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Rusia califica de 'paranoia' las acusaciones que le imputan el hackeo al partido demócrata

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha asegurado que los rusos sí podrían estar detrás del hackeo al partido demócrata. Mientras el FBI lo investiga, el gobierno ruso contraataca y califica las acusaciones de EEUU de 'paranoia'.
Vladimir Putin incontra John Kerry al Cremlino il 14 luglio. (Foto di Sputnik Photo Agency/Reuters)
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Las acusaciones a los servicios de inteligencia rusos de estar detrás de la filtración que publicó Wikileaks de 20.000 correos electrónicos hackeados del sistema informático del Comité Nacional Demócrata (DNC por sus siglas inglesas) han tardado muy poco en irrumpir en escena.

El equipo de campaña de la candidata del partido demócrata Hillary Clinton acusó a Rusia de estar detrás del escándalo que estalló el viernes, justo tres días antes del inicio de la convención demócrata celebrada en Filadelfia. Funcionarios rusos han negado de forma contundente cualquier implicación e incluso contraatacaron acusando a los políticos estadounidenses de utilizar el escándalo del hackeo como una táctica de campaña.

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El canciller Sergey Lavrov protagonizó la declaración más subida de tono justo antes de reunirse con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en Laos. Preguntado por un periodista sobre las acusaciones contra su gobierno por haber hackeado presuntamente al DNC para dañar a Clinton, Lavrov aseguró "no quiero usar una palabra de cuatro letras", en alusión a una serie de malas palabras en inglés que se escriben con 4 letras.

Kerry dijo más tarde que no se acusó a nadie explícitamente durante la reunión, pero afirmó que discutieron sobre el asunto. Obama ha afirmado a NBC News que "todo es posible" y que aunque no puede hablar sobre las razones que motivaron la filtración, le consta que "Donald Trump ha expresado su admiración por Vladimir Putin repetidas veces". De momento, el FBI ha abierto una investigación.

El portavoz presidencial de Rusia, Dmitry Peskov, también se ha expresado sobre el incidente de los correos electrónico, al afirmar que las demandas estaban contaminadas por la 'paranoia' y acusó a los políticos de utilizar lo que denominó "la carta Rusia".

"Aún tratan de utilizar a Rusia durante la campaña electoral de Estados Unidos", dijo Peskov, según informó Associated Press. "No hay nada nuevo aquí, es una especie de pasatiempo tradicional para ellos. Creemos que no es bueno para las relaciones bilaterales".

La filtración de Wikileaks ha ensombrecido la convención de cuatro días en la que Hillary Clinton será oficialmente declarada candidata presidencial del partido.

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Los emails, obtenidos de las cuentas de los principales miembros del partido, confirman lo que muchos partidarios del senador de Vermont Bernie Sanders habían afirmado a lo largo del proceso de primarias del 2016: que el partido favoreció a la exsecretaria de Estado por encima de Sanders.

La presidenta de la DNC, Debbie Wasserman Schultz, renunció a su puesto el domingo y cuando hizo su aparición el primer día de la convención, fue recibida con abucheos y burlas por parte de un grupo de partidarios de Sanders.

Rusia entró en escena cuando algunos expertos estadounidenses concluyeron que probablemente dos de las agencias de inteligencia de Rusia se habían infiltrado en los servidores del DNC, pese a que resulta muy complejo determinar con certeza el origen de los actos de piratería informática.

Las mismas agencias de inteligencia están acusadas de haber entrado ilegalmente en los sistemas del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, la Casa Blanca y los servidores del Departamento de Estado en 2015.

El FBI reveló el lunes que está investigando oficialmente el hackeo de correos electrónicos. Al parecer, las autoridades investigaban al DNC desde principios de este año por una posible violación de su seguridad en 2015, según la CNN.

De acuerdo con diversos informes, después de haber sido notificado, el DNC decidió contratar a la compañía de seguridad cibernética CrowdStrike en abril, pero no fue hasta pasados unos meses cuando se logró expulsar a los piratas informáticos del sistema y se detectaron huellas que apuntaban hacia los rusos.

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