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Música

Los 10 mandamientos del perfecto productor

No recibimos estos mandamientos en el Monte Sinaí, pero te aseguramos que te ayudarán a crecer como artista si aplicas tan siquiera un par de ellos.
Imagen de archivo.

Según cuenta la Sagrada Biblia, Dios escribió diez mandatos éticos y de adoración en dos tablas de piedra, las cuales pasó a Moisés en el llamado Monte Sinaí. Para muchos seguidores de la música electrónica, estos mandamientos labrados en roca han pasado a convertirse en discos de culto de nombres como Jeff Mills y Aphex Twin, o simplemente en evangelios de grandes predicadores como Robert Hood.

A continuación los dejamos con diez mandamiento sagrados que no recibimos en el Monte Sinaí, pero de los cuales te aseguramos que te ayudarán a crecer como artista si aplicas tan siquiera un par de ellos.

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I

Cree en un maestro —Kraftwerk, Jeff Mills, Aphex Twin, James Holden, Plastikman, Robert Hood— como en Dios mismo.

II

Cree que este arte es una ascensión a la perfección del sonido y el concepto mismo. No sueñes en domarla con premura. Apresurarse a sacar música por el vil hecho de figurar, cuando el estilo y concepto diferenciador aún están ausentes, no es más que encaminarse al fracaso, a nacer muerto.

III

Resiste cuanto puedas a la completa imitación, pero sí ten referentes de varios frentes musicales o géneros desde una perspectiva holística que te nutran culturalmente, convergiendo así en tu propio estilo.

IV

Ten fe ciega en que la herramienta no hace al maestro, pero ojalá que tu estudio sea una impecable mezcla entre lo análogo y digital. Así pues, domando tus máquinas, harás música que llene los vacíos del alma.

V

No empieces a producir sin saber desde los primeros segundos a dónde vas. Si bien el track puede tomar un rumbo totalmente distinto en su construcción, en un tema bien logrado el estilismo en la composición del primer minuto tiene casi la misma importancia que los "breakdowns" o el track completo.

VI

No satures tus producciones, deja que un experto o ingeniero masterice y haga sonar no duro, sino cálidamente tus discos. El volumen es un negocio, las dinámicas son un arte.

VII

No sobre cargues el tema sin necesidad. Inútiles serán cuantos "White noises" o efectos bizarros adhieras si el track en esencia es débil y genérico, carente de alma. Si hallas el estilo y equilibrio perfecto entre ecualización y armonía, así y solo así, tendrás un color incomparable. Pero hay que hallarlo.

VIII

No tomes samples de bancos de sonidos. Es innegable que los tracks que más venden están llenos de estas genéricas partes, pero son temas que no transmiten historias, y si pasan al recuerdo, no será nada más que por su ordinariez.

IX

No produzcas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Vuelve a los tracks días después con oídos descansados para encontrar anomalías que antes pasaste por alto; de esta manera, perfeccionarás el arte a la mitad del camino.

X

No pienses en tus amigos o público al producir, ni en la impresión que hará tu historia hecha canción. Produce como si tu tema no tuviera interés más que el mero hecho del regocijo y baile mental que debe ser la realización del mismo, sino entonces ¿qué sentido tiene todo esto?