Una de las cosas importantes para tener éxito al cambiar de país, es dejar tus costumbres y lo que conocías atrás para amoldarte a tu nuevo hogar. Un país nuevo significa adaptarte a comida distinta, acentos extraños y nueva cultura.Me mudé de Venezuela a la Ciudad de México hace casi ocho meses, y aunque el cambio de costumbres no fue tan difícil de aceptar, sí hay algunas cosas que aún no termino de entender o quizás seguiré en negación por el resto de mi vida. La hora del almuerzo, en México a veces termina siendo más una merienda que el almuerzo mismo. Estuve 26 años de mi vida acostumbrado a comer entre las 12:30 y la 1:00 PM ya que si no, mi mal humor se apoderaba de mi cuerpo, pero acá están acostumbrados a almorzar luego de las 2:30 PM, incluso conozco personas que comen a las 4:00 PM.
Publicidad
Pero lo que más me molesta en esta ciudad, es que no hay papeleras o botes de basura en ningún lugar. Sí, sé que pasa un camión de basura, pero a veces no le da la gana de pasar o ese día el conductor se levantó frustrado con la vida y decidió hacer la mía un poco más difícil y no pasó por mi casa. Esto se podría arreglar si cada 500 metros hubiera una papelera y listo. ¿Por qué diablos no la hay? Es una ciudad gigante y obviamente se necesita. He hablado de esto con amigos mexicanos, y ninguno me sabe decir alguna respuesta convincente. Me ha tocado varias veces caminar casi un kilómetro con bolsas de basura, ya que no encuentro un lugar donde botarlas.Tal vez no sólo es cosa mía, así que le preguntamos a algunos extranjeros qué es lo que menos les gusta de vivir en la CDMX.
VIEJOS VERDES, EL TRANSPORTE PÚBLICO EN HORA PICO, OLORES DE LAS CALLES Y VENDEDORES AMBULANTES
Publicidad
Por último, cuando te preguntan un millón de veces en las calles si quieres comprar algo incluso cuando ya les dijiste de manera educada en reiteradas ocasiones que no quieres nada.—Zaayan Jappie, 33 años, Sudáfrica. Siete meses viviendo en el DF.
OLOR A AGUAS NEGRAS, TAXIS CALLEJEROS, MIRONES EN EL METRO Y PROPINAS A MESEROS
Publicidad
Por último, odios los taxis de la calle, los blancos con rosado. Siento que son unos tipos con rabia que no les importa nada. A mí casi me atropella uno.—Andrea Rodríguez, 23 años, Venezuela. Dos meses viviendo en el DF.
EL TRÁFICO, LA BASURA Y EL RUIDO DE LOS CAMOTES
CONTAMINACIÓN, FORMA DE CONDUCIR Y POCA SEÑALIZACIÓN EN LAS CALLES
Publicidad
—Juan Villamizar, 25 años, Colombia. Dos años viviendo en el DF.Después de vivir 10 años en México, hay cosas a las que aún no logro acostumbrarme.Lo primero es que a los mexicanos les cuesta decir "no". Les puedes invitar a una fiesta y aunque sepan que no podrán ir por equis razón, prefieren decirte que sí van. Y si el día de la fiesta les preguntas en dónde están (porque pues ya es obvio que van a llegar tarde), prefieren decirte que están en camino o en el tráfico que confesar que no piensan ir. Sería mucho más sencillo ser honestos desde el inicio aunque entiendo que lo hacen por un tema de educación.
También por este mismo tema de educación, siento que los mexicanos no son directos. A mí esto me complica la vida, porque cuando soy directa lo toman como una grosería. Yo lo veo más como una comunicación eficiente que, sobre todo en el trabajo, ayuda a no tener confusiones.Luego el uso de la palabra "ahorita" aún me causa conflicto. Puede significar "en este momento", "en una hora", "mañana", "en una semana" o "nunca". Y lo usan muy seguido.
En los restaurantes me choca que los meseros te retiran tus platos cuando apenas te comiste el último bocado. Para mí, eso es una falta de respeto y una grosería. Siempre siento que están tratando de que dejes la mesa lo ante posible para que pueda llegar un nuevo cliente.Por último, hasta la fecha se me hace muy raro eso de las etapas del ligue mexicano: salir, andar y ser novios. Es muy confuso todo eso. Y que la mujer tiene que esperar a que el otro le haga la pregunta de "¿quieres ser mi novia?" . La primera vez que me pasó me reí mucho porque no me lo esperaba y se me hace una pregunta que podría hacerle un niño de primaria a su crush.—Isa Rau, Francia, 34 años. Diez años viviendo en el DF.Puedes seguir a Diego en Instagram.