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Cultură

El feminismo ambiguo de Game of Thrones

Desde sus inicios, la serie ha despertado polémica por su violencia explícita contra las mujeres. Al mismo tiempo, hay otras mujeres empoderadas que parecen subvertir los roles de género. ¿La están haciendo bien o no tanto?
Collage por Agustina Pachón.

El domingo pasado hordas de ñoños, y otros no tan ñoños, se reunieron frente a televisores y computadores alrededor del mundo para ver el estreno de la sexta temporada de Game of Thrones. La serie, que ya lleva cinco años al aire, ha provocado polémica desde el inicio por su violencia, su desnudez explícita y por representar temas controversiales como el incesto y la violación. Sobre todo la última.

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El 18 de mayo del año pasado, un día después del estreno del capítulo en que Sansa Stark es violada por Ramsay Bolton, The Mary Sue publicó un artículo en el que declaraba que no volvería a promocionar la serie, pues consideraba que la violación de Sansa había sido innecesaria y que no tenía ninguna función en la construcción de la trama. Otras publicaciones estadounidenses, como Vanity Fair, y varios espectadores —incluyendo a una senadora de Estados Unidos— tuvieron reacciones similares a las de este portal, e insistieron en que Game of Thrones había llegado a un punto de exacerbación de las situaciones de violencia sexual hacia las mujeres.

Pero un día después de que The Mary Suepublicara, recibió una respuesta en The Washington Post: un artículo titulado "Game of Thrones siempre ha sido un programa sobre violación". Su autora, Alyssa Rosenberg, aseguraba que si bien la escena de la violación de Sansa le había resultado "tremendamente desagradable", para ella era una pieza clave de la serie, a la que describió como "una historia sobre las consecuencias de la violación y la negación de la autonomía sexual".

Arya Stark. Todas las imágenes son cortesía de HBO.

En efecto, Game of Thrones ha sido desde el principio una serie sobre el arrebatamiento de la libertad sexual. Desde el primer capítulo Daenerys es violada por Khal Drogo, y se convierte en la primera de las protagonistas que serán víctimas de violación. Sin embargo, la serie está atravesada por violaciones que han sido invisibles en la controversia: las mujeres violadas por los Dothraki; las violaciones que no se ven en pantalla (Elia Martell o Lyanna Stark); las violaciones al cuerpo masculino, como la castración de Los Inmaculados (o Unsullied), la de Theon Greyjoy o la de Varys. En fin.

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Y mientras los detractores de Game of Thrones argumentan que la representación de tantas violaciones es innecesaria y nociva, hay espectadores que piensan que estas son producto del panorama exageradamente machista y patriarcal de la serie, lo que las convierte en piezas claves para ilustrar los efectos de una discriminación a la mujer. " Game of Thrones nos confronta con un mundo de violencia y patriarcado llevado al extremo, muestra las consecuencias horribles que este tiene", me dijo Catalina Ruiz-Navarro, periodista concentrada en temas de género, cuando le pregunté qué opinaba de la violencia contra las mujeres en la serie.

Y si bien, como me dijo Catalina, no tiene sentido hacerle exigencias morales a una serie de televisión que no tiene pretensiones educativas, Game of Thrones sí llega a dar algunas lecciones sobre los roles de las mujeres y sobre la manera en que se han representado en televisión. Así lo cree Margarita Martínez, una filósofa e historiadora que trabaja en el área de género en Dejusticia, un centro de estudios sociales y jurídicos que promueve los derechos humanos en Colombia. "La serie está construida en un contexto absolutamente restrictivo, especialmente para las mujeres. Pero lo interesante de la serie es que en medio de ese contexto se dan formas de empoderamiento, y hay personajes femeninos —como Daenerys y Cersei— que tienen mucho poder en la serie".

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Cersei Lannister.

Aunque es claro que la autoridad y el poder en Game of Thrones están en manos de hombres, hay personajes femeninos que se han abierto camino y que se han puesto en el centro de la política en el mundo de George R. R. Martin. Ese es el caso de Daenerys, qu e ha liderado la conquista de una gran parte de Essos, y de Cersei, qu ien a pesar de no haber estado directamente en la posición de poder , ha tenido incidencia directa en el destino del reino.

Para Catalina y para Margarita, las mujeres de Game of Thrones se han empoderado de dos formas. Por un lado, están las mujeres que han asumido roles típicamente masculinos y que desde allí han transgredido su rol de género . Es decir, mujeres que adoptan actitudes estereotípicamente masculinas, como liderar una batalla, pelear con una espada o viajar sin compañía. Ese es el caso de Daenerys, de Arya y de Brienne, quienes han dejado de ser figuras pasivas y típicamente femeninas para convertirse en líderes o gestoras de su propio destino y sus propias decisiones.

Y por otro lado, están las mujeres que se han quedado en roles tradicionalmente femeninos, pero que de una o otra manera los han subvertido desde adentro para acceder al poder. Están, por ejemplo, Cersei y Margeary Tyrell. Ellas se quedan de compañeras de la figura masculina en el poder, como madre y como esposa, pero desde allí usan su cuerpo, el sexo, su apellido y su estatus social para influenciar y dirigir el rumbo político del reino.

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Brienne of Tarth.

En todos los casos, son mujeres que si bien han sido víctimas por estar en un mundo en el que ser mujer es una desventaja, han resignificado su rol para volverse personajes que ya no son simplemente acompañantes en una historia de hombres, sino que tienen su propia historia y misión dentro de la serie.

Y aún así, las formas en que estas mujeres se han empoderado no dejan de ser problemáticas, según me dijo Margarita, pues siguen partiendo y estando atravesadas por lo masculino: tienen poder por estar casadas con un hombre, por ser madres de un hombre, por tener un séquito de hombres o por asumir la actitud de un hombre. "Es bastante problemático que ese empoderamiento sea en términos de los hombres, pero eso no significa que no estén empoderadas en lo absoluto, sino que se han apropiado de los recursos que tienen a la mano, porque no tienen más", me dijo Margarita.

Aunque para ella no hay un empoderamiento absolutamente transgresor frente a los roles de género en la serie, el hecho de que en medio de un panorama de guerras y reinos liderados por hombres haya varias mujeres independientes persiguiendo sus propias ambiciones es una propuesta interesante. "Acá por lo menos nos están mostrando una variedad de personajes femeninos que no son sólo el interés romántico de alguien. El hecho de que yo pueda hacer un quiz de Buzzfeed para saber cuál mujer de Game of Thrones soy, me dice que ya estamos haciendo una apuesta por la diversidad de personajes", me aseguró Catalina.

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Daenerys Targaryen y Missandei entre los Inmaculados.

Sin embargo, la cuestión de si Game of Thrones está haciendo las cosas bien o mal frente al tema de género es un debate complejo en el que no es fácil optar por un lado o el otro. Si bien la serie sigue abriéndole espacios de poder a las mujeres —como lo que ya se empieza a gestar en Dorne con las Serpientes de Arena—, continúa siendo bien difícil decir que la serie empodera a las mujeres teniendo en cuenta, por ejemplo, la forma en que ha representado la desnudez.

Recientemente la revista SoHo realizó un conteo de cuántas tetas han aparecido en Game of Thrones en sus cinco temporadas, y más allá de lo vacuo o sensacionalista del ángulo de la revista frente al tema, su conteo refleja sobre todo la forma en que los guionistas han decidido que los cuerpos que deben aparecer desnudos en la pantalla son mayoritariamente femeninos. Esto es evidente para cualquier seguidor de la serie: mientras SoHo contaba 66 pares de tetas en cinco temporadas, las veces en que se ha visto un pipí se pueden contar con una mano.

Hay ciertas decisiones de los guionistas, como hacer del cuerpo femenino el objeto de deseo por excelencia, que parecen hablar más del occidente contemporáneo que del Westeros seudo medieval. Sí, hay prostitutas mujeres, cuya desnudez podría sustentarse también en la lógica de machismo y patriarcado de Game of Thrones. Sin embargo, es curioso que los cuerpos que erotiza la serie parecen responder sobre todo a los estereotipos y al "gusto" de los cuerpos que se han puesto en el centro de las pantallas de nuestra sociedad.

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Margaery Tyrell.

Tanto para Catalina como para Margarita el valor de Game of Thrones es que constituye un reflejo de la sociedad actual: de las estructuras de poder, de autoridad, de cómo se entienden los roles de género y del tipo de entretenimiento que buscan las audiencias contemporáneas. La incomodidad o no que pueden causar las situaciones que componen la historia de la serie, más que reflejar la inmoralidad o la falta de criterio de sus escritores, hablan de cómo cada espectador decide relacionarse y discutir con situaciones reales y cotidianas como la agresión sexual.

Es responsabilidad y criterio de cada ñoño, o no tan ñoño, decidir cómo interpreta todo lo que está más allá de los castillos y los dragones.

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Tania todavía le tiene fe a la resurrección de Jon Snow. Cuéntele por acá si usted cree que se va a quedar esperando.