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(Foto por Daniel Patlán)

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Música

Ruidosa nos recordó que seguimos yendo a festivales poco igualitarios

La plataforma feminista lanzó su análisis anual de presencia de actos con mujeres en festivales de Latinoamérica en 2018.

En 2016, Ruidosa, la plataforma feminista encabezada por Francisca Valenzuela que explora y busca crear un equilibrio de género en la industria musical latinoamericana, liberó un análisis sobre la participación de hombres y mujeres en los festivales más importantes de la región. Desde luego, los resultados le dieron forma a una conclusión que ya era en cierto sentido notoria, aunque nadie se había encargado de llevarla de manera tan clara a una discusión pública: hay una falta sustancial de actos femeninos en escenarios de América Latina.

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Para la primera mitad de 2017, el ejercicio se repitió sin cambiar mucho el desenlace, y para actualizar el análisis a un periodo más cercano, Ruidosa publicó ayer los resultados de la investigación que ahora abarca también el lapso de eventos llevados a cabo entre julio de 2017 y julio de 2018.

66 festivales ––25 en 2016, 25 en 2017, y 16 en la primera mitad de 2018–– de México, Argentina, Colombia y Chile son los que forman parte del análisis que cubre los últimos tres años de la escena festivalera latinoamericana, donde destacan Lollapalooza, Estéreo Picnic, Corona Capital, Rock al Parque, Vive Latino y Ruido Fest, realizado en Chicago con una parrilla exclusivamente latina.

Empezando por el porcentaje de representación femenina, parece que las cosas mejoraron en 2018 pero por un margen muy reducido. En 2016, un 76.9% de la totalidad de actos presentes en festivales latinoamericanos no contaban con ninguna mujer en su alineación, subiendo la cifra a 78.3% en 2017, y reduciéndose de nuevo en 2018 al 76.1%. Es decir que, durante los últimos tres años, solo 3 de cada 10 proyectos que suben a un escenario son de mujeres solistas o mixtos, es decir, que incluyen al menos un miembro femenino en su formación.

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Gráfico por Francisca Alcalde, Ruidosa

Al desglosar los porcentajes por país, tres de los cuatro países analizados ––Chile, México y Colombia–– se mantienen en un estándar muy cercano al promedio anterior, mientras que Argentina muestra un porcentaje más alarmante, pues su proporción de representación femenina es menor al 20% en 2018.

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Gráfico por Francisca Alcalde, Ruidosa

Y bueno, al abordar ya asuntos más puntuales, se pueden señalar a los festivales con mayor y menor presencia femenina. En la primera mitad de 2018, Cosquín Rock de Argentina (2.2% de actos con mujeres), Rock al Parque de Colombia (3.6%), y Pa’l Norte de México (5.8%), presentaron las tasas más bajas, mientras que Ceremonia de México (29%), Cumbre del Rock de Chile (23.8%), y Nrmal de México (22.7%) fueron los que tuvieron un porcentaje más elevado.

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Gráfico por Francisca Alcalde, Ruidosa

En los tres años analizados, ningunos de los 66 festivales analizados logró alcanzar un 50/50 de paridad entre actos de ambos sexos, lo cual hace que la discusión pueda dirigirse hacia muchos lugares y opiniones, y aunque los números han tendido a mejorar levemente con el paso del tiempo, es un hecho que aún queda una brecha muy amplia por caminar.

Esfuerzos como el FemFest, La Matria o el Ruidosa Fest, son pastelazos de realidad en nuestra cara, porque nos avientan lineups apetecibles conformados únicamente por mujeres que no hacen más que demostrarnos que no se trata necesariamente de un tema de calidad.

Y sí, la obviedad nos lleva a pensar que la amplia ––y quizás sobresaturada–– oferta de actos masculinos hace que los carteles no puedan ser naturalmente equilibrados pero, venga, ¿no podemos estar ni cerquita del 50%, ni siquiera incluyendo actos mixtos? No voy a hacer ninguna conjetura –aunque la respuesta pueda estar implícita–, en primera instancia porque no soy mujer y no puedo hablar desde un punto de vista que no me pertenece, y en segunda, porque creo que se trata de un asunto que nos termina embarrando a todos los que formamos esa cosa que se llama “industria” en Latinoamérica, desde consumidores y artistas, hasta medios, curadores, organizadores, productoras y disqueras.

Eso no quiere decir, sin embargo, que no tengamos nada que hacer con las conclusiones que cada uno de nosotros recabe del asunto. No se trata de forzar nada, solo de ampliar nuestra apertura uno o dos grados más. Lo vas a terminar agradeciendo, bb.

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