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el mágico

Jorge 'Mágico' González, el salvadoreño al que Maradona quiso pero nunca pudo imitar

Vivió por y para la fiesta. Pudo ser el reemplazo de Maradona en el Barcelona y pudo jugar en el PSG pero las discos y las mujeres se cruzaron para él.
Foto: El Gráfico

Por logros y renombre, Hugo Sánchez ha sido considerado el mejor jugador en la historia de la CONCACAF. Por magia y talento, el artista que pintaba maravillas en el campo y dejaba asombrado al propio Diego Armando Maradona, se llama Jorge y se apellida González. El gran orgullo de El Salvador y del futbol centroamericano.

Le pusieron 'Mágico', un apodo que lo inmortalizará por el resto de sus vidas. Nacido el 13 de marzo de 1958 en San Salvador, capital de El Salvador, a Jorge González le pone ese apodo el periodista Rosalio Hernández Colorado luego de una serie de fintas hechas por el jugador en la banda izquierda que dejaron maravillada a la afición y al propio rival. Tras dejar tumbados a tres jugadores del C.D. Águila, mandó un centro perfecto que culminó su compañero Herbert Machón.

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El 'Mágico' fue un hombre diferente. Un mago con la pelota que disfrutaba el futbol pero que amaba la fiesta y las mujeres. Un genio incomprendido al cual no entendían que para rendir en la cancha, tenía que salir a divertirse, llegar a la hora que se le pegara la gana, con las mujeres que quisiera, no entrenar y únicamente llegar al partido a deslumbrar con su talento.

Era capaz de no llegar a una convocatoria, de dormirse en pleno masaje previo a un partido y por culpa de ello no salir al campo y dejar a su equipo con 10. Él quería disfrutar la vida, no vivir una vida de rico, pero tampoco de pobre; era felíz en su casa y no en una mansión, prefirió hacer historia en el modesto Cadíz que fichar por el Paris Saint Germain, equipo al que dejó plantado al preferir divertirse que viajar a Francia para firmar su contrato. Pudo ser el reemplazo en el Barcelona de un Maradona que lo idolatraba, pero no, él no quiso. Él solo quería ser Jorge González, un mágico distinto, un personaje que ya casi no hay en el mundo moderno.

Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en la cabeza: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme.

Esa frase siempre acompañará a Jorge González y lo describirá como lo que fue.

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Con la selección de El Salvador debutó el 19 de noviembre de 1976 en un encuentro ante el Vitoria Setubal de Portugal en el histórico y temido Cuscatlán. Cinco días más tarde, el 24 de noviembre, anotó por vez primera su primer gol con la 'selecta' en un duelo ante Independiente de Colombia.

El 'Mágico' tenía un estilo inconfundible. Para las nuevas generaciones, se parecía mucho a Romario, curiosamente, un personaje que vivió como Jorge González. Siempre jugaba a su ritmo, un estilo lento y pausado, pero capaz de explotar en velocidad como lo hiciera un 'Ferrari'. Tomaba la pelota y la dormía junto a é, como si se tratara de la mejor amante que consiguiera. Driblaba una, y otra, y otra vez dejando rivales en el suelo, después con tranquilidad, levantaba la cara y ponía la pelota donde él quisiera, ya fuera en el pecho de un compañero o en el ángulo del arco rival.

Jorge González vivió su momento de mayor importancia con su selección en el pre-eliminatorio de CONCACAF que se jugó en Honduras en el año de 1981. Nunca olvidarán la obra de arte que realizó contra México al desparramar hasta a cuatro jugadores aztecas haciéndolos ver como simples 'ratoncitos verdes'. Tras literalmente tirar a Leo Cuellar con una finta, sacó un impresionante disparo que el portero alcanzó apenas a rechazar dejando el rebote en los pies de Ever Hernández quien consiguió uno de los tantos que a la postre significarían la eliminación de la selección mexicana y la calificación de El Salvador a España 82.

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Ya en la Copa del Mundo, la historia salvadoreña fue terrible, quedándose en el recuerdo aquella goleada de 10-1 por parte de Hungría. Cuenta la historia, que en aquel partido, cuando los europeos ganaban 5-0, tenían una marca de hasta cuatro personas cuando el 'Mágico' recibía la pelota. En una de esas jugadas, Jorge González recibió la pelota, se quitó a los rivales de encima y con una jugada que levantó a todos de sus asientos, mandó el pase para que llegara el 5-1 que descontó el marcador.

Con el pelo como estropajo y las calcetas a media pierna, el crack salvadoreño fue ojeado por varios equipos que anhelaban sí o sí tenerlo entre sus filas. Ahí, el PSG tocó su puerta, negoció con él y cuando estaba todo hecho para jugar en Paris, el 'Mágico' decidió irse de juerga una noche antes y así, perder el avión que lo llevaría a Francia. Está de más decirlo, el fichaje se había venido abajo.

Como especie de plato de segunda mesa, llegó una oferta del modesto Cadiz. Nadie pensaba que esa sería la gran decisión de Jorge González y que el club gaditano se volvería su casa y el lugar donde encumbraría su éxito europeo. En el equipo amarillo podía hacer lo que quisiera en el campo y fuera de él. Las discoteques de esa ciudad se volverían la zona donde el salvadoreño daría sus grandes pasos.

No me molesta, y además lo comprendo, lo entiendo. Es una manera que me ofrecen para pensar si en un momento dado hubieses sido,… si hubieses, si hubieses. Un tal vez, ¿no? Siempre que estuve en Cádiz la gente, los medios, me hacían esta pregunta: ¿Por qué Mágico no pretende algo más? ¿Por qué pudiendo tener todo el dinero del mundo por medio del futbol, por qué pudiendo haber estado en un par de clubes grandes, siempre sigo estando allí? No me molesta, para mí, estar en Cádiz fue como ir a la Universidad sin antes pasar por una escuela.

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Ahí, en Cádiz, jugó cuatro temporadas en las que brilló con luz propia y se volvió el ídolo eterna de dicha afición, historia que perdura hasta nuestros días. Sin embargo, sus actos de indisciplina ocasionados por la fiesta, fueron recurrentes levantando el enfado de entrenadores y directivos.

Cuentan que al 'Mágico' iban directamente a buscarlo a las discos y bares de la ciudad, y el jugador, al notar la presencia de directivos del Cádiz se escondía entre las cortinas del lugar, en la cabina del DJ o en el cuarto donde estaban los empleados y así evitar ser visto y poder seguir de fiesta.

Dos de las grandes historias de Jorge González se dio cuando al estar recibiendo un masaje previo a un partido, el jugador no saltó al campo junto a sus compañeros. La razón: se había quedado dormido. Y la otra, en una noche de juerga, previo a medirse al FC Barcelona en el Trofeo Carranza, el 'Mágico' se quedó en la banca del club. Rápidamente el equipo catalán se puso al frente en el marcador por 0-3, lo que obligó a meter al salvadoreño al campo pese a la indisciplina cometida, a partir de ese instante, marcó dos goles y puso dos servicios para que el Cádiz ganara 4-3 y se quedara con el título.

Jorge González llegó a estar hasta una semana sin ir a entrenar. Si lo hacía, las condiones no eran las ideales. En una ocasión, uno de sus técnicos, David Vidal, lo encaró y le dijo que con su talento podía llegar a otras latitudes y lo llevó a pensar qué haría cuando su carrera acabara. Ante esto, el 'Mágico' le dijo que su ilusión al acabar el futbol era lograr ser conductor de camiones.

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Si hubiera sido disciplinado no habría venido al Cádiz, estaría en el Real Madrid o en el Barsa, Manuel Irigoyen, Presidente del Cádiz sobre Jorge 'Mágico' González.

Y así fue. En el descenso en el año de 1984, José Luis Núñez, Presidente del FC Barcelona negociaba la venta de Diego Armando Maradona al Nápoles, por lo que inmediatamente, pensó en Jorge González como el reemplazo del 'Pelusa'. Con el argentino aún en las filas del cuadro culé, viajaron a los Estados Unidos para iniciar la pretemporada de cara a un nuevo torneo español.

Dicen que Maradona y González nunca fueron grandes amigos, pese a ello, el argentino siempre se refirió con gran respeto por el salvadoreño, y nunca negó que sus condiciones futbolísticas fueran increíbles.

'Mágico' con Maradona, en el breve tiempo que estuvieron juntos en el Barcelona. Foto: El Gráfico

Una noche cuando el Barcelona estaba en su hotel, la alarma de incendio sonó obligando a desalojar el lugar por parte de todas las personas que se encontraban ahí adentro. Todos los futbolistas blaugranas bajaron, a excepción de uno, el 'Mágico' quien se encontraba en su habitación con una mujer. ¿Quién pararía lo que estaba haciendo en ese momento? Nadie.

Evidentemente, esa razón bastó para que el FC Barcelona decidiera no contratar a Jorge González pese a que en los entrenamientos del club había deslumbrado a todos.

Tuve la suerte de jugar con él. Y después de ver los enganches que le pegaba a los españoles… ¡Era único! Nosotros, en los entrenamientos, siempre lo queríamos imitar, pero no podíamos. Siempre decíamos: '¿viste el gol que hizo el Mágico?'; si queríamos tirar el enganche, nos desgarrábamos todos. Es un gran tipo, se merece todo el cariño de El Salvador. Está entre los 10 mejores jugadores que yo he visto en mi vida, sin ninguna duda, señaló Diego Armando Maradona.

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El último partido de Jorge 'Mágico' González con la selección de El Salvador lo dio en la Copa Oro de 1998 cuando sus elección perdió 2-0 con Jamaica. El 7 de febrero de 2001 vuelve al Ramón Carranza para recibir un homenaje por parte del Cádiz, juego en el que la afición lo recibió vuelta loca. Un año más tarde, es premiado como el mejor jugador de todos los tiempos del futbol salvadoreño. En 2003, el Estadio Flor Blanca de El Salvador cambia su nombre a Estadio Jorge 'Magico' González y finalmente, en 2004, recibe un homenaje de la 'selecta' en un partido contra ex compañeros del Cádiz.

Jorge González se retiró del futbol a los 42 años de edad. Un tipo que vivió la vida que quería y como él la quería. Un crack en toda la extensión de la palabra que jugó muy bien en la cancha y excelente fuera de ella. Sabedor que si no salía de fiesta, no rendía, el salvadoreño hizo tanta magia, que pocos le reprochan que pudo llegar a otras lastitudes.

No quiero menospreciar a mi pueblo en lo futbolístico, pero aquí nos hacíamos jugadores en terrenos baldíos, en plena calle; no teníamos profesores, no teníamos orientación. Yo me siento bien, y si hubiera actuado de otra manera, ya no sería yo, no sería 'Mágico'. Habría sido el que la gente quisiese, pero yo estoy bien como estoy, en una casa sencilla, humilde, ni de ricachón, pero tampoco de pobretón

El 'Mágico' fue asistente hace unos años en la selección de El Salvador. Vive sus años pegado al futbol, con un hijo de un matrimonio, y varios tantos fuera del mismo. Si hay que decir quién es el mejor jugador en la historia de CONCACAF diríamos que Hugo Sánchez, pero seguramente, otros nos debatirían con mucha razón señalando que el mexicano no tenía la magia del 'Mágico', un tal Jorge González.