¿Chelero y gamer? Este lugar de la CDMX es para ti
Fotos por Paulina Munive.

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Ediciones VICE

¿Chelero y gamer? Este lugar de la CDMX es para ti

La cerveza azul de Megaman y la cerveza rosa de Peach, son las estrellas de la carta de Gamer Score.

El número 19 de la calle de Niza, en la Zona Rosa, no es el DeLorean, pero aquí se viaja en el tiempo. Escondido, después de un pasillo semioscuro, llegamos a un bar de colores estridentes y decorado con motivos de videojuegos retro: en las paredes están los clásicos bloques de ladrillo de Mario Bros, las mesas tienen forma de controles de NES y en las paredes hay apiladas varias maquinitas con cientos de juegos. Este paraíso para los gamers tiene menos de un año de haber abierto, pero ya es de los favoritos de quienes buscan chelear y comer a gusto en un entorno en el que los videojuegos son el tema central.

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Ataviado con una playera de Tetris, Eric Torres no niega su filiación por los juegos de la vieja escuela. Él es el encargado de darme la visita guiada por este templo del frikismo. En una mesa con la forma de Pac-man, nos acomodamos para platicar.

VICE: ¿Qué es lo que distingue a este bar de otros sitios de videojuegos que existen?
Eric: Lo que más ha llamado la atención es que aquí se junta lo mejor de dos mundos: beber, comer y videojuegos. Al crear Gamer Score quisimos hacer un lugar donde todos los gamers se sintieran a gusto y lo logramos. Y aunque este es un bar, tampoco es necesario beber alcohol para pasarla bien: tenemos malteadas, hot dogs gigantes y la consentida de la carta, la pizza artesanal. No hay reunión entre cuates sin una buena pizza.

Me llama la atención que en este momento veo más parejas que grupos de amigos.
Sí, sin duda. Cuando saben que su novio o su novia son fans de los videojuegos, los traen en actitud de: “mira, como sé que es algo que te gusta, te voy a llevar a un lugar especialmente para ti”. Nosotros decimos que esto es una incubadora de novios, porque si tienes una pareja gamer y la traes, quedas bien [risas].

Pero es muy variado, vienen parejas, pero también grupos de amigos, incluso Godínez que a la hora de la comida o después de que salen de trabajar, nos visitan. Es muy chistoso, porque a veces vienen grupos únicamente de amigas, como a hacer su ladies night y se la pasan súper. El único requisito es que les gusten los videojuegos, que es el punto central de la experiencia que ofrecemos.

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¿En las consolas sólo hay juegos retro?
No. Tenemos un montón de juegos vintage, como Super Mario Bros, Pac-Man, todo lo de King of Fighters; todas esa maquinitas que jugábamos cuando estábamos más chavitos, pero también juegos más nuevos. Tratamos de estar actualizados para que haya de todo y para todos.

¿Cuáles son los que juegan más?
Es clásico que vienen y arman la reta de FIFA. Vienen también a jugar King of Fighters, ¡se ponen súper intensas esas retas! Mucha gente viene también a jugar Mario Kart; todo lo que es de Mario lo juegan mucho. Otras retas que se ponen buenísimas son las de Smash Bros, ¡se alocan bastante!

¿Tienen eventos especiales de algún tipo?
Armamos torneos de diferentes juegos. Esos días el lugar se llena y se arma un ambiente súper padre. Los fines de semana tenemos banda en vivo, para quienes además de ser gamers, son rockers. De hecho el último fin de semana de cada mes, viene una banda que toca exclusivamente música de videojuegos: tocan las rolas de Zelda, de Mario Bros, de Street Fighter y se pone muy muy sabroso.

En sus publicaciones en redes sociales vi que postearon una cerveza rosa y una azul.
¡Es correcto, y es como la marca de la casa! Mucha gente viene sólo por conocerlas, porque son muy visuales, muy llamativas. La cerveza rosa es la “Cerveza Peach” y la azul es la “Cerveza Megaman”, inspiradas en dos personajes icónicos de los videojuegos. ¡No puedes venir e irte sin probar la cerveza de colores!

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¿Y cómo ha recibido todo esto la comunidad gamer?
Muy favorables, por fortuna. Por ejemplo, cuando hicimos uno de los torneos, vino desde Estados Unidos uno de los mejores jugadores de Smash Bros a nivel mundial y todos estaban alucinados. También es un lugar donde mucha gente viene a hacerse sesiones de fotos, porque como puedes ver, el lugar llama mucho la atención.

¿Y se vale venir a tomarse fotos?
¡Claro que se vale! Los cosplayers son también parte de nuestros visitantes asiduos. De hecho tenemos una promo de que si vienes de cosplay de pies a cabeza te regalamos una bebida y un platillo individual. Es por eso que se arma tan bueno el ambiente: vienes, te diviertes, incluso te tomas fotos y te la pasas bien.

¿Qué los motivó a crear un lugar como este?
Siempre pensamos en hacer un lugar que a nosotros mismos nos gustara, un sitio donde quisiéramos estar y repetir, donde traer a los amigos. Además tratamos de evocar la nostalgia: ¿a quien no le gustaría regresar en el tiempo? Este es un lugar para que te acuerdes de aquellos tiempos cuando te ibas a las tortillas y te gastabas el cambio. Que veas un juego y digas, “¡no manches, ese juego yo lo jugaba cuando era niño!”

Es como darle una palmadita al niño interior entonces.
Exacto, al niño interior hay que consentirlo. De repente uno piensa en esos años y se da cuenta de qué tan felices éramos. Es esa felicidad la que tratamos de despertar y creo que lo logramos. La gente de verdad llega, ¡y después ya no se quiere ir! Dicen “ya me voy” y se quedan otro rato: se regresan, se toman fotos, se echan otra reta y cuando los ves ya se quedaron otra hora o incluso más.

Y justo es lo que me pasa a mí: después de probar la pizza artesanal, una malteada de fresa —espesita y con mucho helado, como debe ser— y de echarme unos juegos de King of Fighters y de Dr. Mario, ya siento que mi niño interior demanda volver. Ojalá uno pudiera quedarse indefinidamente en este bar de la Zona Rosa, un búnker de la nostalgia donde uno vuelve a saborear viejas glorias. De repente, en este galerón a media luz, uno regresa a aquellos tiempos infinitamente más sencillos en los que nuestro adversario no era ese que votó por un partido político diferente, sino aquél que osaba ponerse junto a nosotros en la maquinita y trataba de ganarnos la reta.

@PaveloRockstar