Las redes sociales cambiaron la lógica del One-hit Wonder
Imagen vía

FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Las redes sociales cambiaron la lógica del One-hit Wonder

El formato ha caído en desuso. ¿Celebramos o guardamos el luto?

Este artículo se publicó originalmente en Noisey UK. Léelo aquí.

Los one-hit wonders definieron mi infancia. Cuando veía Top of the Pops los viernes por la noche, estaba seguro que "Breakfast At Tiffany's" de Deep Blue Something era el más grande himno de rock de todos los tiempos. Más que Jimi Hendrix o Bob Dylan, fue Eagle Eye Cherry (y "Save Tonight") lo que me hizo tomar una guitarra. Y aunque el centro de Gales no tiene nada que ver con Los Ángeles, me obsesioné con el "Westside" de TQ después de que lo escuché en CD:UK, o CountDown:United Kingdom, el programa de la TV británica de fines de los 90. Básicamente, cada nueva canción que me gustaba resultó ser de un acto cuya carrera se fue al traste al poco tiempo.

Publicidad

Estas canciones fueron lanzadas en los años 90, que fue una edad de oro para los one-hit wonders. Un momento en el que "Saturday Night" de Whigfield, el eslabón más bajo de la cadena alimenticia del europop, y el soft-rock inocuo de "Secret Smile" de Semisonic, quedaron tatuados en nuestra conciencia colectiva sin problema. A diferencia del Brit-pop, estos temas no se sentían cercanos al zeitgeist de la época; eran su propio género sin género. En el pináculo de la venta de CDs, el tira y afloja de la industria de la música significaba promover nuevos actos todo el tiempo y muchas veces no lograban nada después de un sencillo en la radio.

En 2018 el paisaje musical es diferente. Hacemos una curaduría de nuestras propias experiencias y los algoritmos nos llevan de la mano de una canción a la otra. Las canciones ya no son objetos fugaces, sino piezas tangibles de información que podemos rastrear con un par de clics. La ventaja de esto es que si alguien hace un hit, puede, todo en línea, construir una base fans y mantenerla, de un modo en el que, por ejemplo, Las Ketchup no pudieron. Como resultado, el one-hit wonder, que se veía todavía sano en los 2000 y a principios de los 2010 (¿se acuerdan de Rebecca Black? ¿o Gotye? ¿O esa de "Rude" tan sosa y pedorra?), se descarriló. ¿Es posible que hayamos escuchado el último?

Antes de entrar en materia, definamos los términos. En su libro Billboard Book of One Hit Wonders, el periodista Wayne Jancik dice que un one-hit wonder es un artista que entró en el top 40 una sola vez, independientemente de la carrera que tuvo antes o después. Según esa definición, Jimi Hendrix ("All Along The Watchtower") y Public Enemy ("Give It Up") son one-hit wonders. En realidad, esos actos solo satisfacen la definición formal. Un verdadero one-hit wonder es algo más problemático: un estado de fuga colectiva experimentado por un país o varios a la vez, y que incluye actos tan alejados entre sí como Gerardo, los chicos que cantaban la de "Babycakes", y hasta la "Mesa que más aplauda". Para ser un one-hit wonder real, necesitas un éxito que se salga del control y nada más.

Publicidad

Sin embargo, artistas que ahora podrían haber sido one-hit wonders han hecho carreras. Tomemos el caso de Carly Rae Jepsen: "Call Me Maybe" del 2011 fue su éxito más grande y básicamente el único que tuvo en cuatro años, luego se reinventó como reina en Emotion y se volvió una especie de estrella pop para exquisitos. O Meghan Trainor, quien después de sus quince minutos de viralidad con "All That Bass", se aventó un álbum en el número 1 y se convirtió en la quinta mujer en la historia en tener un éxito en el top 5 después de debutar en el número 1, gracias a que "Lips Are Movin'" se coló al casillero número 4. Compara eso con los one-hit wonders del pasado. El follow up de los New Radicals a "You Get What You Give" no llegó a los 40 principales; "Bitch" de Meredith Brooks pasó diez semanas en las listas de popularidad, y conquisto la posición número 6, pero su seguimiento llegó al 28 en el Reino Unido, y no llegó al Billboard Hot 100; y DJ Pied Piper ni siquiera tuvo la oportunidad de lanzar nada tras "Do You Really Like It?", a pesar de que la canción fue gigantesca.

Quizás uno de los cambios más importantes en la industria musical es que el éxito ya no está determinado solo por ventas. En el caso de Carly Rae, las ventas indicarían que nunca eclipsó "Call Me Maybe", pero el aplauso de la crítica, su base de fans en línea, la viralidad y el impacto cultural que ha tenido, pintan una imagen más amplia. La otra cosa es que, tal vez, los one-hit wonders simplemente tengan mal timing, o se filtraron por un camino que no era el adecuado para ellos, y les resulta difícil tomar el control de su acto. Tomemos a Nizlopi, que estuvo a una semana de convertirse en número uno en la Navidad del 2005 en Inglaterra, gracias a "JCB Song", que vendió 600,000 copias.

Publicidad

El cantante de la banda, Luke Concannon, quien actualmente gira como solista, dice que la gente puso a Nizlopi en el mismo grupo que a Bob El Constructor, y fue difícil lidiar con el éxito que tuvieron: "Me acuerdo que vendimos una fecha para tocar en el Shepherds Bush Empire, que debería haber sido una celebración, pero fue algo extraño en realidad. La gente nos tiraba excavadoras de juguete al escenario. Y pues … los dos [Luke y su compañero de banda John Parker] amamos el arte y queremos hacer un buen arte, así que fue un poco más estresante. Queríamos más longevidad y hacer algo más significativo".

En aquel momento Nizlopi sonaba diferente. Banjos, acordeones, Luke cantando con acento, un bonito video animado. Se sentía un acto cirquero, aunque no lo era. Si hubieran salido tres años después, cuando el panorama musical se amplió un poco y bandas como Mumford and Sons, Ben Howard, Noah and The Whale, y Laura Marling comenzaron a tener grandes éxitos y a ser aclamados por la crítica, tal vez habrían caminado estepas más hospitalarias. Pero antes consideremos el hecho de que Nizlopi fue, según él mismo lo ha dicho, la mayor influencia de Ed Sheeran, quien a los 14 años les suplicó para poder ser su roadie, y quien el año pasado puso su canción "Flooded Quarry" como su primera elección en Desert Island Discs. Su mecenazgo efusivo llevó a la banda a juntarse de nuevo, y ahora están girando otra vez y organizando talleres y retiros para componer canciones.

Los one-hit wonders sobresalen. No encajan, y por eso nos gustan. Por supuesto, siempre está esa canción rara que se trepa como octavo pasajero a la playlist de Spotify, y luego el artista se desvanece por completo. Pero la mayoría de las veces, los actos de hoy pueden forjarse una carrera, incluso con un solo hit: basta con mirar a Big Shaq y sus numerosas apariciones en festivales, ofertas, actuaciones en vivo y otros sencillos. Eso por sí mismo es evidente en un paisaje musical mucho más fluido, diverso y tal vez, simplemente mejor de lo que era en el pasado. Aún así: jamás le daría la espalda a "La Bomba" o "Mayonesa", no se diga uno de esos éxitos de europop noventero.

Conéctate con Noisey en Instagram.