Las 10 razones por las que no te dejan entrar al club
Ilustración: Sara Pachón.

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Música

Las 10 razones por las que no te dejan entrar al club

Hablamos con los filtros de algunos clubes y con ciertos ravers rechazados para conocer los motivos más comunes por los cuales suelen devolverte a la casita.

Cerca de la medianoche de un sábado, me negaron la entrada a un club de música electrónica. Mi reacción inmediata, envalentonada por todo el vodka con jugo de naranja que me había tomado, fue desquitarme con el bouncer, ese señor generalmente grandote y vestido de negro que siempre se ubica a la entrada del lugar. No voy a repetir lo que le dije en ese momento, pero terminé de sabotear mi acceso al sitio, y de paso la posibilidad de ver por segunda vez a Goldroom, una banda que me gusta mucho. Si no íbamos a tener fiesta en ese lugar, la íbamos a seguir en otro lado, así que, junto a mis amigos, a quienes también les habían dicho que no, nos fuimos para otro sitio donde sí aceptaran nuestra inaceptable borrachera.

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Cuando recobré completamente la sobriedad, al otro día, fui consciente de por qué no me habían dejado entrar, y pensé en ese momento que yo tampoco me hubiera dejado entrar. Estaba un poco más que tomada, bullosa, agresiva, y me senté en frente del sitio con mis amigos a terminar de bajarnos la mezcla entre vodka y jugo Del Valle que nos iba a matar al día siguiente. Aparte de eso, había insultado al tipo de la entrada, un hecho que por más que quisiera, no iba a ser obviado a la entrada de ningún sitio. En fin…

En mejores o peores circunstancias, a muchos de ustedes les habrá pasado lo mismo. Es justificado cuando uno llegas al inicio de la fila hecho un desastre como yo esa noche, pero puede llegar a ser indignante cuando uno planifica la salida muchos días antes, te arreglas durante horas, llegas temprano a la fila, haces la espera debida (porque hasta para salir de fiesta tenemos que hacer fila) y lo reciben en la entrada del lugar con un gran "NO".

Ese "NO" proviene de una entidad oscura que en el medio se conoce como "filtro", y que funciona en todo tipo de lugares, en todo el mundo. Sitios tan legendarios como Berghain tienen un filtro que funciona con el mayor misterio del mundo (allí le han negado la entrada incluso a grandes artistas como Richie Hawtin o Felix Da Housecat). Lo mismo, en menores proporciones, sucede acá, donde fin de semana tras fin de semana, muchos fiesteros entusiastas se quedan con ganas de fiesta (algunos literalmente) frente a la entrada de algún lugar, más que enojados porque no dejaron entrar a nadie de sus acompañantes o avergonzados públicamente, porque dejaron entrar a todos sus amigos menos a él.

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La mayoría de estos lugares se rigen bajo la famosa sigla de N.R.D.A.P: Nos Reservamos el Derecho de Admisión y Permanencia, una sigla que muchas veces genera escozor, y que al parecer les da a los establecimientos nocturnos la libertad de decidir quiénes entran y quiénes no entran a sus dominios. Según personas como Ana González, investigadora del Observatorio de Discriminación Racial de la universidad de Los Andes, esta no es una figura jurídica constituida, como alegó anteriormente en otro medio. Al parecer, la única figura que sustenta un poco esta reserva es el [artículo 58]( la determinación de establecer normas dentro de ese espacio) sobre la propiedad privada, que permite el establecimiento de normas dentro de espacios que no sean del Estado, al menos mientras no violen algún derecho fundamental, lo cual es castigado por la ley.

En fin. Mientras esperamos que algún tipo de mecanismo legal perfile las zonas grises y difuminadas de esta famosa reserva en eventos y establecimientos, ya sabemos a qué atenernos, y la decisión de ir a alguno de estos lugares recae totalmente en nuestras manos, o en nuestras ganas de salir a bailar. Así, fin de semana tras fin de semana, muchos de nosotros seguimos sometiéndonos a la interminable espera en la fila de algún sitio, poniendo la suerte de nuestras noches en las manos de las personas de la entrada, que nos hacen cruzar los dedos, ansiosos por pasar del otro lado de la cuerda roja de terciopelo, o la cinta negra deslizable.

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Es por esto que hablé con personas que al menos una vez en su vida han sido rechazadas de un bar, y con la gente encargada de los filtros en algunos de los sitios más populares de fiesta electrónica. No quería cuestionarlos acerca del mismo tema de discriminación de siempre, que ya se ha hablado hasta la saciedad. Y tampoco seamos hipócritas: muchas veces el éxito de un lugar es determinado por el perfil de gente que lo frecuenta, ya sea con verdaderos y apasionados oyentes electrónicos, o sitios que solo les interesa la farándula y el consumo y son exitosos en ello. Estas son entonces algunas razones por las que, ni por el putas, te van a dejar ingresar a la fiesta:

La edad: esto no requiere mucha explicación. Eres menor de edad, no entras al club: simple. ¿Aunque cuántos de nosotros embaucamos a los de la entrada y empezamos a salir desde que teníamos quince? Yo por mi parte, levanto la mano. Incluso hay noches específicas donde algunos sitios suben el rango de la edad, y empiezan a admitir clientes de 23 ó 25 para arriba, dejando por fuera a mucha gente, aunque hay quienes dicen que es una excusa del filtro para no dejarlos ingresar.

Carriel y mecha: varios sitios mencionaron un atavío típico de los hombres paisas, que incluye, entre otras características, las mechas del pelo largas hacia atrás (las colitas como ellos las llaman) o la cresta a medio hacer, el famoso carriel o bolso negro (siempre terciado de lado) y tennis blancos. Para que fuera más típica aún, yo le añadiría a la indumentaria las gafas Oakley negras de visos tornasol. Esta sin duda, es una pinta muy asociada a la narcocultura.

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Prepagos y traquetos: muchos clubs en la ciudad evitan a toda costa ser asociados con la cultura de la fiesta electrónica que pegó tan fuerte en los años 2000 y que aún está vigente en algunos sitios. Y están en todo su derecho de querer evitar la narco estética de sus puertas para adentro, que puede desencadenar escenarios violentos en medio del furor de la fiesta o contrataciones non santas dentro del lugar, metiéndolos en posibles problemas. "Tú sabes a simple vista quiénes son" , asegura uno de los filtros, que afirma tener identificado el perfil: "Ellas casi siempre están con vestidos súper cortitos, el pelo pintado con mechas, súper postizas, jean sin bolsillos…". Aunque este puede ser el perfil de muchas mujeres de la ciudad sin necesidad de que sean prepagos, existe una característica infalible: "siempre son dos o tres con un solo man". En el caso del tipo, no lo tienen tan fichado, pero la cadenita de oro en el cuello y la camisa abierta hasta el ombligo siempre serán elementos sospechosos.

Mostrar de más: mostrar de más también es motivo para el no ingreso a muchos lugares. Incluso hay sitios que nos hacen abrir el abrigo para ver si por debajo estamos mostrando más de la cuenta según el lugar. Y es que si lo pensamos bien, un montón de tetas y culos al aire en medio de una fiesta que está a reventar puede ser el paraíso para muchos, pero alguna que otra vez generará malentendidos. Así que la próxima vez mujeres, si deciden someterse a un filtro, es mejor ir abrigaditas.

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Gente muy borracha: en los lugares de fiesta electrónica y en el resto de lugares debería ser regla, como me pasó a mí la vez del vodka con jugo de naranja. Qué mamera una persona que no pueda ni pararse de la borrachera, que empiece a molestar a todo el mundo o peor aún, que se vomite en medio del lugar. Hay algunos sitios que prefieren dejarlo pasar si es un borrachito chévere, pero si es un borracho que anda buscando problemas "se puede ir para la casa". Imagino que lo mismo pasa cuando llegas muy drogado a la fila.

Ser problemático o usar el "usted no sabe quién soy yo": muchas veces no se necesita estar borracho para andar de buscapleitos dentro de un lugar. A veces solo se necesita que toquen a tu novia o novio por equivocación, un empujón o una simple mirada. Cuando el lugar en el que estamos se llena y el calor sube, uno puede llegar a ponerse muy irascible, reaccionar mal, y de paso ser sacado de patitas a la calle por los de seguridad. Ah, y tener esa actitud estúpida… A nadie le importa quién eres.

Mala higiene personal: desde tennis sucios hasta mal aliento, pasando por uñas sucias, pelo grasoso y chucha… la sumatoria de estas cosas puede hacerte una persona no apta para entrar al club. Y una vez más, los filtros de los lugares están en todo su derecho, es una forma válida de querer asegurarle la comodidad a su público, ¿o quién se le mide a bailar cinco horas al lado de una persona con un buqué orgánico poderoso? Los reto.

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Mal comportamiento en la fila: muchas personas me dijeron que por haber estado tomando o pegándolo en la fila, no los dejaron entrar cuando llegaron a la puerta. Y esto es algo en lo que se fijan mucho los filtros, desde el primer momento al que llegas a esperar por tu ingreso. "Lo primero que tenemos que hacer es hablar con ellos, a ver cómo se expresan", explica una de las personas que decide quién entra y quién no en uno de los clubes electrónicos de la ciudad. "Si se expresan muy ñeros, buscando problemas o muy pasados de tono, no los dejamos entrar".

Sandalias, pantaloneta, sudaderas y cachucha: a menos que seas un extranjero que lleva semanas mochileando por Suramérica y que imaginrs una ciudad como una playa paradisiaca o una selva impenetrable, en muchos lugares niegan la entrada a la gente que se pasa de calentana. La sudadera se me hace un excelente atuendo para salir a sudar y darlo todo en una buena fiesta, muchos lugares niegan la entrada a la gente que se vaya muy deportiva, o que se vaya con gorra (a la que no le veo el problema), la cual algunos sitios asocian con equipos de fútbol o con ladrones, aunque dependiendo del resto de la pinta pueden simplemente decirle al cliente que se la quite. Lo mismo va para las gafas oscuras, que para mí es un no rotundo.

Discriminación: muchas de las razones expuestas anteriormente tienen alguna argumentación, o por lo menos sentido. Sin embargo, la raza no puede ser un motivo para que te devuelvan a la casa, en ningún caso tiene justificación. Casos se han conocido y no solo en entornos electrónicos. Algunos fiesteros también se refirieron a esta tema, que sin duda, debe respetar etnia, clase social y hasta ideología.

Bonus: existen lugares le ponen pereque a la gente que desea ingresar al sitio sola. Muchos exigen que alguien de adentro vaya a buscarlos o no hay entrada. Al parecer en algunos lugares todavía no estamos muy familiarizados con salir de fiesta por nuestra cuenta.

¿Les ha pasado? ¿Por qué no los dejaron ingresar? Denuncien un caso acá abajo. También le pueden contar de todo a Nathalia por acá.