El inspector general de EEUU concluye que Hillary Clinton utilizó su email ilegalmente

El inspector general del Departamento de Estado ha concluido que Hillary Clinton incumplió la política de archivos de la agencia estadounidense. Clinton habría usado su dirección personal de correo electrónico durante su mandato como secretaria de Estado de su país. Y para complicarlo un poco más, meses después se negó a ser entrevistada para la investigación de la que lleva siendo objeto desde hace más de un año, tal y como detalla un informe que fue entregado ayer a los legisladores estadounidenses.

El uso del correo electrónico privado de Clinton, que disponía de la señal del servidor doméstico de su residencia en Chappaqua, Nueva York, ha sido mencionado y abordado en varias investigaciones. De hecho, la controversia suscitada por el dislate de la candidata ha sido una de las manchas que más han empañado su imparable carrera hacia la nominación democrática en las primarias de Estados Unidos.

Hasta la fecha ya han trascendido miles de los correos electrónico que Clinton mandó durante el tiempo que estuvo al frente de la secretaría de Estado entre 2009 y 2012. La comunicación ha sido difundida públicamente después de que el periodista de investigación de VICE News Jason Leopold presentara una solicitud a tal efecto ante la Ley de Libertad de Información de Estados Unidos (FOIA en sus siglas inglesas).

El informe elaborado por el inspector general del departamento — el cual se encuentra entero al final de este artículo — menciona la existencia de una "debilidades sistémicas y ancestrales" en los archivos del departamento de Estado que son, incluso, anteriores a la llegada de Clinton. Claro que el inspector también arremete contra la actual candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos por haber utilizado su correo electrónico privado para gestionar asuntos públicos, y por no haber presentado los registros cuando así se le pidió.

"Lo mínimo que habría podido hacer la secretaria Clinton era haber presentado todos los correos electrónicos en los que negociaba asuntos públicos desde su cuenta personal. Tendría que haberlo hecho antes de dejar su puesto. Pero al no hacerlo, incumplió las políticas del departamento, que habían sido mejoradas para adaptarse a la Ley de Registros Federales", detalla el informe.

El informe detalla el comportamiento de varios secretarios de Estado y explica hasta qué punto la gestión de archivos y la ciberseguridad se han convertido en problemas institucionales en el departamento.

"Al igual que sucede en todo el gobierno federal, las negligencias en la gestión del departamento han provocado la pérdida o el extravío del archivo de correos electrónicos, en especial de los archivos creados por la oficina de la Secretaría", asegura el informe. "Entre estas debilidades se contaría la limitada capacidad para recuperar los registros de correos electrónicos, la inaccesibilidad de los archivos electrónicos, y la incapacidad para cumplir con las exigencias a seguir tras la marcha de cualquier trabajador, además de una incapacidad general para la supervisión".

El informe asegura que el secretario de Estado actual, John Kerry y que sus predecesores, Colin Powell, Condoleezza Rice y Madeleine Albright fueron entrevistados para la investigación. Sin embargo, tanto Clinton como sus más estrechos colaboradores, como Cheryl Mills, Jake Sullivan y Huma Abedin declinaron ser entrevistados.

A Daniel Metcaife, director y fundador de la Oficina de Información del departamento de Justicia (OIP en sus siglas inglesas), que se encarga de asegurarse de que todas las agencias gubernamentales cumplan con las exigencias de la Ley de Libertad de Información, las conclusiones del informe no le han sorprendido en lo más mínimo.

"Ciertamente, para todos aquellos que llevamos más de un año denunciando a la señora Clinton, esto no es ninguna sorpresa. En realidad, la señora Clinton ha incurrido en múltiples violaciones de la Ley de Archivos Federales, por no hablar de sus violaciones sistemáticas y de su uso delictivo de los sistemas de correo electrónico oficiales que contendrían informaciones potencialmente clasificadas. Aparte de todo ello, está también su flagrante y calculada manera de eludir las exigencias de la libertad de información; el cual es, de hecho, el menor de su interminable ristra de pecados", sentencia Metcalfe.

Actualmente el FBI estaría investigando si el hecho de que Clinton hubiera mantenido su servidor personal de correo en su residencia durante su mandato es constitutivo de delito alguno.

Reuters ha colaborado en este artículo.

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El informe del inspector genera del Departamento de Estado de EEUU por la gestión de regitros del correo electrónico