A todos los nerds les llega su día

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Música

A todos los nerds les llega su día

La información no siempre fue tan sexy.

Recuerdo con vivacidad que durante mi paso por la escuela primaria existía una feroz persecución a los compañeros(as) que ostentaban con muy poco orgullo la insignia de "nerd". Esos chicos aparentemente lo pasaban mal: siempre solos, no eran invitados a las fiestas de cumpleaños, eran juzgados por sus gustos "extraños" y un sin fin de otras calamidades sociales. No pertenecían a la manada. Eran 'nerds'.

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Esa situación se repitió durante toda mi carrera estudiantil: personas que por sus gustos no eran aceptados por el resto del grupo de preferencias uniformes. Habría que señalar algo que es muy importante: los miembros del grupúsculo de 'nerds' no pretendían pertenecer a algún grupo. Estaban cómodos donde estaban. Vamos, no querían jugar fútbol, no querían reunirse a la salida de la escuela ni tampoco asistir a las fiestas del fin de semana. Se sentían bien en el lugar que ocupaban y no anhelaban otra cosa.

En términos de apariencia, creo que lo anterior, al menos dentro de la cultura pop, empezó a cambiar a mediados de los noventa cuando bandas de rock comenzaron a usar la parafernalia autorizada por los antes perseguidos: gafas de pasta, suetersitos y chalecos con dibujos geométricos y cortes de cabello llenos de sobriedad. Mi memoria tal vez falle mientras escribo estas líneas pero algunos líderes importantes de esa emancipación nerd fueron: Weezer y Blur. El look del nerd había sido reivindicado: El viejo Damon descubridor de nuevos océanos musicales siempre al servicio de la Corona Británica.

La realidad es que para conocer bien de un tema debes ser nerd. Tienes que estar apasionado por algo y darle la espalda a lo demás por una buena parte de tu vida. Los sabiondos de Star Wars no se hicieron de la noche a la mañana. No se diga los simpsonólogos del mundo. No, esos chicos invirtieron años viendo y volviendo a ver los productos que los fascinaban, buscando dentro de ese vasto elenco a los personajes más oscuros y con menos tiempo en pantalla para adorarlos con una devoción sin igual.

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Los nerds de verdad en el universo de la música son los coleccionistas de discos. Hay que recordar que los DJs de hip hop eran coleccionistas de discos que, para empezar su hábito, habían heredado la colección de sus padres con discos de Al Green, James Brown y Teddy Pendergrass. Eso es lo que empezaron a pinchar en las fiestas.

La naturaleza competitiva de las juventudes diyeis los llevó a buscar discos menos populares con pasajes para bailar mejores que los que hasta ese momento conocían. Pero la ambición y sed del nerd a ultranza no se detenía en encontrar esos discos poco conocidos: es sabido que los DJs de hip-hop, en un inicio, tapaban la 'galleta' del vinilo (la galleta es el centro del disco) para que su competencia (el DJ del barrio contiguo) no identificara y consiguiera el mismo vinilo. Así se las gastaban el Gran Maestre Centella (Grand Master Flash) y el Gran Hechicero Teodoro (Grand Wizard Theodore). La lucha era real.

La herencia de esos DJs originales ha sido transmitida de generación en generación: De Centella a Madlib, de Herc a Shadow y así hasta el Gaslamp Killer y Diplo. Josh Davis es el Espartaco de los coleccionistas de discos. Con Endtroducing…. y sus cientos de sampleos Shadow le quitó lo nerd al coleccionista. Ahá, de un día para otro era 'cool' tener los discos que había sampleado Davis. Bueno, no esos porque esos nadie los tenía más que él, pero soul y funk oscuro, psicodelia del Medio Oriente, percusiones brasileñas, afrobeat nigeriano… Los nerds que habían pasado años coleccionando discos que solo a ellos les interesaban pasaron a la vanguardia.

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Junto con Davis, otro de los nerds más influyentes de esta generación es el baterista de los Roots de Filadelfia: Ahmir 'Questlove' Thompson. Coleccionista de discos desde la infancia su libro autobiográfico Mo' Meta Blues es a los nerds lo que la Guerra de Guerrillas es a los movimientos de insurgencia clandestina en el mundo.

Conocer las fechas en que se realizó una sesión de grabación, el año de edición original, los nombres de los músicos de sesión involucrados e identificar con presteza un sampleo son solo algunos de los síntomas que se identifican en los nerds. Para conocer toda esa información se ha requerido tiempo. La labor va más allá de poner el disco en el tornamesa y la aguja en el surco, hay que leer toda la información que incluye el álbum y luego cruzar esa información con lo que ya se tiene para encontrar relaciones. Mierda tipo Facebook y sus algoritmos.

Esa labor de 'investigación' es lo que hace 'cool' a un coleccionista de discos. Comprarlos y tenerlos acomodados por orden alfabético o por sello es solo la mitad de la tarea. El nerd pura sangre en el universo de los coleccionistas de discos puede decirte con solo ver la tapa de un álbum que masters se utilizaron en esa edición.

Madlib

Ahora, no se confundan: conocer la existencia de las Hermanas Tonnika e identificar un sampleo utilizado por Madlib poseen el mismo grado de nerdez que es, por cierto, un grado muy elevado. Pero está genial conocer información que solo otros nerds como tú conocen: ese es el núcleo y esencia de la locura por algo: conocer más. Lo anterior no va a lograr que tengas relaciones sexuales con tu amiga de la que siempre has estado enamorado, pero al menos te dará esa satisfacción de poseer algo que nadie más tiene o comprende.

Si coleccionas discos o vas a empezar en esa linda labor date una vuelta en Revancha en Colima 110 o en www.revanchadf.com donde estoy seguro podrás saciar tus hábitos nerds.

FB: GranRevancha / Twitter: @revancha_df / Instagram: revancha_df