Le Pen, la candidata de la ultraderecha francesa es castigada por fraude

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Marine Le Pen, diputada del Parlamento Europeo y candidata a la presidencia de Francia, fue acusada por la Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude (OLAF, por sus siglas en inglés), por haber utilizar dinero del Parlamento para pagar a dos asistentes de su partido, el Frente Nacional, por el cual contenderá en las próximas elecciones presidenciales de abril.

El reglamento del Parlamento señala que todas las asignaciones económicas que reciben los diputados deben de ser destinadas a sus actividades dentro de la institución y no a las fuerzas políticas a las que pertenecen en sus países.

Desde octubre pasado las acusaciones pesaban sobre Le Pen, pero hasta hoy, el Parlamento ha informado que le serán embargados la mitad de los 8.484 euros que gana al mes, hasta que se cubra la mayoría de los más de 340.000 euros gastados indebidamente por la candidata ultraderechista.

Según las investigaciones de la OLAF, la candidata pagó 298.000 euros a Catherine Griset, integrante del Frente Nacional y poco más de 41.000 a su guardaespaldas Thierry Légier.

Le Pen tenía un plazo que venció ayer para devolver el dinero que había pagado a Griset y a Légier, pero no lo hizo. La candidata dijo que no pagaría el dinero y aseguró que las acusaciones en su contra eran una decisión política. "Me voy a enfrentar y estoy convencida de que ganaré contra el Parlamento Europeo. Estamos siendo juzgados por gente que son nuestros adversarios políticos", aseguró Le Pen, de acuerdo con Reuters.

Además de la mitad de su sueldo, Le Pen dejará de percibir la asignación económica que recibía por el concepto de gastos generales.

Asimismo, el día de hoy Wikileaks publicó más de 1.000 documentos sobre Le Pen. Julian Assange, líder de la organización internacional mencionó en su cuenta de Twitter: "De nuestros archivos: 1.138 documentos sobre la candidata presidencial Marine Le Pen".

Varias encuestas colocan a Le Pen, candidata del partido de ultraderecha, en el top de las preferencias electorales de los franceses, junto con Francois Fillon, un candidato conservador contra el que también se ha desatado la polémica por la contratación irregular de su esposa en la Asamblea Nacional francesa.

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