Días difíciles para ser Juan Carlos Osorio. La camiseta que vistió antes del partido lo dijo todo: cero excusas. Tras defender el desastroso rescate a media semana, al técnico le correspondía hablar en la cancha contra el anfitrión. Todo o nada. La Selección Mexicana prolongó su estadía en Rusia con un triunfo de 2 a 1 sobre los locales, con una remontada que dejó claro que lo mejor de este equipo es su capacidad de reacción. Lo ha hecho dos veces en esta Copa Confederaciones; ya antes había conseguido el empate contra Portugal al borde del silbatazo.Después de diez minutos intensos de México, el equipo ruso comenzó a asfixiar a la defensa, la zona del campo más débil; un poste y dos avisos de penal fueron el preámbulo de la ventaja con un gol de Samedov de pierna izquierda a la base del poste para poner el marcador 1 a 0. México otra vez tuvo que ir contra la corriente y lo hizo de buena manera hasta terminar con el control del juego.También otra vez, un defensa marcó gol para cambiarle la cara al partido. Fue Néstor Araujo, un cabezazo que parecía tener intención de centro, la trayectoria del balón fue afortunada y ahí empezó el regreso. En el descanso salió Vela, entró Aquino. Esta no fue la noche de Carlos, una actuación discreta en el primer tiempo, y Lozano demostró más tarde por qué debía quedarse en la cancha, el acierto de Osorio.Su valentía fue la diferencia. Cuando Herrera despejó y Chucky avanzó sin temor hacia la meta de Akinfeev, el error del arquero en la salida y la picardía del delantero que le ganó el cabezazo, y sonrió antes de conocer el destino final del esférico, escenas que completaron el marcador definitivo.Los minutos de expectación, la celebración silenciada, la herramienta incómoda. El VAR, que en el debut benefició con justicia a México, le quitó el tercer gol por fuera de juego, hay que acostumbrarse a la espera y a los manotazos del reclamo. Este es el futbol del 2017.Rusia perdió a uno de sus hombres y exhibió el cansancio. El de casa, a un año del Mundial, se quedó en el camino con un desempeño de pocas certezas. México las recuperó en ciertas zonas, el premio del partido podría repartirse entre Héctor Herrera y Jonathan Dos Santos; la defensa es todavía una preocupación, pero ha encontrado en Javier Hernández a un aliado de los goles de sus compañeros.No queda tiempo para celebrar, tampoco serán días más fáciles para ser Osorio, su equipo espera rival, será Alemania o Chile. La pesadilla de su gestión que ha vuelto cuando es necesario recriminarle algo; mientras tanto, la Selección está en semifinales.
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