“Una botella de agua nos salvó la vida”, hablamos con testigos del atentado yihadista en Barcelona

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Atentado en Barcelona

“Una botella de agua nos salvó la vida”, hablamos con testigos del atentado yihadista en Barcelona

Estado Islámico reivindica el atropello múltiple de Las Ramblas que ha dejado 13 muertos y más de 100 heridos.

"Veníamos caminando por el centro de Las Ramblas pero teníamos sed y nos desviamos a un lateral para comprar agua. De repente, oímos a mucha gente gritar como si se tratase de una estampida. La gente huía y se apartaba en las callejuelas perpendiculares. Comenzamos a oír unos golpes muy fuertes y secos, y entonces vimos a la furgoneta", así comienza el relato de Pere, un joven de Girona de 23 años, que se encontraba junto a su novia visitando Barcelona.

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La pesadilla comenzó a las 16.50 hora local cuando una furgoneta de color blanco atropelló a la multitud que transitaba Las Ramblas de Barcelona causando la muerte de 13 personas y provocando más de un centenar de heridos. En un atentado yihadista similar al de Niza o Londres, el vehículo recorrió 500 metros de la zona peatonal de esta arteria de la ciudad llevándose por delante a todos los transeúntes y mobiliario que encontró a su paso. Estado Islámico reivindicó el ataque a través de su agencia de noticias Amaq.

Las Ramblas, al fondo, acordonada por la policía

Los Mossos d'Esquadra, la policía catalana, confirmaron la detención de dos hombres "directamente implicados" con los hechos y con el alquiler de varios vehículos, aunque entre ellos no se encuentra el conductor de la furgoneta que sigue en búsqueda y captura. Las autoridades hicieron un llamado a quedarse en casa aunque centenares de personas acudieron a los hospitales a donar sangre. Debido al cierre de paradas de metro y estaciones de tren, los taxistas llevaron a cabo carreras gratis y hoteles y particulares ofrecieron sus camas a personas que no podían acceder a sus hoteles o domicilios.

El caos dejó paso al silencio. La policía acordonó todos los accesos a la Plaza Cataluña y Las Ramblas, por lo que muchas calles de la ciudad tenían un aspecto completamente desértico.

Conexión con Tarragona

Uno de los dos arrestos se produjo en la localidad tarraconense de Alcanar, tras la explosión el pasado miércoles, de una casa que almacenaba una gran cantidad de bombonas de butano. En la deflagración murió una persona y siete resultaron heridas. Los Mossos d'Esquadra vinculan el atentando de Barcelona con una célula terrorista que podría haberse formado en esta población del sur de Cataluña.

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Lejos de acabar la pesadilla, la localidad tarraconense de Cambrils fue testigo de un nuevo intento de atentado frustrado por la policía. Los Mossos d'Esquadra abatieron esta pasada madrugada a cinco terroristas que atropellaron a varios viandantes, provocando siete heridos, dos de ellos graves. Como consecuencia del tiroteo, cinco terroristas murieron y un agente de policía resultó herido.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se reunió con gabinete de crisis del gobierno catalán en Barcelona y en rueda de prensa pidió una "respuesta global" a "una amenaza global" al tiempo que decretó tres días de luto nacional. Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, afirmaba en Twiiter que "Barcelona es una ciudad de paz. El terror no conseguirá que dejamos de ser quienes somos: ciudad abierta al mundo, valiente y solidaria".

Testigos del horror

Minutos después del atentado terrorista VICE se desplazó al barrio del Raval de Barcelona para intentar acercarse a Las Ramblas lo máximo posible. El dramatismo y tensión que se transmitía en las radios y televisiones, contrastaba con la aparente normalidad con la que los skaters realizaban sus trucos enfrente del Macba.

La calle Pintor Fortuny, una calle perpendicular a Las Ramblas, estaba cortada cien metros antes de la emblemática arteria escenario del atentado. Una valla y varios efectivos policiales cortaban el paso. Allí, curiosos, militares, turistas y vecinos de la zona trataban de obtener algo de información en medio del reinante caos.

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Pere, 23 años, trabaja en un hotel de Girona

Por la puerta trasera de un hotel cuya fachada principal da a Las Ramblas, aparece Pere junto a su novia y una decena de personas que, tras varias horas de espera han podido ser evacuados. "Hemos estado casi cuatro horas encerrados. Al evacuarnos he podido ver La Rambla. Está desierta y tomada por la policía. En el suelo hay zapatillas, gorros… y un par de cuerpos cubiertos con mantas. Tengo la piel de gallina porque es una imagen que nunca podré borrar de mi cabeza. Una botella de agua nos salvó la vida", señala este joven gerundense aún con la mirada un poco aturdida.

"La furgoneta era blanca, el conductor llevaba una gorra y gafas. Nosotros pudimos escondernos en el Starbucks"

"La furgoneta era blanca, el conductor llevaba una gorra y gafas. Nosotros pudimos escondernos en el Starbucks que hay en Las Ramblas. Era un absoluto caos y todo el mundo estaba gritando. Han cerrado la persiana del local. Éramos unas 50 personas. Una chica ha sufrido un ataque de ansiedad. Nos han tratado muy bien. Los empleados de la cafetería nos han dado bebida y comida", explica este chico preocupado por cómo llegar hasta su coche aparcado en la periferia de la ciudad.

Idriss, 36 años, marroquí desempleado

Entre tanto curioso, destaca la figura de Idriss, un hombre de 36 años y notable estatura originario de Larache (Marruecos). Este desempleado residente en el Raval está preocupado porque su hijo se encontraba en el casal del barrio en el momento del atentado y aún sigue allí.

"Por lo que hacen cuatro hijos de puta pagamos todos los musulmanes del mundo. Lo que hacen no tiene nada que ver con la religión ni con el islam"

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Su opinión respecto el atentado es clara y contundente: "Por lo que hacen cuatro hijos de puta pagamos todos los musulmanes del mundo. Lo que hacen no tiene nada que ver con la religión ni con el islam".

En este sentido, muestra preocupación por ciertos entornos en los que este tipo de ideología puede proliferar. "Mi hijo de seis años estudia árabe en una mezquita del barrio y tengo mucho miedo a que le laven el celebro y le meten malas ideas".

Banndua, 38 años, boina verde del Ejército español

Entre el barullo de gente, destacan dos camisetas, la de la Legión y la de un boina verde. "He escuchado la noticia y altruistamente he decidido venir hasta aquí por si podía echar una mano. Cualquier persona que ha recibido instrucción sabe lo que tiene que hacer en una situación como ésta", cuenta este asturiano de 38 años que ha venido a visitar a su pareja.

"Soy boina verde. El Ministerio del Interior ha hecho una llamada a todos los uniformados a colaborar con las fuerzas policiales"

"Soy boina verde, pero estoy recuperándome de una operación", detalla este militar. Según nos cuenta, el Ministerio del Interior ha hecho una llamada a todos los uniformados a colaborar con las fuerzas policiales. En los grupos de WhatsApp de veteranos del Ejército también se ha lanzado un mensaje semejante. De momento, los militares vestidos de civil se limitan a indicar a los civiles por qué calles transitar.

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Andrea, 23 años, trabaja en el Museo del Jamón de Barcelona

La misma expresión facial que Pere tiene Andrea, una joven barcelonesa de 23 años que trabaja en el Museo del Jamón de Barcelona ubicado en las mismas Ramblas. "Estaba en el trabajo y mis compañeras me han pedido si podía ir a comprar unos cafés en el Starbucks de Las Ramblas. Estaba subiendo por el lateral cuando ha sucedido todo".

"Estaba subiendo por el lateral de Las Ramblas cuando he escuchado unos ruidos muy fuertes de la furgoneta arrollando con todo"

Andrea toma aire y prosigue. "Cuando estaba a punto de entrar en el Starbucks he visto una avalancha de gente que venía hacia mí y al mismo tiempo he escuchado unos ruidos muy fuertes que correspondían a la furgoneta que arrollaba todo lo que encontraba a su paso, tanto cuerpos como mobiliario. Mi instinto me ha hecho entrar corriendo al Starbucks y me he encerrado en el lavabo con cuatro chicas".

Melinda, 35 años, trabaja en Marketing y Eventos, es de San Diego

Una joven estadounidense de rasgos asiáticos permanece pegada a la pantalla de su teléfono móvil tratando de saber qué ha ocurrido. "Mi hotel está en Las Ramblas y justo hoy me encontraba haciendo un tour en Andorra. Cuando hemos llegado a la ciudad hemos visto que las carreteras estaban colapsadas y que habían controles policiales".

"Después de lo que sucedió en Madrid en 2004, pensaba que no volvería a suceder y que España era un lugar seguro"

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De 35 años y originaria de San Diego, espera que pronto levanten el cordón policial para ir al hotel. El viernes a las 8 de la mañana sale su vuelo hacia los EE. UU. Preguntada por los paralelismos entre el 11-S de Nueva York y lo ocurrido en Barcelona recuerda que se quedó en shock y "no pensaba que aquello pudiera sucederle a los Estados Unidos".

Muchos turistas extranjeros habían elegido España para pasar sus vacaciones debido a la inexistencia de atentados terroristas. "Después de lo que sucedió en Madrid en 2004, pensaba que no volvería a suceder y que España era un lugar seguro. Lo que creo es que puede suceder en cualquier lugar del mundo. Puede ocurrir en Francia, en Londres… ¿dónde será el próximo?"

Cataluña, foco yihadista

El atentado de Barcelona es el segundo ataque yihadista que sufre España después del fatídico 11 de marzo de 2004 en el que murieron 192 personas y más de 2.000 resultaron heridas. Una tragedia que sirvió a los cuerpos y seguridad del Estado para adquirir muchas tablas en la lucha contra el terrorismo islamista. Según datos del Ministerio del Interior, desde el 2004 se han llevado a cabo 220 operaciones policiales que han permitido la detención de 723 acusadas de terrorismo yihadista. Parte de los detenidos tenía la intención de desplazarse a zonas de conflicto como Siria o Irak, mientras que otras planeaban atentados en suelo español.

Es el caso de la desarticulación de una célula yihadista en 2008 radicada en Barcelona que pretendía cometer un atentado en el metro de Barcelona. La ciudad condal, y localidades como Badalona o Mataró han sido escenario de diversas acciones policiales.

Según datos oficiales, a finales de 2016 el número de los denominados foreign fighters procedentes de España era de 204 de los que 30 habían retornado ya y más de una decena habían sido detenidos. El resto está siendo controlado por las Fuerzas de Seguridad. Las múltiples derrotas que Estado Islámico ha cosechado recientemente en ciudades como Mosul, ha hecho que la organización terrorista aliente a sus seguidores no a viajar sino a cometer atentados en países occidentales.

VICE ha publicado numerosos reportajes en los que muestra las motivaciones que llevan a jóvenes musulmanes residentes en España a radicalizarse y emprender el camino de la yihad.