El futbol de la Unión Soviética: La historia a través de sus camisetas

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El futbol de la Unión Soviética: La historia a través de sus camisetas

Hoy, con la Copa Confederaciones en Rusia, recordamos el futbol de la Unión Soviética detrás del bloque comunista. Los diseños de sus camisetas que siguen siendo icónicos para muchos nostálgicos.

La revolución encabezada por el pueblo ruso en 1917 reconfiguró al mundo para establecer una de las naciones más grandes del planeta con la bandera del comunismo, dirigido por la clase proletaria y bajo el sistema federal. El balón rodaba en su territorio desde finales del siglo XIX y el juego organizado tenía más de una década de constante transformación que solo la Primera Guerra Mundial detuvo. Sin embargo, una vez que la dinastía despótica de los zares fue derrotada, inició una etapa del futbol que culminó hasta el 91 con importantes éxitos en el campo atribuidos a las 15 repúblicas organizadas bajo el nombre de Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S).

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En plena época comunista, el futbol fue regulado bajo las reglas del gobierno que buscó impedir la creación de nuevas identidades con el pretexto de la representación en la cancha, la única camiseta era la de empleado adscrito a un sindicato. La competencia local escaló a la creación de una selección que jugó su primer partido en 1923, pocos meses después del establecimiento de la Unión Soviética en la que convivieron una centena de nacionalidades.

La historia que envuelve a la selección campeona de la primera edición de la Eurocopa, la de Francia en 1960, ha hecho de su camiseta una posesión anhelada por los coleccionistas. Un diseño sencillo, base en color rojo y vivos en blanco fueron el distintivo, sumado a las grandes letras en el pecho CCCP: Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en aquellos años cuando las camisetas de algodón pesaban sobre los cuerpos húmedos y cansados de los futbolistas.

Eduard Anatólievich Streltsov fue uno de los ídolos de la época que vistieron esa camiseta clásica con cuello sport y mangas largas, elogian su potencia y la capacidad goleadora que lo ubicó como el cuarto anotador de la Unión Soviética, pero también se habla de la rebeldía que lo caracterizó. Su prometedor futuro en el futbol fue frenado durante los cinco años que permaneció aislado en un campo de concentración en Siberia bajo acusaciones de violación. Eduard se habría confesado culpable, a pesar de las pruebas inconsistentes, solo para obtener permiso de disputar el Mundial de 1958, una promesa incumplida. La versión del seleccionador Gavriil Kachalín acusa al gobierno comunista de separar al jugador por motivos políticos. Streltsov volvió a las canchas y fue convocado para el Mundial del 66, pero el Partido Comunista evitó que representara al país una vez más.

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El diseño de la camiseta soviética no cambiaría mucho en esos años. Con la combinación característica con shorts blancos, los acompañó en esa Copa del Mundo de Inglaterra 1966, cuando cayeron derrotados por Alemania Federal en semifinales, su mejor registro. Permanece la duda de si Streltsov habría marcado la diferencia. Lev Yashin, considerado entre los mejores porteros de la historia, fue parte de esa plantilla que, además de la Euro, había conquistado los Juegos Olímpicos en Melbourne 1956 y se quedó a un paso de disputar el partido definitivo en aquel Mundial. Desde la fragmentación de la Unión Soviética, Rusia ha tenido desempeños muy por debajo de lo demostrado en torneos continentales de la época; hasta ahora, en tres oportunidades, ha fallado en avanzar de la fase de grupos.

Tras quedar fuera de la Euro en 1968 a causa de un volado que decidió al finalista, en México 1970 fueron rivales del anfitrión en el duelo inaugural con el Estadio Azteca como escenario. Posaron para la fotografía con la clásica camiseta de algodón en color rojo y cuello sport. El partido terminó sin goles, pero hicieron historia como el primer equipo en hacer un cambio durante el partido, a partir de la incorporación de la regla por parte de la FIFA. Uruguay los venció en Cuartos de Final y no volvieron a estar tan cerca, como lo estuvieron en la edición anterior, de ganar el título del mundo.

Las camisetas todavía no ostentaban un diseño imponente, pero la Unión Soviética siempre llamó la atención por las enormes siglas en el pecho, a diferencia de los escudos discretos en la parte superior. La década de los 70 fue poco provechosa en comparación. En la Euro de 1972 solo cuatro selecciones alcanzaban la competencia, el equipo alemán del goleador Gerd Muller arrasó con los soviéticos, tres goles en el partido final definieron al subcampeón, el segundo de tres en su historia.

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Se jugaron dos ediciones de la Copa del Mundo sin la Unión Soviética: Alemania 1974, cuando, obligados al repechaje, debían disputar el boleto ante la Selección de Chile; sin embargo, tras el golpe de estado en el país sudamericano, no acudieron a la cita de vuelta y los chilenos celebraron la clasificación, y Argentina 1978, ausentes por motivos deportivos. Al final de esa década de escasas satisfacciones en la cancha, incluida la no clasificación a la Euro del 79, Adidas incorporó las tres franjas de su marca en las mangas de las camisetas blancas. Para finales de esa década, la Unión Soviética ya vestía Adidas.

La Copa del Mundo de 1982 marcó su regreso a la competencia y la primera gran modificación al diseño clásico que habían tenido siempre. Esta vez, Adidas incorporó rayas delgadas verticales en color rojo sobre la base blanca. El equipo debió volver a casa en la segunda fase.

En la última década como representativo de la Unión Soviética, los diseños de las camisetas fueron más arriesgados que en el pasado. De nuevo perdieron la oportunidad de disputar la Eurocopa, pero no faltaron a la Copa del Mundo en México 86. Su participación animó la primera parte torneo con una propuesta de ataque letal que se valía de la buena condición física de la plantilla encabezada por Rinat Dassaev, portero del Spartak de Moscú y uno de los mejores jugadores soviéticos; los mediocampistas Ivan Yaremtchuk y Pavel Yakovenko, el legendario ucraniano Alexandr Zavarov, que después jugaría en la Juventus, y el goleador Igor Belanov, nombrado Balón de Oro al terminar ese año.

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La participación de ese equipo guiado por Valeriy Lobanovsky fue alabada, pero se acusan errores arbitrales en favor de Bélgica en el partido por los Cuartos de Final, determinantes para su clasificación. Igor Belanov marcó hat-trick y no fue suficiente, Bélgica hizo cuatro, dos de ellos en fuera de lugar.

La Euro del 88 fue su regreso y la última participación, la camiseta que vistieron es una de las más populares a la fecha, aunque solo la utilizaron en un partido, la ocasión fue contra Inglaterra. En Alemania perdieron la tercera final de Eurocopa y Van Basten, su rival del lado holandés, marcó uno de los mejores goles de la historia de la competencia.

Su última oportunidad de consagrarse campeones del futbol mundial sucedió en el 90, pero solo ganaron un partido y no consiguieron avanzar de la fase de grupos. Utilizaron una camiseta que está considerada entre las más excéntricas.

En diciembre de 1991, Mikhail Gorbachov renunció a presidir un país que había dejado de existir poco a poco. La Unión Soviética, después de 70 años, terminó. Rusia se quedó con los títulos en el futbol y no ha podido acercarse a esos años de protagonismo.