Altavoz día 2: patadas voladoras y boleo de mecha a lo que da

El domingo Altavoz nos recibió con sol, atrás quedó la bipolaridad de un clima que se debatía entre la brisa y la llovizna. La segunda jornada del festival de rock gratuito más grande la capital de la montaña estuvo marcada por la estridencia del metalcore paisa con Austin Phobias, el groove death metal de Vein, el hardcore paisa vieja escuela de 5D Menos y el hardcore punk visceral y violento de los californianos de Strife, quienes de una u otra forma fueron dándole forma y calentando los ánimos de una audiencia ansiosa por liberarse en aquel círculo de furia donde las patadas voladoras y acrobacias de todo tipo se encontraban en un mosh hermoso con la velocidad que Strife marcaba, en una presentación sencillamente brutal, con ese sonido crudo y pasional que motiva la catarsis en medio del pogo.

Caída la tarde, los sonidos del country, el blues y el rocanrol se tomaron el escenario pequeño de la mano de los Dead Country Brothers, Carlos Elliot Jr y el ensamble de Blues en Medellín, demostrando las exploraciones de este ritmo y el buen recibimiento de parte del público paisa. Mientras esto pasaba, el escenario principal le daba la bienvenida a la noche con la hipnótica y potente descarga de thrash metal de Nervosa, quien en medio de su gira latinoamericana se detuvieron en Medellín para mostrar la furia y el virtuosismo de este power trío femenino, que sin duda fue uno de los mejores actos de la noche en que además aprovecharon para repasar su discografía y recibieron el amor de su público cada vez que se alzaba el coro "Nervosa, Nervosa, Nervosa".

Luego de esto, un aura de nostalgia, melancolía y emoción se tomó la tarima principal durante el sentido homenaje de Kraken a su fallecido cantante Elkin Ramírez, El Titán. Durante una hora, los músicos de la banda y otros invitados como Sebastián Mejía de Tr3s de Corazón, Andrés Arce, Fortu Sánchez de Obús, Miranda Cardona y Alex Oquendo, le recordaron a las más de 10.000 personas que estaban reunidas en ese momento, la eternidad que significa el Titán, su legado y la huella que dejó en un par de generaciones que crecieron escuchando en su voz canciones como "No me hable de amor", "Sin miedo al dolor", "Silencioso amor", "Sobre esta tierra", "Muere libre", "Escudo y espada", o "Todo hombre es una historia", canciones que esta noche de domingo fueron coreadas y se elevaron para demostrarle el amor y agradecimiento a una de las personas más influyentes en la escena rockera colombiana.

Después de eso vendría y para ir cerrando la noche God of Lies, que se levantó con toda la fuerza del thrash death metal paisa y le fue calentando el público a los noruegos de Satyricon, quienes con una luna llena que se posaba en el firmamento de una noche despejada, nos dieron una descarga oscura, lúgubre y pesada de black metal que se debatía entre lo frenético y lo sombrío, mezclando la velocidad ruidosa con la cadencia lenta y tétrica.

Así, en medio de una descarga de ira y una sensación densa y oscura vivimos la segunda jornada del festival Altavoz:

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