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Las aves solían ser enormes

Desde pingüinos gigantes hasta loros de gran envergadura, las aves de tamaño humano solían deambular por la tierra. ¿Qué les ocurrió?
Aves gigantes extintas

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Hace millones de años, las aves que deambulaban por la Tierra habrían dominado a los humanos modernos y hubiesen pesado más de 450 kilos.

Recientemente, los científicos descubrieron fósiles de aves que hoy no esperaríamos que fueran tan grandes: loros prehistóricos de un metro de altura, pingüinos del tamaño de personas y otras aves más misteriosas. El conocimiento de que el mundo antiguo era el hogar de especies de aves de gran tamaño no es exactamente nuevo. Pero este reciente lote de fósiles de aves gigantes nos presenta una interrogante: ¿por qué estas aves eran tan enormes y qué les ocurrió?

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Aunque usar solo un pequeño fragmento fósil para mirar millones de años en el pasado es un asunto complicado, los paleontólogos atribuyen el éxito de muchas de estas aves extremadamente grandes a la ausencia de competencia o depredadores.

Nueva Zelanda, hogar del loro y el pingüino gigantes recientemente descubiertos, fue un semillero de aves de gran tamaño. La isla fue alguna vez el hogar de enormes especies aviares ahora extintas, incluido el Moa de 3.6 metros de altura (un ave que no podía volar parecida a un emú, pero que estaba más estrechamente relacionada con el tinamú moderno).

"La isla estuvo libre de depredadores mamíferos más grandes durante mucho tiempo y es un hecho conocido que muchos grupos de aves tienden a perder sus capacidades de vuelo y se vuelven grandes si hay poca o nula presión por parte de los depredadores", mencionó en un correo electrónico Gerald Mayr, uno de los investigadores que analizaron los huesos de los pingüinos gigantes.

Los pingüinos gencontrados tanto en la Antártida como en Nueva Zelanda, evolucionaron unos cuantos millones de años después de que los dinosaurios se extinguieron junto con los grandes reptiles marinos. Sin competencia, los pingüinos, como otras aves isleñas, pudieron alcanzar un gran tamaño y dejaron atrás su necesidad de volar sin el temor de convertirse en almuerzo.

La ventaja exacta de ser tan grande es difícil de determinar. Según Mayr, ser un vertebrado grande podría ayudar con la termorregulación y la pérdida de calor. De acuerdo con Trevor Worthy, uno de los investigadores que encontró evidencia del loro gigante, estas aves pudieron llenar el nicho ecológico que los mamíferos suelen llenar, incluido el consumo a granel de alimentos de baja energía.

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Sin embargo, un problema para estas aves isleñas fue que probablemente eran un poco perezosas. "Creo que la mayoría de las aves enormes de las islas solo eran grandes, no rápidas ni feroces", dijo Worthy en un correo electrónico.

Debido a que su principal adaptación evolutiva era su tamaño, su población empezó a decaer con la llegada de otros competidores más feroces. Para muchas aves isleñas, dicho competidor fue el humano, quien cazaban aves directamente y comenzó a capitalizar sus recursos. Las aves más rápidas, como el emú y el avestruz, pudieron sobrevivir a pesar de la nueva competencia.

En el caso de los pingüinos gigantes, que buscaban comida en el agua, las ballenas dentadas y los pinnípedos llegaron a la escena millones de años después y probablemente los llevaron a la extinción al superarlos.

El caso es ligeramente diferente para el Pachystruthio dmanisensis, un ave gigante descubierta en Crimea y la más grande jamás encontrada en el continente europeo. Coexistió con los grandes mamíferos a diferencia de las aves isleñas, pero los investigadores piensan que probablemente era rápida, una ventaja evolutiva adicional.

A pesar del impresionante tamaño de estas aves antiguas, los esqueletos enteros de los pingüinos gigantes no son abundantes en el paisaje. La mayoría de estos descubrimientos están basados en pequeños fragmentos fósiles, como un hueso o una parte del cuerpo. Worthy atribuyó estos descubrimientos a paleontólogos dedicados y un poco de suerte.

"Es una cuestión de casualidad y oportunidad", dijo Worthy. “En los últimos 100 años no había investigaciones tan profundas y regulares como las de ahora. Este esfuerzo es recompensado".