy agradable tenerla ahí. Pero también hubo mucho que no podían imaginarse hacer eso con sus mamás.

¿Cambió en algo la relación con tu madre?
Fue un poco arriesgado porque invertimos los roles. Ella era la niña y yo tenía que cuidarla. Pero es un recuerdo feliz porque ella confió en mí y eso se siente increíble. Desde ese día, nuestra relación es más fuerte.

¿Lo has vuelto a hacer?
Claro. Es vez solo despertó su curiosidad porque no estuvo tan bien al principio. Volvimos a ir al festival de dance un año después y le di una dosis más grande pero todo salió bien. Estaba muy felices y platicamos mucho. Me dijo que era muy buen hijo y sentí bonito. Ya he tenido ese tipo de conversaciones con amigos pero nunca con mi mamá.

¿Pasó algo vergonzoso?
No, ella tenía que sentarse cada cierto tiempo, pero eso fue todo. Estuvo muy padre, Claro que no van a estarse abrazando todo el tiempo y así, pero nos sentamos en el pasto y tuvimos una bonita conversación.

¿Es algo recomendable?
Si puedes tener una experiencia intensa con tus padres que van a recordar por el resto de sus vidas, vas. Son recuerdos que vas a guardar con cariño. Es un regalo tanto para ti como para tus padres. Mi mamá cambió mucho: ahora es una persona muy diferente y mucho más cariñosa.

¿Por las drogas?
Sí. Mi mamá está acostumbrada a las fiestas donde todos están ebrios y la gente se enoja cuando chocas con ellos por accidente. Pero aquí la gente se acercaba y le decía cosas lindas. Es un mundo totalmente nuevo para ella. Y empezó a apreciar la música desde entonces. El año pasado fuimos juntos a un festival de dance en Ámsterdam y probamos 4fmp y 2cb. Estuvo increíble.

VICE: ¿Qué te dijeron tus padres sobre las drogas cuando eras niña?
Flor: Mis papás siempre han sido muy abiertos en todos los temas pero nunca han estado a favor de las drogas. Me dieron algunos folletos con información porque no creían que yo fuera a probar drogas. A veces decían cosas como "También fuimos jóvenes" para que supiera que no eran tan ingenuos.

¿Alguna vez te contaron lo que hacían cuando eran jóvenes?
Cuando era adolescente medio podía deducir de qué hablaban porque yo también lo había experimentado. Y a veces me decían tal cual lo que habían hecho.

¿La primera vez que te drogaste con tus papás fue algo planeado?
No, fue muy espontáneo. Nunca lo planeamos. Solo pasó.

¿Cómo pasó?
Fue hace tres años, cuando yo tenía 18. Mi papá y yo salimos a tomar algo pero nos pusimos tan ebrios que perdimos el último tren y nos tuvimos que quedar en casa de un amigo de mi papá. En ese entonces el 2cb todavía era la novedad y el amigo de mi papá nos contó de esa droga. Al principio dijimos que queríamos probarlo pero era broma. Después, su amigo dijo que tenía un poco y nos preguntó si en serio queríamos. Al final dijimos que sí.

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¿Y qué pasó?
Fue muy divertido. Tuvimos pláticas filosóficas sobre todo lo que se nos ocurría. Hubo un punto en el que no sabíamos si los mosaicos de la pared habían cambiado de tamaño y tratamos de descifrar qué era real y qué no porque los dos empezamos a alucinar. Todo era muy nuevo porque estábamos juntos y era la primera vez que probábamos el 2cb. Pero nos divertimos mucho.

¿Y qué dijo tu mamá?
Le dio risa. Como ya había fumado mota con mis papás, no era nada grave.

¿Te dio pena o te gustó?
Fue una experiencia muy especial con mi papá. Creo que es algo bueno porque compartimos una experiencia inolvidable.

* Se cambiaron algunos nombres para proteger a las personas involucradas.