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Salud

El mejor condón ya existe pero aún no está a la venta

Gracias, investigadores.
LC
traducido por Laura Castro
Cactus Blai Baules

Este artículo se publicó originalmente en Tonic, nuestra plataforma dedicada a la salud.

Es una verdad universalmente reconocida: los condones son lo peor.

Ni siquiera tienes que sentirte mal por pensar eso, los expertos también piensan así. Simplemente pregúntale al investigador de servicios de salud Brandon Brown, profesor asistente en el Center for Healthy Communities Department of Social Medicine and Population Health en la Universidad de California, Riverside. "Los condones prácticamente son una mierda, y por eso la gente no los usa", dice Brown. "Son una especie de envoltorio de polietileno, y hasta tienen un olor". La gente también se queja de ellos, señala, debido a que a veces al ponerlos tienen el efecto de contrarrestar la erección.

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Nadie está diciendo que deberías renunciar por completo a los condones, para ser claro: utilizados correctamente, tienen 98 por ciento de eficacia en la prevención del embarazo, y "proporcionan una barrera esencialmente impermeable ante las partículas del tamaño de los patógenos de las ETS", de acuerdo con el CDC, previniendo así eficientemente la propagación del VIH y otras ETS.

Sólo estamos diciendo que son incómodos, difíciles de usar y poco confiables si no te los pones correctamente —un estudió de 2008 reveló que el 31 por ciento de los chicos que los usan regularmente experimentaron roturas en los últimos tres meses—. Así que si eres parte de los dos tercios de la población masculina que no usa condón, de acuerdo a las cifras publicadas el mes pasado por el CDC, o parte del 43 por ciento de los adolescentes que no utilizaron uno la última vez que tuvieron sexo, probable tendrás tus razones.

Brown explica que curiosamente, la tecnología del preservativo se ha mantenido esencialmente sin cambios durante los últimos 100 años. De hecho, se ha mantenido prácticamente igual desde la década de 1830, cuando por primera vez cambiamos los intestinos de los animales por látex. El último "gran" cambio, si así se le puede llamar, fue la introducción de la punta o receptáculo, y eso fue hace casi 70 años.


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Los condones no han tenido una actualización real, incluso frente a la escalada en las tasas de las ETS, y no evitan por completo la propagación de enfermedades como el VPH, que se transmite a través del contacto piel a piel. Simplemente no fueron diseñados para combatir las ETS, según Brown; fueron creados para prevenir el embarazo y nada más. "Y para ese propósito, funcionan bien", añade, señalando que las compañías de condones han estado mejorándolos poco a poco —añadiéndoles textura, por ejemplo, o cambiando el látex por poliuretano (lo que ayudó a hacerlos más delgados e igual de duraderos)—. "Pero esto nos termina llevando al mismo problema: la gente todavía no quiere usarlos, porque es menos divertido usarlos que no hacerlo".

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"Los hay punteados, anillados y con sabores, pero tendríamos dificultades para encontrar a un ingeniero que llamara a eso un cambio significativo", añade Stuart Nugent, gerente de comunicaciones de marca para la compañía de juguetes sexuales Lelo.

El año pasado, Lelo apareció en los encabezados cuando introdujo Hex, considerado la primera reestructuración completa del condón en el mundo. El futurista condón Hex tuvo la intención de abordar tres problemas fundamentales: incomodidad, deslizamiento y quiebre, con la ayuda de un patrón en forma de panal. Cuando se le preguntó por qué un negocio mejor conocido por sus vibradores es uno de los únicos innovando en la esfera del condón, Nugent dijo que todo se reduce a una sola cosa: la autocomplacencia.

"Hay un puñado (o sea: tres) de grandes marcas monolíticas en la industria del condón, y se han contentado con dormir en sus laureles sin competir mucho entre sí por temor a afectar sus cómodos mercados", dice . "Durante mucho tiempo, han tenido un verdadero control sobre la salud sexual, comprando las empresas innovadoras emergentes y suprimiéndolas, o guardando todas sus patentes, y ejerciendo prácticas similares. Es increíblemente difícil para una empresa más pequeña… abrirse camino en una industria tan monopolizada. Sabemos, por ejemplo, que nuestras patentes habían sido estudiadas a fondo por los competidores mucho antes de que los condones Hex llegaran al mercado".

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Recientemente, ha habido otros esfuerzos por renovar los condones. En 2013, Brandon Brown de la UC Riverside fue uno de los investigadores que solicitaron una beca de la Fundación Bill y Melinda Gates que financiaría los esfuerzos para desarrollar unos preservativos de nueva generación .


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Ese noviembre —y de nuevo en junio de 2014— la fundación dio a conocer a quienes se beneficiarían de las becas de $100,000 dólares. Las ideas incluían condones inteligentes que se tensaban durante el sexo o se pegaban al pene como el plástico adherible, o que estaban hechos con polímeros súper resistentes y ultrafinos con base en el grafeno que transferían más efectivamente el calor y podían conducir a una experiencia más cálida en general.

Pero hasta el momento, ninguna de esas propuestas —ni las basadas en nanopartículas o la que habrían utilizado el colágeno encontrado en los tendones bovinos— ha llegado al mercado. El creador del condón de tendón de vaca Mark McGlothlin, presidente de Apex Medical Technologies, le dijo a Mic en 2015 que es una cuestión de costos: "Probablemente cueste más de un millón de dólares sólo obtener la aprobación de la FDA. Es un proceso brutal".

Y esa barrera es suficiente para que estos anticonceptivos de barrera no lleguen a los estantes de tu farmacia local en fechas cercanas. En julio, un grupo de investigadores del MIT anunció que habían desarrollado un hidrogel futurista que podría conducir a condones (y catéteres) mucho mejores debido a sus propiedades únicas. En un estudio publicado en Advanced Healthcare Materials, explicaron que el laminado tipo gel es flexible, suave y resbaladizo, y que es impermeable a los virus, lo que lo convertiría en el revestimiento de preservativo perfecto.

"Lo mejor de este condón es que imita muy de cerca la piel del tejido humano -piel y músculo-", le dijo a Tonic el candidato a Doctor German Parada, autor principal del estudio. Aunque los hidrogeles sintéticos están disponibles desde los años 60, Parada explica que es solamente en los últimos dos o tres años que su equipo desarrolló una manera de unirlos a otros materiales como el metal, el vidrio o el látex. Es difícil de hacer, pues la sustancia es muy acuosa, lo que hace que la investigación del MIT sea algo bastante revolucionario. "Esa es la razón por la que esto no es algo que encuentres en el mercado", añade. "No está disponible comercialmente porque se trata de una tecnología muy nueva".

Y así, aunque él y su equipo están pensando en comercializar su producto, trabajando con los servicios de emprendimiento del campus para convertirlo en una realidad, tomará años de pruebas y también, probablemente millones en financiamiento hasta que este condón realmente se encuentre mejorando tu vida sexual.

"Es una muy buena tecnología y una idea genial, pero en este momento es sólo una idea científica", dice Parada. "Hay muchas cosas que tenemos que hacer antes de poder sacarlos al mercado".