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Cultură

¿Cuánto dinero puede ganar un novato en el póquer online?

El mundo del póquer online es fascinante si tienes una noción mínima de como se juega, si no, siempre puedes intentar que te toque el gordo a base de golpes de suerte.

Jonathan Duhamel, campeón de WSOP de 2010 (Foto: lasvegaslasvegas.com vía)

Mi interés por el póquer, como casi todo en mi patética existencia, surgió después de ver varias compilaciones de vídeos en YouTube. Los campeonatos de póquer televisados suelen ser el refugio de hombres insomnes o solitarios que llegan a casa después de unas cuantas cervezas en el bar de las esquina y se sientan en el sofá a comer una pizza. Yo confieso haber pasado horas devorando vídeos, viendo sick hands, jugadores cabreados en tilt o haciendo slow rolls, que al parecer es lo peor que puedes hacer en póquer aparte de pegarle un tiro en la nuca a Wild Bill Hickok.

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La otra noche, después de ver el quinto vídeo del "niño consentido del póquer", Phil Hellmuth, llamando idiota a un pobre jugador con un inglés muy justito, pensé: "¿Será muy difícil? Si sigo los mantras de mis héroes del póquer, como el mellado y paria de la droga Justin Schwartz, ¿puedo llegar a ganar tanta pasta como ellos? ¿Podría ser yo el próximo ganador de la World Series of Poker?".

Me bajé la aplicación Full Tilt, metí 40 euros y me preparé para darlo todo en un Hold 'Em. Pero antes tenía que prepararme mentalmente, y en póquer eso significa:

Bebidas energéticas a cascoporro

Foto vía Flickr

Cualquiera que tenga cerebro y carencia de vitamina D sabe que el único camino hacia el éxito en cualquier competición en línea pasa por estar dispuesto a jugar toda la noche. Si tu economía no te permite llevar una dieta estricta a base de cocaína, las bebidas energéticas son una buena alternativa. Para afrontar la noche de juegos que me esperaba, por primera vez en mi vida me bebí una lata de Monster que, por cierto, debo decir que está asqueroso. Después de tres sorbos, parecía que mis dientes hubieran adquirido sensibilidad.

Llevar gafas de sol

Al parecer, hasta el más mediocre de los jugadores se pone gafas de sol para completar su look "cara de póquer". Soy consciente de que era una partida por internet, pero también hay que tener agallas para enfrentarse a los demás digitalmente. No hay que olvidar que estás jugando con frikis del póquer, tíos que son capaces de notar cualquier temblor extraño en la rueda de tu ratón mientras sostienes una pareja de doses. Tienes que mantener la calma. Gafas puestas y lata de Monster ingerida. Estaba preparado.

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He aprendido de los mejores maestros, así que lo único que me faltaba ahora era:

Ser un capullo

Nunca había participado en juegos de apuestas, aparte de las porras que haces con los colegas para demostrar la fe ciega que tienes en tu equipo de fútbol. Pero esto era distinto; estaba jugando con dinero de verdad y tenía que ser un capullo. Ebrio de taurina y L-carnitina, decidí empezar la sesión con unas cuantas bromas para quedarme con mis contrincantes virtuales. Si lograba minar su autoestima lo suficiente, estarían menos dispuestos a responder a mis elevadas apuestas. Cierto es que había empezado apostando solo 20 dólares (y las apuestas ciegas eran de menos de un dólar cada una), pero qué leches, había que tirarse a la piscina en algún momento, ¿no? No se ganó Zamora en una hora.

Cabrear a tus contrincantes intentando adivinar sus manos constantemente

Durante la última década, el jugador de póquer canadiense Daniel Negreanu ganó seis pulseras en el World Series of Poker (WSOP). El tipo es como un loro que no para de hablar durante la partida. Su técnica para poner nerviosos a sus oponentes es, además de no callarse, intentar adivinar (normalmente con éxito) qué mano tienen los otros jugadores. Sin embargo, me di cuenta de que, sin mi potente voz de barítono y mi tono amenazante, la técnica resultaba un poco floja para usarla en la aplicación Full Tilt para Mac. Pese a ello, tenía que intentarlo o no me lo habría perdonado jamás.

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Pude sentir cómo el ninja y el pirata se acobardaban, y al perro le faltaban solo unos segundos para retirarse.

Pero esta técnica solo funciona cuando la aplicas más de una vez. Tienes que insistir. Eres un gurú del póquer, el Nostradamus de Las Vegas de internet, y tus oponentes harían bien en no intentar poner a prueba tus superpoderes, so pena de perder todo lo que tienen acumulado (una suma con la que podrías comprar, como mucho, una botella de Coca-Cola).

Sufrir una amarga derrota

Pese a la bravuconería de la que había hecho gala, no me estaba yendo demasiado bien. Incluso con un full de reinas y reyes que me hicieron sentir como el diplomático más guapo del mundo, el jugador que iba en cabeza me dio una real paliza, haciéndome sentir como el meadero humano del diplomático más guapo del mundo.

A esas alturas, mi ya exiguo capital inicial de 20 dólares se había reducido a unos tristes 4,48 $. Había decepcionado a mis héroes. Lo siento mucho, Daniel Negreanu, Wild Bill, "Action" Dan Harrington. Soy tan perdedor como los demás. Una escoria del póquer.

Ganarte la redención

Luego llegó mi racha de suerte. Conseguí recuperar algo y plantarme en los 16 $, pero a esas alturas mi percepción del póquer había cambiado irremisiblemente. Me encantaba la emoción que te embarga cuando ganas dinero, pero no tanto el vértigo que provoca perderlo.

Pensaba que ser un as del póquer se basaba en mucho humo y trucos de magia, mucho beber jarabes verdes y ser un gilipollas. Y probablemente así sea, pero, pero después de mi experiencia, aprendí una lección muy valiosa: que también se necesita habilidad, seguridad en uno mismo y confianza en tus oponentes.

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Me retiré a tiempo, antes de acabar sumido en el abismo lúdico que ha consumido a tantos otros.

Es broma, lo perdí todo.

@joe_bish

Traducción por Mario Abad.