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Caminé hacia su departamento y vi que la puerta estaba abierta. Me imaginé que estaba limpiando o, como soy una persona muy ansiosa, muerto. Cuando me acerqué, lo vi recostado en el sillón recibiendo una chupada de un hombre obeso y mayor.
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Después de mi pésima cita, traté de seguir siendo un culero pero se presentaron muy pocas oportunidades. Claro, siempre estaban las clásicas, como poner mi pie en el asiento frente a mí en el cine, ignorar a unos cuantos en una conversación grupal o usar más espacio del que necesitas para estacionarte en la calle. Pero en general, seguí con mi vida normal, sin provocaciones.Si tuviera que citar uno de esos momentos mundanos, sería el del gimnasio. Hago CrossFit (algo que, por naturaleza, me vuelve un pendejo). Un día, durante un ejercicio de pareja, mi compañero se la pasó diciendo que no sabía usar la máquina de remo. Después de muchos "consejos", le grité que se los metiera por el culo. Después del ejercicio, me preguntó "¿Por qué me gritaste?" como niño que no entiende por qué lo regañaron. Misión cumplida.Mi perfil de citas en línea, que antes incluía una foto de mi rostro y una descripción normal y amable de lo que me gustaba y lo que quería, cambió a una foto de mi pecho y una descripción que decía: "Dudo que me vayas impresionar. Solo enseño mi rostro si se me da la gana. Si no respondo, trata de comprender la indirecta".Hubo muchos que me dijeron que era un pendejo por mi perfil (y se enojaron todavía más cuando no les respondí). Pero también recibí mensajes de muchos tipos de la "élite" que nunca me habrían hecho caso con mi perfil anterior. Le seguí la corriente a unos, ignoré a otros (en especial a los más arrogantes) y descubrí que un poco de misterio y una dosis de actitud te puede llevar muy lejos.Aun así, después de una semana de ser abiertamente hostil, intencionalmente exclusivo y expresamente arrogante, terminé exhausto. Puedo decir con honestidad que prefiero ser amable. La atención fue divertida y el sentimiento en general fue increíble pero creo que el deseo de ser aceptado y respetado lo supera todo. Además, si no eres parte de la "élite", tienes más gente de quién burlarte, algo que se disfruta mucho más que ser un culero en silencio por diversión.Sigue a H. Alan Scott en Twitter.