“Chinese Workers" retrata a los trabajadores chinos del siglo XXI

FYI.

This story is over 5 years old.

Fotos

“Chinese Workers" retrata a los trabajadores chinos del siglo XXI

"Chinese Workers" es una serie de fotos por el fotógrafo Rubén Bescos, que con un viaje de tres meses por ciudades y pueblos chinos, logró capturar los trabajadores de hoy en día.

Esta galería hace parte 'Photo España 2015'.

"Soy de Pamplona y me dedico a la fotografía de arquitectura desde hace tres años. Antes de eso estudié programación, administración y trabajé en todo tipo de trabajos mal pagados, algo que no ha cambiado desde que me dedico a la fotografía. Lo que sí ha cambiado es que ahora hago lo que me gusta. La fotografía de arquitectura no tiene nada que ver con mi trabajo personal; aun así, me encanta por la tranquilidad, por el tiempo que requiere y porque te permite viajar. La fotografía de exteriores es muy interesante por las circunstancias cambiantes, por la interacción con la gente, y porque trabajar al aire libre me mantiene despierto".

Publicidad

Rubén P. Bescos estará presente este año en el PhotoEspaña, el festival de fotografía más importante de España, con uno de sus trabajos personales: Chinese Workers. Se trata de un viaje en el tiempo y también físico que lo llevó tres meses a China para visitar "ciudades y pueblecitos", y descubrir un choque de culturas a través del retrato de la vida cotidiana de los trabajadores.

VICE: Cuéntanos, ¿en qué lugares de China desarrollaste este proyecto?

Rubén P. Bescos: El proyecto lo realicé durante un viaje de tres meses por China, donde visité Pekín, Pingyao, Xi´an, Shanghái, Shenzhe, Guillin, Hong Kong y otras ciudades y pueblecitos. Seguramente se podría haber realizado en menos de tres meses, pero el fin de este viaje no era solo fotográfico. La idea era realizar un viaje en el que pudiera experimentar un choque cultural de forma directa. Para ello nada mejor que convivir con gente de allá. Mediante couchsurfing (un programa en el que un extraño te presta su sofá para que te quedes unas noches) tuve la oportunidad de convivir y conocer la cultura de las personas que me alojaban. Es una experiencia enriquecedora para ambas partes. El choque cultural aparece apenas aterrizas. China superó mis expectativas y me sentí muy cómodo dentro del marco fotográfico. Veía grandes fotografías por todas partes. En realidad para mí, en muchos sentidos, fue una especie de viaje en el tiempo, un contraste muy grande entre la moderna civilización occidental y la cultura oriental milenaria que se vivía en los pequeños pueblos chinos (no tanto en las grandes ciudades).

Publicidad

¿Cuánto tardaste en hacerlo y cómo fue el proceso?

El proceso de realización del proyecto fue muy sencillo, llevaba una guía de viaje y visitaba lo que me parecía más característico e interesante. Pero también me gustaba bucear por la ciudad sin ningún rumbo. Me dejaba aconsejar mucho por mis anfitriones chinos, pero también por conocidos que habían estado y por varias páginas web y blogs que visité mientras preparaba el viaje. Viajé de norte a sur moviéndome en trenes modestos y muy baratos, aprovechando las noches para dormir en el tren. Viajando en tren conoces mucha gente, el espacio limitado crea situaciones en las que es necesario comunicarse. Es fácil comunicarse en inglés con los jóvenes o mediante señas con los más mayores. También llevaba una aplicación móvil que traducía español/chino, que me ayudó en alguna situación compleja… Tres meses dan para poco en China, de hecho quiero volver. La segunda parte de este proyecto, para el que estoy buscando financiación, es fotografiar a la élite de los trabajadores chinos.

¿Por qué Chinese Workers?

Sencillamente porque es lo que estaba a mi alcance, porque es lo que más me llamaba la atención y también por capturar algo que me recordaba tiempos ya pasados. Toda una oportunidad, como he dicho antes, un viaje en el tiempo. Sentía que no podía dejar escapar esas imágenes, como si fuera algo irrepetible. Quizá en unos años sea más difícil ver este tipo de escenas, por el ritmo al que crece China. Aunque confío en poder volver y capturar muchas más escenas pronto.

Publicidad

¿Cómo fue tu relación con la gente que aparece en las fotografías?

Fue sorprendente. Me llamó la atención que la gran mayoría no ponía problemas en ser fotografiada. Aunque muchos ni se enteraban, los que me veían incluso se ofrecían a posar o se reían. A algunos les enseñaba las fotografías directamente en la pantalla de la cámara, les encantaban. Tengo selfies con algunos de mis 'protagonistas'. La sensación que me llevo de China es de gente muy noble y trabajadora, sobre todo en las zonas rurales, gente que también sufre, que es feliz y que está perdiendo rápidamente sus raíces idealizando e imitando otras formas de vida más occidentales y arrasando su tierra por el camino. El 40% de los ríos está contaminado y nadie recomienda beber agua del grifo. No obstante mi visión está muy polarizada en determinadas zonas y gentes de china, creo que tengo mucho que aprender, por esto quiero volver. Mis fotografías no reflejan más que una pequeña parte de lo que es China, naturalmente. China es muchísimo más.