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El día que Estudiantes de La Plata conquistó el mundo

Cómo fue ese partido histórico que hoy, desde Manchester y 50 años después, sus exjugadores recuerdan para VICE
​Club de Estudiantes de La Plata
Club de Estudiantes de La Plata

Artículo publicado por VICE Argentina

El 16 de octubre de 1968, Estudiantes de La Plata empató 1 a 1 en Inglaterra contra el Manchester United y escribió su página más gloriosa al salir Campeón Intercontinental. 50 años después, la dirigencia del club, presidida por el exfutbolista Juan Sebastián "La Brujita" Verón, llevó a algunos de los campeones a un viaje lleno de historia y recuerdos en el que visitaron Old Trafford, presenciaron una práctica del equipo, pasearon por el museo del club y visitaron la concentración en la que media vida atrás, se prepararon para una epopeya inolvidable.

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A veces, solo a veces, el convencimiento por una idea puede ser más poderoso que la idea en sí. La fe en una cosmovisión, en una forma de ver la vida, une de tal manera que la idea en sí es menos vigorosa que esa fuerza que la cohesiona.


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En el resto del mundo eso se suele llamar religión, en La Plata —capital de la provincia de Buenos Aires— le dicen “Bilardismo”. Y tiene su Santo Grial en los hechos que ocurrieron hace justamente 50 años.

Hace medio siglo atrás, Juan Ramón Verón —la auténtica "Bruja" y padre de la "Brujita"—, “Bambi” Flores, Oscar “Cacho” Malbernat, Marcos Conigliaro y “Bocha” Flores, junto con otros compañeros, caminaban las calles del pequeño poblado de Lymm al noreste de Inglaterra, a más de 11,000 km de La Plata, convencidos de que podían hacer historia. Su rival era nada menos que un gigante a nivel mundial como el Manchester United, que venía de salir campeón de Europa y era la base de la selecciona inglesa también campeona en el Mundial del 66.

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Juan Ramón verón

El equipo argentino había ganado 1 a 0 en el primer partido. El encuentro había sido muy friccionado, tanto que la prensa inglesa calificó de “Animals” al equipo sudamericano. La estrella del equipo europeo, George Best llamó “hacer sentir visitante al rival”. No iba a ser fácil la vuelta. Pero de este lado estaba una escuela de trabajo, orden táctico y disciplina que se transformaron en una bandera mucho antes de aquellos días y hasta el presente.

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“Nosotros nunca le tuvimos miedo a nadie”, cuenta Malbernat, lateral derecho y capitán de ese equipo. “Sabíamos que nos enfrentábamos a uno de los mejores cuadros del mundo pero teníamos todos trabajado, no nos iba a agarrar de sorpresa”, agrega Juan Ramón Verón, goleador de Old Tratford, una de las figuras del equipo.


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Medio siglo pasó y no todos pudieron volver “algunos por problemas de salud como Poleti, Pachamé o Bilardo y otros porque ya no están en este mundo, pero todos nos acompañaron en este hermoso viaje de una un otra manera”, explica emocionado Malbernat.

“Yo tuve la suerte de venir varias veces al estadio del Manchester: como rival y a ver a mi hijo cuando jugó con esa camiseta pero esta vez es distinta. ¡Las vueltas que da la vida!”, cuenta Ramón Verón.

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El camino de los campeones está lleno de gloria, y con el correr de los años se transformó en una leyenda que quedó marcada a fuego en ambos bandos.

“Ellos tienen mucho respeto por la historia. Mirá: cuando estábamos recorriendo el museo del club vino un señor que era de prensa del Manchester con algo en las manos, yo no podía distinguir bien que era, cuando veo bien, era el banderín de Estudiantes que le había dado a Bobby Charlton —capitán de los Diablos Rojos y una de las máximas figuras del fútbol inglés— hace 50 años. ¡Lo tenían guardado!”, cuenta el capitán Pincharrata.

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Los ejes temporales se funden y confunden con los entrevistados, “la distancia va perdiendo su espesor” cantaba la banda platense Virus y eso es lo que pasa cuando Malbernat o Verón comienzan a narrar sus aventuras en tierras inglesas. “Cuando terminó el partido no lo podíamos creer. Era la primera vez que un equipo argentino salía campeón de visitante y ¡nada menos que en Inglaterra! No sabíamos ni cómo festejar. Volvimos del estadio a la concentración cantando el himno argentino y después nos tuvimos que acostar temprano porque jugábamos un amistoso”, cuenta Malbernat sin poder disimular una sonrisa al recordar que Osvaldo Zubeldía, el entrenador de aquel Estudiantes e ideólogo de la férrea y pragmática táctica cuyo última evolución sería el "Bilardismo", había armado un amistoso con el Inter de Milán justo después del partido definitorio en Old Trafford. Cuando le pregunto por el resultado del match contra los neroazzurri, Malbernat tuerce la sonrisa por un instante. "¡Perdimos! Teníamos la cabeza en cualquier lado, solo queríamos volver a casa, pero así era Zubeldía".

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Verón agrega que “Osvaldo era un adelantado, nosotros hacíamos pressing 40 años antes que en cualquier lugar del mundo. Para cada jugada teníamos una contrajugada. Él era un enfermo del trabajo y la disciplina; nosotros seguíamos su idea a muerte”.

Al preguntarle por su estilo de juego, Malbernat no lo duda un segundo: “a muchos no le gustaba nuestra manera de jugar pero nosotros siempre hacíamos todo dentro del reglamento. Una vez en un partido de Copa Libertadores un equipo nos puso seis boxeadores para asustarnos".

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En este último viaje, los cinco campeones fueron recibidos por Marcos Rojo —ex de Estudiantes y actual jugador de los Red Devils— con quién compartieron una cena y una charla de puro fútbol luego de recorrer las instalaciones del club.


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Malbernat conoce a Marcos desde la época en que lo dirigirá en inferiores: “Me pone muy feliz su presente, sé todo lo que se sacrificó para llegar a donde está, él es un fiel reflejo de la escuela que trajimos acá hace tantos años”.

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Los Campeones del 68

Fue el filósofo Friedrich Nietzsche quien hablaba de la teoría del Eterno Retorno, una idea que busca romper con el esquema lineal de tiempo, en el que el pasado no se recupera jamás. Plantea la posibilidad de que todo lo que está pasando ya pasó y volverá a pasar eternamente. Entiende al Universo como algo cíclico condenado a repetir cada acto y cada paso para siempre. Quizá el pasado puede no serlo tanto si uno no olvida de donde viene. Quizá sea la única salida para no quedar condenados a su paso arrollador, a su olvido. Lo saben en Lymm, lo saben en Manchester y lo saben en La Plata. Los “Animals” siguen contando su historia a paso firme para quien la quiera escuchar.