Marian Ruzzi conoce todos los rangos del amor (lo comprobé con esta entrevista)

Fotos tomadas por Mauricio Castillo para Noisey

Marian Ruzzi tiene una mirada incisiva y agresiva. Para que lo entiendan mejor, cuando la tuve frente a mí sentí como si un par de rayos láser hubieran hecho su función de lector de mentes con mi cabeza. Así, ella con un paraguas morado en mano y lo que parecía ser bastante conocimiento sobre mi personalidad en sus manos, traté de no hiperventilar mientras pensaba en las cosas tontas que luego pasan en el internet y pueden sacar a flote una entrevista. Igua yo sabía que ella sabía que yo estaba nerviosa.

Ya sentadas sobre unas bancas de madera y gracias algún mal chiste (que la verdad no recuerdo) Ruzzi cedió dándome algunos datos sobre las cosas que le gustan y cómo ocupa su tiempo en la CDMX. Un gesto cálido que compenzaba un poco sus lásers que leen gente. Si bien no me consta que Marian tenga superpoderes, puedo decir que ha tocado con Julieta Venegas y León Larregui, además de ser compositora es multi instrumentalista, viene de Chihuahua, grabó su disco debut en Londrés, sus amigos y mentores son Meme del Real y Natalia LaFourcade e indudablemente nadie digiere tan bien el amor como lo hace ella.

Conforme hablábamos de los daños colaterales que trae eso de enamorarse, las colaboraciones y canciones que vendrán en su próximo álbum debut, Stranger Things, la colaboración de sus amigos en este nuevo proyecto (Natalia y Meme), lo que el humo representa para ella y su pasión por los soundtracks, entendí que esa amplificación de luz que irradía de los ojos de Marian—la cual puede ser catalogada como agresiva—es en realidad Ruzzi manifestando su capacidad para identificar los rangos de emociones. Un talento que usa para escribir y componer ese tipo de melodías que encapsulan perfectamente situaciones muy humanas que a todos nos pasan y nos duelen.

Para conocer más de Ruzzi acá abajo la entrevista:

Trabajaste con León Larregui, Javiera Mena, Café Tacvba y otros proyectos musicales bastante grandes durante muchos años. Aún así no te habías atrevido a lanzar un proyecto sola, ¿por qué?
Marian: Yo compongo canciones desde los 15 años pero nunca me habían gustado. Pero cuando me salió la oportunidad de tocar con Café Tacvba dije como “Puta, si se arma esto ya no voy a tener pretexto para no lanzar algo sola”. Me sirvió mucho, hubo mucho aprendizaje. Pude darme cuenta cómo trabajan muchos amigos. Desde Julieta Venegas, Natalia, los de Tacvba… aprendí desde cómo comportarse en el escenario hasta cómo grabar y producir tu disco. Eso me ayudó a inspirarme y decir… va. Cuando me dijeron que si quería tocar con Café Tacvba, el que me invitó fue Meme del Real y dije “Órale, pues si se arma esto ya no hay pretexto”. Yo tenía 26 años, eso que te cuento fue hace dos. Primero entré con Julieta como a los 22, estuve con ella un rato y luego me fui con Tacvba, pero en ese inter también estuve grabando temas con Natalia de sus últimos dos discos. Pero regresando a la pregunta… sí, haber tocado con los de Tacvba fue como “fuck, ya no hay excusa”.

En realidad tampoco tenía tiempo. Me acuerdo que cuando terminamos de grabar el último disco de Natalia, me dijo como “Oye, tú grabaste los bajos, ¿no te quieres venir a la gira de bajista?”… Pero yo sabía que si me iba con ella no haría mi disco. Preferí ponerme a tocar yo mis ondas, sacar demos y todo y ya en mayo me fui con Neto García, que es como mi hermano, a empezarlo en Londres. Ha sido un viaje muy interesante, lleno de muchas cosas, pero al mismo tiempo ha sido difícil porque todo lo estoy financiando sola.

Estás a punto de lanzar tu disco debut, ¿qué puedes contarme sobre su historia?, ¿cuál es su ADN?
Lo que más quiero es divertirme en los shows y que la gente se divierta conmigo, que el público se identifique con las canciones, cada rola es como un personaje diferente, cada una decidí hacerla como ecléctica… nunca dije como “Ay, este disco va a ser tal género o cada canción va a ser así porque pues… concepto. Yo quería que cada canción creciera, que se le fuera agregando lo que pidiera el track. Una canción es triste, otra es divertida, otra es sexy… lo que te va pidiendo es lo que vas incrementando a tu producción.

Yo aprendí mucho de eso, no tenía ni idea de cómo empezar. Obviamente grabando un demo, pero a lo que voy es que me clavé más con las cosas técnicas, aprendí mucho Pro Tools y así, en cosas de producción, como ver cómo va estructurada la canción, qué elementos se pueden usar y eso.

Ya nos habías dicho que “Dime” (tu primer sencillo) estaba inspirada en un sueño, ¿puedes contarnos más sobre eso?
La rola está inspirada básicamente en el tipo de personas que te dan alas y de pronto te las cortan sin piedad; abruptamente. Una persona que, y conozco muchas así, tiene miedo de hablar de sus sentimientos, que neta no pueden hablar de lo que sienten, son muy reservadas.

A mí me pasó una experiencia así y así lo sentí yo, como si hubiera sido un sueño. Todo fue tan efímero, tan rápido y luego valió madres igual de rápido. Para el video de la canción salgo como en las sombras, la parte del sueño. Para mí en la vida real lo más cercano a un sueño es el humo: algo que puedes ver pero no tocar. Represento la parte del sueño con oscuridad y luego la realidad con humo de colores. Mientras por ahí se ve una chica que es como la fantasía.

Al final salgo tirada en el pasto viendo a la cara como diciendo “next”.Siempre habrá un amor que te rompa el corazón.

Tu disco me suena a que es como un temario de amor…
Exacto, exacto.

Es notable que hay una gran carga de sentimiento en tus tracks, ¿Cuál es el sentimiento que más se evoca en el disco?
Soy muy nostálgica. Soy fan de cuando se nubla, o cuando llueve. Siempre traigo un paraguas. Me encantan los paraguas. Me gusta mucho la nostalgia, de hecho, mi segundo sencillo no va a ser nada nostálgico a comparación con el primero.

Un día me salió una idea y pensé como “Esta rola estaría muy divertida, pero ya faltan dos meses para acabar el disco, ¿alcanzaré hacerla?” Entonces ahora justo estoy trabajando en esa canción en la que va a estar de invitado Gepe. El track se titula “Dártelo” y habla de no ceder el poder a tu pareja. Siempre en las relaciones, en el 90 % de los casos, siempre hay una persona más enamorada que la otra, entonces, la que está más enamorada es la que no tiene poder y la que no está tan enamorada en cambio tiene todo el poder.

Cuando pensé en esto, dije como “Futa, la mayoría de las canciones son nostálgicas, como de súplica… quería que hubiera una canción como sensualilla…

Pero que también deja un mensaje de amor plasmado, ¿no?
Sí, exacto. Por otro lado creo que la tristeza sirve bien para escribir canciones. Una de las canciones que está en el disco tiene 10 años de antigüedad y la escribí tres días antes de que mi mamá falleciera. Se la escribí a ella porque estaba enferma de cáncer, se llama “Nos volveremos a encontrar” y es, creo, la más triste del disco.

Dentro del proceso creativo, ¿qué fue lo más difícil?
Hubo un track que no sabía si meter porque es completamente acústico, pero siento que funciona bien. También es de cuando cortas con alguien y dejas a esa persona. La rola se llama “Todo Fine”. Aunque la verdad dudé, fue la más sencilla de grabar, pero me costó trabajo, aún no sé si va a quedar en el disco o no.

¿Por qué?, ¿La sientes muy simple?
Deja tú eso, cuando la ensayaba no fallaba nada, como que le metía mucho sentimiento, pero cuando te grabas estás sugestionado a eso y es raro. Hay otra que se llama “En construcción”, que escribí con un amigo de Chihuahua hace añísimos pero que no sabía si incluirla porque yo quería a fuerza quería que Alex Anwandter fuera parte de la canción. Al final sí se logró y le hice un arreglo a la canción tipo disco, muy él. Es una gran influencia para mí, su música me encanta.

Hablando de eso, ¿cuáles son las influencias que tomó Ruzzi de primera mano para construir su proyecto?
Mis influencias son también mis amigos, son de las personas que más he observado y que más me han enseñado. Natalia y Meme del Real son dos grandes figuras para mí, son como el Ying y el Yang. Natalia el Ying y Meme el Yang.

¿Qué resaltarías de las cosas que ellos te han dejado?
La musicalidad. Natalia yo creo que es como la Mozart de México. Está cañona, tiene una musicalidad impresionante. Algo que solo notas cuando la ves tocar en vivo, cuando tiene nada más una guitarra y su voz. Ver lo que puede hacer con las melodías es muy bonito. Y luego Meme tiene otro tipo de musicalidad todavía más geek. A él le gusta mucho moverle a los sintetizadores y así, de ahí fue donde yo aprendí a moverle. Y de Alex Anwandter esa onda que yo no había explorado mucho del pop electrónico en español. Me inspira mucho sobre todo porque juega con las cuerdas que es lo que más más disfruto. Me encanta escribir arreglos de cuerda, creo que es mi parte favorita.

Mi idea es hacer música para películas, esa es mi tirada. También tengo pensado un proyecto de red de producción en línea. Esto es solo el proyecto de mis canciones, que sí es una parte importante de mí, pero tengo muchas otras cosas que quiero hacer.

¿Cuál es tu soundtrack favorito?
Me la pones muy difícil…. Ahorita mi soundtrack favorito no es de una película, es de una serie mamalona que terminé en dos noches: ‘Stranger Things’. Ese tipo de soundtracks me matan. Si lo pudiera comparar con algo, sería como The Shinning.

Y de una película… soy fan de John Williams la neta porque, podrá ser el más mainstream en cuanto a instrumentación y todo, pero las mejores melodías son las que el saca. Él hizo Star Wars, Harry Potter, Tiburón… todos sus soundtracks la gente se los sabe, los puedes cantar.