Fuimos a una orgía de diez días en Berlín

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Fuimos a una orgía de diez días en Berlín

La gente camina por todo el lugar y se dice cosas al azar que son cada vez más sucias y sexys.

Dos hombres desnudos de 30 años de edad se están correteando alrededor de un montón de tiendas. El viento levanta su cabello. Una mujer desnuda está sobre un hombre desnudo, que está acostado en un colchón en medio de un campo. Una pareja de cincuenta y tantos está sentada en un columpio de jardín. No se ven ni se tocan pero hablan en voz baja. A diferencia de la mayoría de los presentes, están totalmente vestidos a pesar de que hace mucho calor. Traen pantalones, calcetas, zapatos, suéteres, todo.

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Durante los últimos nueve días, 150 personas ocuparon parte de una granja al sur de Berlín para participar en el festival Art of Love. A los recién llegados se les pide que no se quiten la ropa hasta llegar al establo que está en medio de la propiedad para no escandalizar a los vecinos. Atrás del establo, la mayoría de la gente está desnuda y teniendo sexo al aire libre.

Los organizadores del festival prepararon un vestidor para los que quisieran experimentar con la ropa del sexo opuesto pero eso casi siempre pasa de noche. Durante el día, los invitados prefieren andar desnudos o con el cuerpo pintado. Quien sabe por qué pero muchos hombres se pintaron todo el cuerpo azul menos el pene. Ese se lo pintaron de rojo.

El horario de los diez días está lleno de talleres. Por sólo 600 euros (13 mil pesos), los participantes pueden intensificar sus sesiones de sexo en público con clases de respiración orgásmica, mensajes prostáticos y el sentido del olfato. Al mismo tiempo, hay también una orgía llamada 'Le Partouze'.


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A Konstantin Stavridis se le ocurrió la idea de organizar un festival sexual cuando él y su esposa compraron esta granja hace tres años. La pareja, junto a los otros tres organizadores, ve su concepto como una alternativa al sexo anónimo y rápido en la gran ciudad, así como a la monogamia. "La palabra clave es libertad", dijo Konstantin, quien se considera un 'líder comunitario'. "Aquí todo se permite, siempre y cuando no dañe a nadie más", continuó.

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Quizá todo se permita pero no todos están invitados. Parte del trabajo de organizador es revisar solicitudes y llamar con antelación a cada participante para hacer una serie de preguntas con el fin de averiguar si su motivación es la correcta. La mitad de los asistentes son miembros de "la comunidad" —lo cual significa que son amigos o conocidos de los organizadores—. Muchos de ellos se dedican a promover el bienestar sexual y trabajan como instructores tántricos, sicólogos, actores y masajistas. El resto solo es gente que casualmente encontró la página y se inscribió. ¿Lo habrán hecho porque querían ponerle pito a las normas sociales o simplemente porque querían coger mucho? Creo que eso es lo que vine a averiguar.

Finn, de 26 años de edad, es el más joven de los invitados; su cabello castaño está amarrado en una cola de caballo y sus uñas están pintadas de rojo. Lo veo sentado en el campo, pintando, y me acerco a preguntarle por qué vino al festival. "Mi novia y yo estábamos considerando el poliamor y llegamos a la página web", respondió. "Vimos fotos del evento del año pasado y se veía divertida. Vinimos en busca de alternativas a la monogamia que no impliquen ser infiel a escondidas".

Comento que todos a nuestro alrededor se ven mucho más grandes que él. "¿Tienes algún problema con la gente mayor?", me pregunta Finn. "Ayer tuve una experiencia muy sexy con una mujer de 57 años de edad. Jugamos y fue hermoso. ¿Qué tiene de malo?".

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Finn. Foto por la autora.

Al principio, Finn pensaba que todas las pláticas eran demasiado "new age". Al parecer, cada mañana, más de 100 personas desnudas se sientan en un círculo en una carpa blanca y discuten cualquier problema que haya surgido el día anterior —celos en tríos, complejos de apariencia física o si hubo alguien que rebasó los límites—. Pero en el día nueve, Finn se siente totalmente cómodo con todo lo que pasa en Art of Love.


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Finn afirma que el tiempo que ha estado aquí le ha permitido explorar su sexualidad. "Una noche, me puse un vestido negro de piel", dijo. "Después, me senté junto a Seani Love —un güey enorme y velludo— y me preguntó qué culo azotar. Sin pensarlo, me incliné en su regazo y empezó a nalguearme. En ese momento, no había otra cosa que quisiera más que estar ahí, con él". La novia de Finn, que está acostada junto a nosotros, dice que los nuevos avances de Finn la están poniendo nerviosa.

"Al principio, todos los gemidos alrededor me excitaban pero ya perdieron su efecto", dijo Nina, otra mujer que conocí. 'Nina' no es su verdadero nombre pero le preocupaba que su jefe se enterara de que había estado en Art of Love. En el primer día del festival, Nina conoció a Daniel, un hombre que iba pintado de verde. Se conocieron mientras montaban su tienda de campaña y desde entonces solo han tenido sexo entre ellos. Daniel lleva todo el día corriendo por el campo con más gente pintada.

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Lo que Nina aprecia de la experiencia es que le ha ayudado a sentirse más fuerte como mujer. Participó en exposición de vulvas que consistía en que un grupo de mujeres tenía que acostarse, abrir las piernas y presentar su vulva. El público debía sentarse frente a cada mujer durante cinco minutos y observar su vulva. "Desde que llegué, me siento mucho más segura de mí misma. Pero si mis compañeros preguntan dónde conocí a Daniel, les voy a decir que en un festival musical en Berlín", dijo Nina.

Decido checar a algunos de los talleres y entro a una tienda donde se está dando el taller para hablar sucio. La gente camina por todo el lugar y se dice cosas al azar que son cada vez más sucias y sexys. Afuera de la tienda, dos hombres y una mujer están parados bajo una regadera de la que brota agua fría. La mujer está nalgueando a uno de ellos.

Hoy es la última noche del festival y todos esperan que las cosas se salgan de control. Por lo visto, en la ceremonia de clausura se va a presentar una estrella porno con su dildo. "No sé qué voy a hacer cuando se termine el festival", dijo uno de los hombres en cuanto salió de la regadera. "Creo que me voy a quedar a vivir en la granja".


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Konstantin parece estar de acurdo: "Sueño con que pronto haya 20 personas viviendo aquí", dijo. "Pero la vida cotidiana en la granja sería mucho más tranquila. El festival es una forma de que la gente se deje llevar y deje atrás el estrés de sus vidas ocupadas; no es necesariamente un estilo de vida. Veo a Art of Love como un proyecto de investigación sobre el amor libre. Todos vienen preparados para abrirse. Pero ya es el noveno día y, naturalmente, me siento un poco cansado"