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Cultură

​Fui al casting de Juego de Tronos en Girona

Café, grandes colas e interminables conversaciones de madrugada.

Estos tipos también fueron a un casting de Juego de Tronos, pero en Osuna. Puedes leer el artículo aquí.

Esta es la historia de cómo llegué a dormir en un parque de Girona cual fan de Justin Bieber buscando una oportunidad para que se viera algún trozo de mi ser en Game of Thrones.

Todo comenzó el viernes al mediodía después de la típica siesta veraniega tras salir de fiesta. Me metí en Facebook y para sorpresa mía, entre indirectas y fotos de gatitos que buscan Likes, encontré el anuncio del casting de Juego de Tronos en Girona, al verlo decidí que tenía que ir, sí o sí, a partir de ahí lo difícil fue encontrar a gente que diera el perfil del casting y que estuviera tan pirada como yo para viajar a Girona al día siguiente y pasar la noche allí.

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¡Ahí apareció Iván! ¡El gran compañero! Lo llamé y su respuesta fue un sí directo así que quedamos en que al día siguiente le avisaría para salir. Con el colega ya seleccionado, el paso siguiente era buscar transporte y gracias a la fantabulosa app de Blablacar, encontramos a un tío que iba para Francia pero pasaba por ahí, quedamos con él a las 19:30 en la parada de metro de Glorias, todo perfecto.

El viaje en coche estuvo bien. El conductor era el protagonista de una historia de amor entre dos realidades, su novia vive en Barcelona y él en un pueblo con nombre peculiar acabado en "les Bains", a su derecha estaba otra chica que se dirigía a Perpiñán y que tocaba el violín en un festival del pueblo donde vive nuestro anterior personaje, a mi derecha un señor de unos 50 años enamorado de Sevilla y con un acento de haber pasado por ahí una temporada, a mi izquierda el colega Iván. Fue un viaje ameno en el cual se tatarearon canciones e Iván y yo intentamos arreglar un móvil sin llegar a hacerlo.

Total, llegamos a Girona y ahí al parque de la Devesa, el cual tiene unos árboles gigantes y unas piedrecitas muy duras, como luego comprobamos. Cuando llegamos había una hilera de vallas enorme y al final gente ya instalada para pasar la noche, llevaban de todo: tiendas, neveritas, esterillas, sofás, sacos de dormir, etc. En ese momento Iván y yo nos arrepentimos de no a ver sido previsores y solo haber llevado un jersey el cual, para no sentirnos tan mal, instalamos en el suelo antes de sentarnos encima.

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Foto por el autor

Una vez instalados decidimos ir a por provisiones adicionales a nuestros bocatas de casa, así que fuimos al badulaque más cercano a pillar unas litro. En eso de ir buscando el badulaque nos encontramos a dos chavales que también estaban acampando con los cuales socializamos, no me acuerdo de sus nombres pero a uno lo llamaremos Chuck por la barba que llevaba y al otro abogado, ya que estaba en último de derecho. Con Chuck y abogado encontramos el badulaque y pillamos lo necesario para pasar la noche, una vez ya con todo nuestro campamento establecido y con provisiones, decidimos socializar un poco con la gente de nuestro alrededor. A nuestra derecha teníamos a gente de comunicación audiovisual con quienes jugamos a un juego llamado Tótem y al que perdí ya que a oscuras y con pocos reflejos la dificultad aumenta. Nos hicimos bocatas estilo Cómo conocí a vuestra madre con las herramientas de los que se encontraban a nuestra izquierda mientras ellos se preparaban los suyos propios.

Así de tranquila transcurría la noche y ya era la 1 de la madrugada, a partir de ahí la gente comenzó a caer, veías una fila entera con gente en el suelo sobando en medio de un parque de Girona y aún seguía llegando gente, por la presión de grupo colectiva me tenté a dormir pero fue prácticamente imposible debido a la poca preparación con la que llegamos a Girona y que las piedras de los parques son horribles para dormir.

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Tras una hora intentándolo me fijé en lo que hablaban un grupo que se había formado a mi izquierda. Era una ponencia bastante interesante y mataneuronas sobre sexo, sexualidad y género, así que decidí unirme ya que la conversación se desarrollaba de manera interesante y la chica era guapilla. Aparte de esto, en el simposio improvisado se trataron temas como fobias, el éxtasis de Santa Teresa, sexo con caballos… En fin, esa noche después de llevar 3 o 4 horas hablando con gente que no conocía de nada de temas tan trascendentales, sentí en el nirvana, puede ser eso o que el cansancio y el aburrimiento hacía mella.

Foto por el autor

Así se desarrolló todo hasta llegar a las 5 de la madrugada cuando comenzó a iluminarse todo y aun así la gente seguía llegando. Yo afirmaría que ya íbamos por las 800 personas en la cola, a las 7 comenzaron a abrir los bares cercanos y se veían personas e ir y venir con muchos cafés en las manos, después del café matutino la gente comenzó a desmontar el campamento y se empezaba a intuir una cola la cual desde nuestra posición no tenía fin.

Después de dos horas más sin mucha chicha ya que más que para Juego de Tronos el casting parecía que fuese de The Walking Dead, llegaron los medios, que grababan la cola, entrevistaban a un chaval que se había traído un sofá, grababan la cola, sofá… Y así sucesivamente.

Y así hasta las 9, la hora establecida para el inicio del casting, en la que unas 300 personas que formábamos la cabeza de fila salimos corriendo hacia la entrada de la Fira de Girona ubicada en el parque de la Devesa. A partir de ahí fueron 5 minutos de cola en los que nos dividían por grupos de diez y nos colocaban en fila India para hacer la primera criba.

A Iván y a mí nos hicieron pasar a un grupo ya formado, donde nada más llegar sin ni siquiera parar de caminar nos dijeron "lo siento" y todo el grupo fuera, sin ni siquiera poder pararnos a que nos miraran y vieran nuestro perfil. Sin aún entender lo que estaba pasando, llegamos a una salida del recinto ferial de Girona donde se encontraban todos los que habíamos sido desestimados en el casting. Gente llorando y quejas grupales por doquier.

Iván y yo decidimos ir a desayunar y volver a Barcelona.