La discografía solista del Say No More tiene himnos generacionales comunes a millones y perlas que se encuentran si te pones a bucear. Y si llegaste a bucear por tirarte del balcón de un noveno piso, mejor. Aquí algunas canciones ocultas, ¿cuáles son las tuyas?"¿No conoces a nadie? ¿Quisieras verlo/a aquí?" El octavo track de Cómo conseguir chicas (1989) te da una mano con los pedazos rotos del espejo interior y la fórmula es parte del ADN García: un motivo de teclados entre clásico y pop, coros con aires a The Byrds y una base con compases bieeen espaciados que busca LA hipnosis rítmica típica del García de los 80. En el medio, la especialidad de la casa, letras que exteriorizan en palabras claras sensaciones que al interior de tu cabeza enrollada pueden ser imposibles de poner en fila: “¡No conozco a nadie! ¡Quisiera verte aquí!”. Era esa la idea que no podías completar. Hablamos del mismo tipo que gritó ¡sabés que no aprendí a vivir!”. Lucidez emocional. O antena. Como prefieran.
"Fantasy" (1989)
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"La ruta del tentempié" (1987)
"Siempre puedes olvidar" (1990)
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"Chicas muertas" (1984)
"Kurosawa" (1994)
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A partir de La hija de la lágrima los momentos de profundidad en la discografía de Charly empezarían a disminuir, pero la transición entre el Jekill y el Hyde del músico tiene un hito claro en estos casi seis minutos.Quizás el escándalo más reconocido en la carrera de Charly García se dió en marzo de 2000 en la provincia de Mendoza, cuando el entonces ministro de Trabajo argentino vio eclipsada una entrevista frente a su hotel porque, sencillamente, Charly García pasó volando por atrás de él.Los que también volaron fueron los periodistas que en segundos dejaron al funcionario para buscar a Charly (o a los restos de Charly) al pie del edificio donde se hospedaba. Pero, Virgencita de los Rockeros, el mito viviente del rock latino seguía siendo viviente: se había caído a la piscina del hotel desde el noveno piso, donde estaba su habitación. Se había caído, no. Se había tirado. Un gato Silvestre inflable y algunas otras cosas estrelladas en los alrededores de la piscina daban cuenta de que Charly había probado puntería antes de saltar y que, cómo siempre, había dado en la tecla.La pregunta es por qué y la respuesta puede ser “rock” y ya. Pero lo cierto es que García se había visto involucrado en una presunta pelea en un bar la noche anterior y había comparecido -luego de un traslado espectacular y una resolución judicial en tiempo récord - ante un juez que le había dicho marcialmente: “Todos somos iguales ante la ley”. Charly interpretó animosidad en aquel trato cinematográfico y para demostrar que no todos son iguales ante la ley, se tiró del balcón a la piscina. Cuando su manager, que bajó desesperado los nueve pisos, llegó al borde de la piscina, Charly vivía: “Decile a ese que si es igual que yo se tire del noveno piso” ¿Alguien dijo “rock” y ya?
Se tiró por nosotros
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Fruto de ese salto a la inmortalidad, el clavadista editó al poco tiempo “Me tiré por vos”, canción que explica que el balconazo intenta reavivar en su público el fuego sagrado del rock and roll, si es que tal cosa se encuentra al fondo de una piscina olímpica.¿Le gustarán las aventuras africanas de Damon Albarn a Charly García? El arranque tribal de “Primavera”, tercer tema del reciente Random parece decirnos que alguien anduvo escuchando texturas más orgánicas y se llevó algunas cosas. Salir del lugar de comodidad a los 66 no es para cualquiera, pero aquí el motivo inicial llevará adelante el resto de la canción que tiene bastante de la forma-garcía de enunciar que conocemos. ¿Que la voz no es la misma? Ahora que estoy rehabilitado / saldré de gira y otra vez / me encerrarán cuando se acabe / y roben lo que yo gané. Y luego vienen con Amy Winehouse…Si antes mencionamos que la lucidez emocional en su cancionero iba a ir menguando a medida que los excesos y el imaginario del reviente fueran horadando la personalidad del genio ya maldito, Cuchillos es una de las últimas iluminaciones de García antes de que el escándalo fuera más noticia que la música. Aunque bien el track sí fue corte del álbum Say No More, la versión a dúo con Mercedes Sosa es una joya absoluta no tan revisitada en la obra del argentino.Si en la versión original Charly nos entrega una especie de Radiohead con matices tangueros y la belleza dolorosa de los instrumentos que más que tocados parecen soltados en la grabación, el cover de la Voz de América va fondo con la hondura de la canción. La interpretación total de Mercedes realza todavía más una letra imposible de componer. Es difícil imaginar qué cenotes emocionales hay que atravesar para salir con una letra así, que parece ser escrita desde el negativo de la emoción, desde una vuelta absoluta que no es nostalgia ni es tristeza ni es añoranza ni es deseo ni es adiós sino que es todo eso junto pero como visto desde una lluvia ajena. Esa navaja gris / te cortó la voz / se hizo cuchillo al fin. Y chau.Una versión fiel a la bronca de la canción que debería pasar las dos mil visitas que tiene. Y por mucho, mucho más. Directamente desde Octubre García, el homenaje cubierto por Noisey en 2016.Sigue a Noisey en Facebook.