Sexo

El negocio detrás de los bots porno de Instagram

Seguramente te hayas acostumbrado a ignorarlos, pero esto es lo que pasa cuando haces clic.
MP
ilustración de Marta Parszeniew
instagram porn bots
Collage: Marta Parszeniew 

Son las 4:17 y ChistinaMiller21 quiere chatear. Su cuenta de Instagram es privada y solo tiene 4 publicaciones y 15 seguidores. Aunque por su nombre de usuaria se podría deducir que tiene 21 años, en su bio indica que tiene 24. Más tarde, en un mensaje directo, dice que tiene 22. ¿Quién es Chistina (sin erre) Miller? Es una estudiante de Leeds. ¿Dónde está Leeds? “Hyde Park”. ¿Qué estudia? “Diseñadora”.

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Si tienes una cuenta de Instagram, también tienes un oscuro secreto. Ya tengas 8, 80, 280 u 80 000 seguidores, lo más probable es que uno o dos de ellos sean mujeres como Chistina. Bueno, que realmente no son mujeres, sino bots porno; “chica de 22 busca diversión”; usuarios frecuentes del emoji negro y rojo de “nadie menor de 18”.

Los bots porno llevan años infestando Instagram. Estamos tan acostumbrados a que inunden nuestras solicitudes de amistad y ver sus likes en nuestras fotos que nadie se plantea quién hay detrás o qué quieren. Pero en los últimos meses, las cosas se han vuelto aún más complejas. Las cuentas han dejado de usar el obvio “nombre-nombre-número” y ahora se cuelan en tus mensajes directos, en lugar de comentar tus fotos. Si una cuenta con cero seguidores, cero fotos y ningún enlace en su bio te manda un mensaje con el emoji de una llama, ¿qué espera que ocurra? ¿Y quién sería tan loco de responder?

Hago clic en el enlace que me envía ChistinaMiller21 y recibo una invitación para “FOLLAR ESA MISMA NOCHE”. Al tocar el recuadro azul que dice “Continuar”, se me redirige a otro sitio (solo compatible con móvil, no con PC) llamado TopGirlsHere.com. Tras responder una serie de preguntas (“Estas mujeres solo desean sexo rápido. Nada de citas. ¿Estás de acuerdo?”), me derivan a WellHello.com, un sitio web de lo más normalito de “citas, sexo sin compromiso y swingers” que quiere que pagues para tener “ACCESO ILIMITADO” a las mujeres.

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Capturas de pantalla de los bots de porno

Es una estafa tan vieja como la orilla del mar; en pleno 2019 nadie caería en la trampa de dar sus datos bancarios, ¿verdad? Continúo tirando del hilo hasta dar con SmoochyCash.com, un sitio web de marketing de afiliación que permite a cualquiera registrarse y compartir enlaces de WellHello a cambio de dinero. El marketing de afiliación es un modelo de negocio que premia por captar clientes para una empresa o atraer visitantes a un sitio web. Del mismo modo que las influencers de Instagram pueden ganar dinero cada vez que alguien hace clic en el enlace a un pintalabios, las cuentas de porno lo ganan cuando atraen a usuarios a sitios web de porno, al margen de que tú gastes o no dinero.

“La cantidad de hombres solteros cachondos que hay es ilimitada. Puedes obtener una tasa de conversión bastante buena si sabes cómo hacer que hagan clic en tu enlace”, señala Steve Smith, propietario de MakeMoneyAdultContent.com, un blog para profesionales de marketing del sector del porno. Smith no usa Instagram de este modo, pero sabe de gente que se hace pasar por mujer en Twitter, Snapchat e incluso Quora para ganar dinero a través del marketing de afiliación.

CrakRevenue es uno de los sitios de marketing de afiliación más populares, y Smith asegura que puedes ganar hasta 5 dólares por conseguir que una persona introduzca su email en un sitio web (esto se denomina PPL, siglas de pay per lead). Esto es mucho más difícil, asegura Smith en su sitio web, “pero no imposible”.

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Naturalmente, se supone que todo este proceso no puede ser automatizado. En su apartado de condiciones generales, SmoochyCash declara en mayúsculas que “LA COMPAÑÍA TIENE UNA POLÍTICA DE TOLERANCIA CERO AL SPAMMING”. Pese a ello, los más espabilados usan técnicas de “sombrero negro” creando bots que inundan plataformas como Instagram con enlaces afiliados.

“El marketing de afiliación y los bots van de la mano”, señala Satnam Narang, ingeniero de investigación de la empresa de ciberseguridad Tenable que en 2016 investigó los bots porno. Me dio una explicación de por qué me redirigieron a una serie de sitios web antes de acabar en el sitio de citas de WellHello.

“Imagino que en parte es una forma de filtrar perfiles que no se ajustan a lo deseado”, señala. “Determinadas ofertas afiliadas especifican unos perfiles determinados como válidos. Por ejemplo, puede que una oferta acepte solo tráfico de dispositivos móviles”. Narang añade que hay ofertas que solo son válidas si proceden de determinadas ubicaciones geográficas y que los sitios intermedios evitan que el enlace original sea señalado o retirado de Instagram.

En BlackHatWorld.com —autodescrito como “un foro para emprendedores digitales con más de 80 millones de páginas vistas por año”—, los usuarios comparten trucos y consejos útiles sobre cómo crear páginas como estas. Si bien en Black Hat World hay montones de usuarios que despliegan montones de planes para ganar dinero, son muy pocos los que usan el plan de marketing de afiliación y bots porno al que alude Narang. Los usuarios recomiendan aplicaciones que te permiten guardar todas las fotos de la cuenta de Instagram de alguien en tu galería y que redirigen a unos y otros a Drives de Google y servidores Discord que comparten “packs”, es decir, fotos de mujeres desnudas que pueden usar para hacer que las cuentas parezcan auténticas. Aunque Black hat World prohíbe que se hable de ello, en el resto de internet es habitual la venta de esas fotos de desnudos directamente de esos packs, un proceso que se conoce como “e-whoring”.

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La mayoría de los usuarios de Black Hat World y de foros similares, obviamente, usan métodos para ganar dinero más sofisticados que simplemente crear cuentas de Instagram y usar bots para inundar la plataforma de enlaces y comentarios. Sin embargo, Smith dice que la gente “que no está tan metida en el rollo de marketing” sigue practicando este tipo de spam porque no requiere ninguna inversión inicial”. También señala que es un método más popular en países no occidentales, aunque Narang asegura que es poco probable que haya una red muy extensa tras estos bots porno y que la mayoría seguramente operan a nivel individual con la esperanza de “ganar dinero rápido de forma constante”.

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Mensajes de los bots porno

Entonces, ¿adónde van estas cuentas? Pese a que Instagram dispone de toda una serie de sistemas automatizados para detectar y eliminar millones de cuentas de spam a diario (y eliminó cuatro bots señalados por VICE mientras se redactaba este artículo), Narang dice que es como jugar “al gato y al ratón”.

“Instagram ha mejorado con los años. Sin embargo, ni Instagram ni ninguna otra red social han conseguido frenar el marketing de afiliación porque constantemente se están buscando nuevas formas de burlar las detecciones automáticas”, apunta. “Algunos de esos métodos son cosas sencillas como usar números en lugar de letras en los mensajes, usar emoticonos o cambiar el cifrado de caracteres para evadir filtros para determinadas palabras clave”. Por ejemplo, “sexy” podría escribirse cambiando las letras “e” e “y” por las mismas del alfabeto cirílico.

En última instancia, nos corresponde a los usuarios denunciar estas cuentas, pero nos hemos acostumbrado a apartarlas que casi nunca nos molestamos en señalarlas. Muchas de esas cuentas desaparecen en un día, aunque no sin antes generar algo de dinero. La cuenta de ChistinaMiller21 ya no existe, pero quien quiera que estuviera detrás sigue activo, listo para crear otra mujer “solitaria” y “muy malota” dispuesta a pasarlo bien.

@ameliargh / martaparszeniew.com