Religión y homosexualidad: una tensa relación en el sur y sureste de México

El 95,1 por ciento de los mexicanos dice pertenecer a una religión y la visión del mundo que eso conlleva ha influido en que la comunidad LGBTTIQ no tenga aún derechos plenos e igualitarios en el país.

Así lo asegura un informe realizado por la Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM) que resalta que los que mejores aliados de la comunidad homosexual en México son las personas que se consideran sin religión, mientras que los evangélicos son los que están más en contra de ellas y ellos.

En cuanto a personas religiosas, el 71,7 por ciento se opone a la adopción homoparental y sólo tres de cada diez apoya el matrimonio igualitario.

Aunque la discriminación es generalizada en el país, la situación es particularmente grave en la región del Pacífico sur y sureste mexicano, que comprende a Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, asegura la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas dada a conocer esta semana.

Por el otro lado, donde hay más aceptación para que las comunidad LGBTTIQ tenga los mismos derechos que los heterosexuales es en los estados de la zona centro, es decir, la Ciudad de México, Puebla Tlaxcala, Hidalgo, Morelos y el Estado de México con el 33, 3 por ciento a favor.

En los estados de la región del norte y noreste son los que tienen una mayor aceptación a la adopción homoparental con el 28,8 por ciento del total. Las entidades que conforman esta zona son Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa.

En cuanto a las prinicipales religiones en el país, los católicos siguen siendo la mayoría con el 82,7 por ciento, seguidos por los evangélicos con el 5 por ciento y, en el tercer puesto, los que se denominan sin religión con el 4,7 por ciento de la población total.

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