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Identidad

Médicos autorizan el suicidio de una víctima de violencia sexual

Tras vivir con un trauma "insoportable" a pesar del tratamiento psiquiátrico, una mujer holandesa recibió autorización para acabar con su vida.
Photo by Tommaso Tuzj via Stocksy

Una veinteañera holandesa fue eutanasiada con una inyección letal después de que sus médicos determinaran que los síntomas postraumáticos que mostraba como resultado de haber sufrido abusos sexuales durante su infancia eran "insoportables".

"No había perspectiva de esperanza para ella", afirmó su psiquiatra, según el Daily Mail. De acuerdo con lo publicado en el medio Metro UK, los síntomas de la paciente incluían anorexia grave, depresión crónica, alucinaciones y compulsiones que la tenían postrada la mayor parte del tiempo.

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Aunque el Daily Mail y otros medios han indicado que múltiples psiquiatras declararon a la paciente "totalmente competente" para elegir acabar con su propia vida, su eutanasia se ha enfrentado a un intenso escrutinio, igual que la política liberal holandesa sobre suicidio asistido "Casi transmite el mensaje de que si eres víctima de abusos y, como resultado, contraes una enfermedad mental, se te castiga matándote, que el castigo por el crimen de ser una víctima es la muerte", declaró un político británico.

"Yo jamás diría, a largo plazo, que nadie es absolutamente incurable", explicó a Broadly la Dra. Yael Margolin-Rice, consejera especializada en traumas. "Sin duda los síntomas pueden ser absolutamente insoportables y la angustia que provocan puede resultar incomprensible para quienes no los hayan experimentado".

"Sin embargo, la gente acaba por recuperarse completamente tras años de terapia", afirma. Muchos de sus pacientes se sintieron en su día desesperados, pero fueron capaces de sobreponerse a su angustia, aunque no es algo que pueda lograrse rápidamente. "Debo insistir en este punto: puede llegar a precisar más de 20 años de terapia".

Aunque varios medios de comunicación han indicado que la paciente holandesa fue declarada "incurable", según Margolin-Rice la idea de ser "curado" —o no curado— de una enfermedad psicológica prolongada es una falacia. "La conexión entre cuerpo y mente no funciona así", explica. "La gente se cura. Con mucho esfuerzo, paciencia y ayuda profesional, acaba por curarse", afirmó. También nos explicó que hay una importante diferencia entre un desorden "incurable" y uno que provoque un dolor emocional insufrible al paciente.

Uno de los aspectos más devastadores y trágicos de esta historia es la edad de la paciente. Esta mujer holandesa sufrió abusos entre los 5 y los 15 años de edad y, para las personas que experimentan traumas a una edad tan temprana, Margolin-Rice afirma que las consecuencias pueden ser incluso más terribles que para quienes los experimentan más tarde en su vida. Un trauma temprano "impide el transcurso normal del desarrollo de la persona", afirma Margolin-Rice, y explica que los abusos pueden retrasar o impedir un desarrollo mental y emocional "normales". El tratamiento en estos casos también puede ser mucho más prolongado y dificultoso que para las personas que han sido víctimas en una etapa posterior de sus vidas. Las personas de más edad que experimentan un trauma "tienen síntomas, pero se encuadran en el contexto de una persona cuyo desarrollo ha sido normal y probablemente cuentan con un sistema de apoyo externo e interno, cosa de la que carecen las personas que experimentan traumas tempranos", indica Margolin-Rice.

Además, el tratamiento ideal para los supervivientes de un trauma depende de la relación que mantengan con su terapeuta a lo largo del tiempo, explica Margolin-Rice. "Es la calidad de la relación entre el paciente y el terapeuta la que determina la curación", afirma. Sin embargo, puede resultar increíblemente difícil conseguir que un paciente coincida con el terapeuta adecuado. "A veces se tarda años en encontrar al correcto", indica Margolin-Rice.

Finalmente, Margolin-Rice no está de acuerdo con el uso del suicidio asistido en el caso de las víctimas de abusos sexuales que sufran de enfermedades postraumáticas. "No me dedicaría a lo que me dedico si no creyera que el manantial de la esperanza es eterno", afirma.