Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Hay días en que cualquier cosa te hará enloquecer, y eso fue lo que le ocurrió al futbolista brasileño Antonio Ferreira cuando vio que el árbitro le sacaba la tarjeta roja por una agresión inexistente durante el partido por el título de la Serie C en Brasil.El problema fue que tras la mala señalización del colegiado, el jugador se dirigió hacia él hecho una furia y le tumbó al suelo de un empujón. A pesar de no haber hecho nada censurable en la jugada, la violenta reacción del jugador del Guarani FC obligó a sus compañeros y rivales a agarrarle e hizo que la policía saltara al campo para llevárselo a los vestuarios.
El árbitro reflejó el suceso en el acta e incluso lo denunció a la comisaría local tras un partido caótico que acabó con incidentes entre la afición y las fuerzas de seguridad. "Trabajamos mucho para llegar a esta final, y me he manchado de esta manera tan cobarde. No pude evitarlo, pido disculpas a todo el mundo y os aseguro que no hay nadie que sienta más vergüenza que yo mismo por ese momento", explicó el jugador en las redes sociales.El Boa Esporte ganó por 3-0 y se llevó el título de la tercera división ante su afición a pesar del accidentado partido que acabó con el estadio Dilzon Luiz de Melo destrozado y uno de los espectadores apuñalado.