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Comida

Oigan, hay que tranquilizarnos y comer pollo

Ya estamos viendo clásicos como el cerdo, la carne, el pescado y los camarones e incluso hasta las bananas y las limas - que han estado volviéndose escasos por el cambio climático, causando que los precios aumenten. Así que los consumidores han estado...

Las noticias de los últimos tiempos han sido bastante pesimistas – casi apocalípticas de hecho. Tenemos historias inundando nuestras casillas de correo con estadísticas horripilantes acerca de las crecientes catastróficas en los niveles del mar, los terribles incendios forestales y las devastadoras sequías. Han estado dominando la conversación nacional, no solo porque están haciéndonos revivir esas horribles pesadillas de nuestra niñez causadas por El día después de mañana, pero también porque están afectando nuestras fuentes de alimentos. Ya estamos viendo clásicos como el cerdo, la carne, el pescado y los camarones e incluso hasta las bananas y las limas - que han estado volviéndose escasos por el cambio climático, causando que los precios aumenten. Así que los consumidores han estado dependiendo cada vez más de una ya confiable fuente alimenticia: el pollo. Lamentablemente hasta nuestras adoradas avícolas están enfrentando sus propios problemas.

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Nuestro viejo amigo, la fiebre avial (la que la industria avícola realmente desearía que no la llamáramos así). Habiendo sido causa de la histeria colectiva mundial, últimamente ha pasado bastante desapercibida a pesar de ser endémica en seis países alrededor del mundo: Bangladesh, China, Egipto, India, Indonesia y Vietnam. Hubieron varios brotes en Asia el año pasado – en Japón se han sacrificado toneladas de pollos debido a un brote, China lamenta haber infectado a Taiwán, Corea del Sur la tiene, y Corea del Norte no ha podido aislarse de la enfermedad. En Estados Unidos hubo una pequeña alarma a fines de abril cuando la enfermedad surgió en una granja californiana. Ha también infectado de alguna forma a los pingüinos de la Antártica. Esta enfermedad que muta rápidamente (produciendo varias sepas que son fatales para los humanos) y que se expande como fuego salvaje. De hecho, es tan adaptable que muchos investigadores no han parado de experimentar con el virus en caso de que ocurra una pandemia. (Sus preocupaciones son válidas: el virus está a solo cinco sepas de ser adaptada para matar humanos.) Pero no todo el mundo se ha detenido, Todavía quedan los que continúan adaptando el virus para poder estudiar su proceso de mutación.

Mientras los científicos están ocupados jugando con una bomba de tiempo, la industria avícola ha estado ocupada creando las condiciones perfectas (ej.: granjas de producción sobrepobladas) para que este virus realmente despegue. Cuando un pájaro migratorio infectado entra de alguna forma a una jaula – generalmente a través de los agujeros de las cercas) puede desencadenar una reacción en cadena masiva. Y los humanos que entran en contacto con las aves infectadas – desde los trabajadores de las granjas hasta los clientes – pueden contraer la enfermedad también: Una de las razones por la que Asia es la zona con más estragos humanos debido al virus H5N1 es gracias a sus mercados de aves vivientes, donde los clientes están muy en contacto con su futura cena. Mmm.

A pesar de esto, no parece como que la industrialización vaya a cambiar sus hábitos rápidamente. El consumo de pollo está creciendo gracias a la dieta rica en carne instalada culturalmente y el hecho que los precios de la carne y el cerdo subieron rapidísimo. Sin embargo en los últimos meses, la industria avícola también está aumentando sus precios a causa de (a) la demanda es más alta y la competencia es menor y (b) para compensar por esas pérdidas de la fiebre avial. En general, las ventas de las industrias han bajado un poco pero sus márgenes han crecido. Tomémonos un momento para procesar esto.

Soy una muy feliz carnívora; como pollo por lo menos una o dos veces a la semana. Pero en el momento, los vegetales están empezando a sonar más que bien.