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En imágenes: fuerzas kurdas celebran la expulsión de Estado Islámico en Sinjar

VICE News visita Sinjar inmediatamente después que las fuerzas kurdas han retomado la estratégica ciudad iraquí a manos de militantes de Estado Islámico. Las tropas celebran la victoria entre las ruinas tomando té y jugando a fútbol.
Imagen por John Beck
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Fuerzas kurdas celebraban el viernes por la noche en las devastadas calles de Sinjar, la derrota de Estado Islámico (EI) tras 15 meses de ocupación yihadista.

Combatientes del Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), conocidos como peshmerga, habían tomado el control de la plaza central a media mañana en el segundo día de una gran ofensiva que aparentemente se encontró con poca resistencia. Unas horas más tarde, jóvenes armados se pasearon por las calles en un camión bomba suicida capturado a EI — una gran pickup de fabricación estadounidense revestida con un improvisado blindaje y con los restos de su carga explosiva aún en su interior — en un improvisado desfile de victoria.

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El vehículo habría sido diseñado para acabar con las líneas kurdas, pero en su lugar, dos peshmerga viajaban de pie en la parte trasera gritando con júbilo y disparando con sus Kalashnikov hacia el cielo. Las calles de los alrededores estaban cubiertas de vehículos quemados y agujereados por las balas, escombros de casas abandonadas, y cables de electricidad y telefonía tirados por el suelo. Un proyectil de mortero sin estallar se encontraba sobre el hormigón de una calle lateral y otro yacía muy cerca de allí.

Un combatiente kurdo encima de un edificio en ruinas en Sinjar. (Imagen por John Beck)

El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular sirias (YPG) también participaron en la ofensiva, al igual que milicias integradas por miembros de la minoría religiosa yazidí, que componían gran parte de la población de Sinjar antes de que Estado Islámico la invadiera en agosto de 2014. Los militantes extremistas consideran a los yazidíes apóstatas y "adoradores del diablo", por lo que masacraron a cientos de hombres y se llevaron a las mujeres como esclavas sexuales cuando se apoderaron de la ciudad

Decenas de miles de personas lograron huir. Muchos quedaron atrapados en el monte Sinjar — que se eleva a las afueras de la ciudad — generando una gran crisis humanitaria que finalmente provocó la intervención internacional en forma de ataques aéreos estadounidenses contra Estado Islámico así como un goteo de suministro de alimentos y agua.

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En el techo de una escuela abandonada, un miembro peshmerga yazidí ora mientras el sol se pone y luego patea con destreza una pelota de fútbol con un camarada. Otro que observa, describe los recientes combates. "Por la noche hubo bombas aquí, aquí, y aquí", explica, señalando a edificios en ruinas. "Pero eso ya pasó", añade con una sonrisa.

Un combatiente peshmerga yazidí reza en la azotea de una escuela en Sinjar. (Imagen por John Beck)

Diversos signos de brutalidad de EI permanecen en Sinjar incluso después de su retirada. Miembros yazidíes de la policía iraquí señalaron sitios tales como la oficina de residencia y el ex hospital donde dijeron habían encerrado a las esclavas. Se abstuvieron de entrar en los edificios por temor a que hubieran sido manipulados con explosivos. Los yihadistas probablemente dejaron trampas explosivas y artefactos explosivos improvisados cuando se retiraron, por lo que los combatientes kurdos se abrieron paso por la ciudad manteniéndose en el centro de las carreteras.

La operación de limpieza se puso en marcha el viernes por la noche, y un escuadrón burdamente equipado recorrió las calles empuñando un detector de minas y un gran alicate para despejar la calle de minas para que las excavadoras pudieran limpiar los escombros.

Combatientes peshmerga toman una infusión de té en Sinjar. (Imagen por John Beck)

Algunos civiles ya habían regresado con el fin de averiguar cuánto quedaba de sus casas, pero muy pocas quedaron intactas. Una larga cola de vehículos ya había comenzado a formarse en el exterior de la zona del perímetro establecido por los peshmerga antes de que comenzara la ofensiva. Más arriba en la montaña, los niños aplaudieron el convoy de combatientes kurdos y yazidíes. Un grupo de occidentales armados observaba la escena.

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La ofensiva comenzó el miércoles por la noche e involucró a 7.500 combatientes peshmerga afiliados al Partido Democrático del Kurdistán Iraquí (PDK), junto con las unidades del PKK, las YPG y las yazidíes. La coalición liderada por Estados Unidos contra EI proporcionó apoyo aéreo, y la victoria llegó rápido, cuando EI se retiró hacia el sur sin oponer una defensa significativa, dando lugar a las sospechas de que el grupo ya había retirado el grueso de sus fuerzas algún tiempo antes.

El presidente del GRK Masud Barzani hablando en el Monte Sinjar. (Imagen por John Beck)

Fue un cambio muy significativo tras más de un año de control yihadista. En agosto de 2014, los peshmerga se retiraron caóticamente cuando EI entró en Sinjar, dejando al PKK y a las YPG en las tareas de ayuda de escape de miles de yazidíes.

Aquella derrota fue una gran vergüenza que el GRK ha tenido mucho interés a reparar. Una ofenisva en diciembre sólo permitió retomar una cuarta parte de la ciudad, y luego se estancó. Los ataques aéreos de la coalición contra las posiciones de EI han continuado, sin embargo, y los peshmerga se han ido moviendo para bloquear las vías de acceso del grupo.

Tomar el control de Sinjar tendrá un importante valor estratégico, dicen los comandantes, cortando las líneas de suministro de Estado Islámico entre Mosul, segunda ciudad de Irak, invadida en junio de 2014, y Raqqa, en Siria, la capital de su autoproclamado califato.

Caminando por el centro de la carretera como medida de seguridad. (Imagen por John Beck)

El presidente GRK Masud Barzani llevó a cabo una conferencia de prensa el viernes por la tarde, en la que anunció la exitosa conclusión de la ofensiva y dio las gracias a la coalición por su apoyo aéreo. Luego afirmó que los peshmerga fueron los responsables de la victoria y que habían sido la única fuerza involucrada y añadió que espera que Sinjar pueda convertirse en una provincia propia dentro del GRK, una propuesta no muy bien vista por el gobierno central de Bagdad.

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Pero el PKK también dio su propia versión de los hechos. Sarhad, comandante del grupo en Sinjar dijo a VICE News que sus combatientes habían sido los primeros en entrar en Sinjar durante el ataque y que los peshmerga sólo se habían sumado más tarde. Combatientes del PKK hicieron reclamaciones similares cuando los peshmerga habían retomado parte del territorio el año pasado.

Un combatiente peshmerga juega al fútbol en Sinjar. (Imagen por John Beck)

"Ya estábamos dentro de la de la ciudad cuando los peshmerga llegaron y ahora quieren su bandera ondeando de nuevo en la ciudad", dijo, y agregó que Estado Islámico ha sido expulsado de la zona comprendida entre Sinjar y Siria básicamente por las YPG y el PKK — el cual es catalogado como grupo terrorista por Turquía y EEUU — y que se mantiene bajo su control.

Rechazó las afirmaciones del presidente de GRK tildándolas de políticas. "Barzani está diciendo lo que quiere para su partido", añadió. "Los yazidíes fueron abandonados por los peshmerga [en agosto de 2014] y luego capturados y asesinados por Estado Islámico. Fueron esos mismos peshmerga quienes están en la ciudad hoy en día".

Combatientes kurdos en Sinjar. (Imagen por John Beck)

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