Haitianos en Ecuador: el éxodo de un país a partir de un sismo
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Haitianos en Ecuador: el éxodo de un país a partir de un sismo

Desde el terremoto que sacudió a esta nación caribeña en el año 2010, miles de personas han emprendido un duro viaje por Latinoamérica.

*Las fotografías de este trabajo realizado por Edu León fueron nominadas al premio Gabriel Garcia Márquez, en la categoría de fotografía.

En Quito estaban de paso, ni siquiera deshacían sus maletas, apenas se dejaban fuera la ropa de abrigo para paliar el frío de la ciudad. En los pisos que ocupaban de manera efímera no había muebles, sólo unos cuantos colchones tirados en el suelo y alguna Biblia, porque muchos de ellos son evangélicos. Huyeron del desastre que dejó el terremoto de Haití, ocurrido en 2010. Ecuador fue la primera parada de su éxodo, por la simple razón de que no les pedían visa.

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Algunos hablaban español porque habían pasado alguna temporada en la vecina República Dominicana o habían estudiado el idioma en el propio Haití. Robenson Israel era uno de ellos, hablaba muy buen castellano, además del creole y el francés nativo, y quería llegar a Brasil para reunirse con su hermano.

La oferta de un visado humanitario, la promesa de un trabajo, el sueño brasileño los atrajo. El consulado de Brasil tuvo que abrir en Quito una oficina para atender la demanda de visados y evitar que las mafias condujeran a los migrantes por tierra hasta una de las fronteras brasileñas.

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Se llegaron a emitir 200 visados humanitarios al mes, con un costo individual de 200 dólares. Pero no eran automáticos, había que esperar hasta cuatro meses, entonces se hizo habitual ver a los haitianos vender jugo de coco o de tamarindo en las calles, a 50 centavos de dólar el vaso. También se ganaban algunas monedas cuidando coches aparcados o lavando vidrios en las esquinas. Los más afortunados consiguieron trabajo en los mercados de la ciudad, limpiando pescado, cargando cosas…

En algunos barrios su presencia fue evidente porque empezaron a hacinarse en los pisos que alguno de los viajeros en espera del visado conseguía rentar. En la espera, unos pocos, los que tenían un título, decidieron probar suerte en Ecuador y consiguieron un visado profesional.

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No se sabe cuántos pasaron por Ecuador, pero en Brasil llegaron a ser unos 50.000, según la cifras oficiales. Se emplearon en la industria cárnica y en la construcción, pero el sueño terminó en 2016, cuando pasó el boom de las Olimpiadas y el Mundial de Fútbol. Muchos empezaron deshacer el camino y moverse hacia el norte.

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En este segundo éxodo volvieron a pasar por Ecuador, algunos cargando a los niños que nacieron en la diáspora. Como cualquier migrante latinoamericano que quiere llegar a Estados Unidos siguieron las rutas de la migración ilegal a través de Centroamérica. En las fronteras llamaron la atención porque eran haitianos, pero hablaban portugués. Te contaban todo lo que habían pasado, los pocos reales que habían ganado, y volvían a recordar que tuvieron que salir por el terremoto que devastó su país.

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(Texto de Soraya Constante).

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