California busca frenar las emisiones de efecto invernadero con dos nuevas leyes

Las autoridades de California le han dado el visto bueno a dos reformas que, de acuerdo a los defensores del clima, contiene las metas "más agresivas" contra los gases de efecto invernadero en Norteamérica. El gobernador Jerry Brown se ha referido a ellas como el parteaguas en las políticas estatales, y dijo que planea convertir ambas medidas en leyes.

California ha estado muchas veces a la cabeza en materia de medio ambiente en todo el país, y estas dos reformas parecen no ser la excepción. Defensores ambientalistas han aplaudido las medidas como un gran avance, haciendo notar que son bastante ambiciosas respecto a la reducción de las emisiones que causan el cambio climático, además de que concentran sus esfuerzos localmente, en un intento de beneficiar a la gente en el estado.

"Es genial escuchar sobre salvar a los osos polares y abrazar árboles, además de saber que estamos abordando el calentamiento global desde una perspectiva mundial. ¿Pero qué pasa con las personas?", dijo Eduardo García, un miembro de la asamblea estatal demócrata y promotor de las reformas, a LA Times.

En conjunto, la Ley 32 del Senado y la Ley 197 de la Asamblea estatal de California cambiarían la manera en que las políticas sobre emisiones son reguladas en la entidad.

La Ley 32 aumentaría los intentos para frenar las emisiones de efecto invernadero en el estado, el segundo mayor contaminante del país después de Texas. Mientras que la ley anterior al 2006, bajo la que se rige California, se propuso parar los niveles de emisión que había en 1990 para el año 2020, la nueva ley exige una reducción del 40 por ciento para 2030. Si el estado se las arregla para lograr esta nueva meta, eso significa que habría reducido las emisiones totales de California a la mitad de las que se registraban en 2006.

Por otro lado, la Ley 197 hace frente a las preocupaciones entre las autoridades y los grupos ambientalistas de que los recursos usados para combatir el cambio climático sólo hayan beneficiado a unos cuantos. García espera poder proveer aire de buena calidad a los residentes, y para ello quiere acercarse a la Junta de Recursos del Aire de California (CARB, por su siglas en inglés), la instancia encargada de regular las emisiones de efecto invernadero del estado. Además de establecer un comité legislativo permanente para que supervise a la Junta, la Ley 197 se enfocará en la reducción de emisiones de las refinerías y fábricas locales.

La CARB ha estado recientemente bajo la mira por su poca participación para frenar la contaminación del aire que causa problemas en la salud, y por sus nexos con la industria de las refinerías. En marzo de este año, el Club Sierra, junto con otras tres organizaciones ambientalistas, demandaron a la Junta de Distrito para la Administración de la Calidad del Aire de la Costa Sur argumentando que había permitido a las refinerías redactar una propuesta para "prevenir" la contaminación que luego adoptaron, a pesar de no ser tan efectiva como debería serlo.

La Ley 197 es específica sobre los tipos de contaminación en los que tendrá que enfocarse la CARB, pero grupos empresariales han señalado que también podría quebrantar el programa de límite máximo, el cual permite actualmente que las empresas puedan comprar y vender ciertos permisos sobre la cantidad de sus emisiones. Los grupos ambientalistas han criticado dicho programa por permitir que las compañías compren carbón fuera del estado mientras continúan contaminándolo.

Un mapa interactivo sobre los problemas de justicia ambiental en todo el país, publicado por la administración de Obama en 2015, muestra que muchas minorías en el sur de California viven cerca de las fuentes de contaminación, entre ellas fábricas y refinerías.

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