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'¿Quieres una ración de mimitos? Me pones tontita': hablemos del ASMR romántico

"No sé, me llamó mucho la atención cómo vistes, ya sabes que me gusta mucho la moda y me llamó mucho la atención".
ASMR NIA

Los seres humanos somos de lo más interesante. Hemos inventado el Tik Tok, 4chan, los pelapatatas y las cubiteras con forma de polla para las despedidas de soltera, las teorías de la conspiración, el k-pop, la socialdemocracia, la moral y otras muchas cosas que, de explicárselas a un extraterrestre, se quedaría bastante loco.

Por inventar, hemos inventado hasta los vídeos ASMR, piezas auditivas que hacen que se active nuestra respuesta sensorial meridiana autónoma, un fenómeno biológico que, al parecer, provoca placer cuando escuchamos sonidos que satisfacen a nuestro cerebro. Sí, esos vídeos cortos de peña cortando jabón en cuadraditos muy pequeños o comiendo pepinillos frente a un micrófono que cuesta una pasta que te salen a veces en el explora de Instagram.

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Y claro, como nos suele pasar a los humanos, la movida se nos ha ido de madre. Como la bomba atómica, las redes sociales o el nail art. Prueba de ello es "ASMR con mi chico en la cama", un vídeo que se ha hecho viral este fin de semana en el que una individua —una individua muy guapa, por cierto— habla bajito a cámara tumbada en su cama y dice cosas como: "¿Quieres una ración de mimitos?".

La chica en cuestión, cuyo canal se llama ASMR NIA, escenifica una conversación de pareja en la que el interlocutor somos nosotros, los potenciales consumidores de la pieza. Una conversación que bien podría ser la de "La parejita", un vídeo que los Pantomima Full deberían ponerse a hacer ya. Y es que la tía no se limita a preguntarnos qué tal nos ha ido el día y a ofrecernos su amor y comprensión incondicional, a decirnos que ella siempre estará ahí para escucharnos con silencios para que respondamos y ronroneos eroticofestivos incluidos, sino que nos cuenta qué le llama la atención de nosotros y cómo nos conocimos.

Fue, por lo visto, por redes sociales. Le encantó cómo le entramos y le fliparon nuestros ojazos, su brillo especial, que la hacen "ponerse tontita". También le gustó nuestro estilo, nuestro rollo, que por el subtexto del vídeo vendría a ser algo así como zapatillas Superga, pantalones chinos del Zara, de Dockers si es finde y hay que irse de cañitas a La Latina, camisa arremangada, gafas de espejo y, eventualmente, fachaleco.

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Mirándonos fijamente con unos ojos que hipnotizan pero tienen algo extraño —un brillito blanco un poco cyborg, yo que sé—, ASRM NIA nos dice, y transcribo palabra por palabra porque merece la pena: "no sé, me llamó mucho la atención cómo vistes, ya sabes que me gusta mucho la moda y me llamó mucho la atención. Sí, sí, sí. Además, cambiar de estilos: un día más pues vestir de cuadros, camisa de cuadros, otro día pues más femenina, ya sabes, cambio mucho. Y verte así también vestir tan variado, me ha llamado mucho la atención".

Así hasta los 13 minutos 41 segundos. Y el vídeo, el vídeo no se ha viralizado por ASMR NIA, que de manera altruista nos ha regalado los oídos durante casi un cuarto de hora. El vídeo se ha viralizado por nosotros, porque estamos muy solos y faltos de cariño, colegas. La vergüenza ajena que muchos sentimos al escuchar a esta bella mujer susurrándonos no es tal, es vergüenza propia.


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Porque sí, ella invirtió un ratazo en maquillarse, en colocarse estratégicamente en la cama, en conectar su cámara y su micro y en ponerse a hablarle a una máquina, como Joaquín Phoenix en Her. Pero nosotros lo invertimos en verla a ella maquillada y colocada estratégicamente en su cama hablándole a una máquina, sintiéndonos superiores porque nosotros, joder, nosotros hacemos cosas de provecho, nosotros no perdemos el tiempo en gilipolleces y no estamos tan sumamente jodidos y vacíos por dentro como para creernos lo que alguien nos dice a través de una pantalla.

Pero abrimos los DM de Instagram y vemos que nos ha respondido a una historia el pavo al que, aunque rozamos la treintena, llamamos crush. Luego tecleamos "Pornhub" en la barra de búsqueda y nos pasamos 10 minutos buscando un vídeo en el que no se note demasiado la desidia de los actores. Después, con los dedos aún húmedos, copiamos el link de ASMR NIA y se lo mandamos al tío al que llamamos crush aunque el mes que viene cumplamos 30 y le ponemos "mira qué cringe de pava, tú", porque decirle que queremos un hijo y un perro y una Thermomix y una hipoteca con él en vez de un intercambio constante de memes del Chad y el Virgin y un hacer como que nos gusta pero no hay peligro inminente de enamoramiento sería too much.

Porque sí, también decimos "too much" y "LOL" y "de chill" en alto aunque haga más de tres años que no entramos en la tarifa joven del abono de transportes. Y por eso, amigos, por eso la vergüenza por el vídeo de esta muchacha diciéndonos en bajito que la ponemos tontita y ofreciéndonos una ración de mimitos no es ajena sino propia: si existe es porque existimos.

Sigue a Ana Iris Simón en @anairissimon.

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