El hombre que pudo matar a Hitler

"En 1939, la mayoría de la gente no quería ver lo que estaba pasando a su alrededor. Alemania tenía una situación económica mala, la gente se preocupaba, básicamente, por comer y tener una vivienda. El país había sufrido la humillación del Tratado de Versalles y había resurgido, tenía el ejército más potente del mundo entero. Y este personaje supo ver la realidad y eso es algo insólito". ¿De quién habla el director de cine Oliver Hirschbiegel? De alguien que pudo cambiar la historia, evitar el Holocausto, matar a Hitler y hacernos la vida más feliz a todos. Pero fracasó.

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A este fracaso y a su protagonista, Georg Elser, dedica Hirschbiegel. El director que retrató las últimas horas de vida del Führer en El Hundimiento (con ese Bruno Ganz dominando el papel de loco dictador) nos cuenta ahora cómo este tipo fracasó en su intento de matar a Hitler y a los principales jefes nazis durante un mitin en Múnich, en 1939. Hubiera cambiado el rumbo de la historia. Sin duda, pero fracasó y acabó sus días cinco años después en el campo de Dachau. Y también nos habla de cómo Alemania asumió en silencio el ascenso del partido nazi.

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"Bueno en 1939 no existía, prácticamente, la resistencia. Todos los que estaban en contra del movimiento habían abandonado el país o se callaban por miedo. El único miembro de la resistencia en ese año era un ebanista sin importancia de un pequeño pueblo que se llamaba Georg Elser. Él, como buen visionario, se adelantó a lo que iba a pasar con el movimiento nazi. No sólo en Alemania, sino en el resto de Europa y en el mundo entero. Él lo dijo en el interrogatorio: 'El mundo entero se hundirá en un gran incendio'. Este hombre es un enigma, algo insólito. Con coraje y valor como ciudadano. Hay pocas personas en la Historia como él, hoy en día tenemos a Edward Snowden. Igual que George, él dijo: 'Yo no puedo vivir sabiendo que se está engañando al pueblo, que se está mintiendo. Tengo que hacerlo público, aunque mi vida acabe'. George tiene que matar a Hitler, aunque odia la violencia, porque es la única manera de impedir que avance el mal. Solamente el asesinato podía parar a esta persona".

"En el momento del atentado, el movimiento nazi era tan fuerte como el carisma de su líder, de Hitler. Todas las cabecillas estaban con él la noche del atentado. Solamente faltaban Bormann y Goering, ellos no estaban. Goering era militar y era muy popular, pero no tenía el carisma de Hitler y tampoco tenía la determinación que tenía Hitler. Ya había anexionado Polonia, así que el movimiento hubiera avanzado, seguro que Goering hubiera atacado Francia, porque esos planes ya existían, pero no hubiera habido Segunda Guerra Mundial, ni Holocausto. Si hubiera tenido éxito el atentado, el movimiento nazi hubiera sido una dictadura paramilitar de derechas, pero se hubieran salvado 50 millones de personas. La bomba atómica la habrían inventado de todas formas".

"Hay una parte de la familia de Elser que se niegan a hablar, porque después de que lo apresaron a todos los hombres de su pueblo los mandaron al frente. Allí no hay nadie que no tenga familia que no haya muerto, así que lo odian y lo consideran un traidor que provocó un atentado. Pero también hay gente, como su sobrino, que era un niño entonces, o su hija y otros familiares que pudieron proporcionar información. Las mejores fuentes para nosotros eran cartas anteriores que teníamos de Elser".

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"En Alemania no hay heridas abiertas, nadie se enfrentó al nazismo. Alemania se enfrentó a todos los demás y derramó su sangre. Nosotros admitimos nuestra culpabilidad e intentamos vivir con ella de una forma normal. Nosotros no tenemos heridas, las tienen los demás. La situación en España o EUA es distinta, se enfrentaron dos bandos. Hermanos luchando entre ellos, pueblos enfrentados y, a veces, entre las mismas familias. Eso es otra cosa".

"Esta película, al contrario que El Hundimiento, no gira alrededor de Hitler, gira alrededor de los principios del movimiento en Alemania, en las zonas rurales. Mi intención era presentar y contar la vida en esos lugares de una forma que no se ha hecho todavía. Sólo lo habían hecho en las películas nazis, el movimiento se apropió de esta realidad de los pueblos, manchándola y ensuciándola. Y, por encima de todo, estaba el ejemplo universal de lo que implica tener coraje como ciudadano".

"Creo que no es realista hablar de fascismo en Europa. Creo que sería mejor hablar de sistema restrictivos, que sólo llegan a plasmarse cuando la gente los vota. Yo no puedo llegar a imaginarme una situación de levantamiento violento ahora mismo. Pero sí que veo que hay fracciones conservadoras de derechas representadas en el Parlamento. Me atrevo a pensar que los españoles han aprendido la lección, hablando de democracia. Cuando Franco llegó al poder con la ayuda de los alemanes, en España había un ejército gigante que luchó contra el franquismo. En Alemania eso no existía, no había resistencia".

"Sólo he rodado una película en EUA y no fue una experiencia muy agradable ( Invasión, con Nicole Kidman y Daniel Craig). Económicamente sí fue bastante bien. Las otras dos fueron en Irlanda y en Inglaterra, sobre la vida de Diana, pero los ingleses la odiaban. Y a mí me gustaba como historia de amor (risas). Luego a Estados Unidos volví para hacer Turn, con Jaime Bell, para la AMC, la de Breaking Bad. Y esta experiencia sí fue realmente agradable. Me siento un director europeo-internacional".