El lado más oscuro y desgenerado de Kevin Johansen

Kevin Johansen es una miscelanea. Eso se refleja en cada una de sus coloridas melodías que son imposibles de clasificar como una sola cosa. Basta con hablar unos minutos con este músico nacido en Alaska y nacionalizado argentino, para entender que ese abanico de colores, ritmos y formas que compone su obra, es un extrapolación de su personalidad inquieta. "Me considero un alumno eterno", dice a través del teléfono con su calmada y amable voz.

Kevin Johansen es un tipo que constantemente está riendo y cada respuesta que da viene acompañada de una mano de datos extras. Nombres, fechas, lugares, el hombre parece una enciclopedia. Definitivamente, la simpleza no es una palabra que defina correctamente a este trovador que el viernes 2 de junio se presentará con su orquesta The Nada en el teatro Jorge Eliécer Gaitán, junto a la cantante costarricense Debi Nova.

Al ser una persona con un abanico de colores tan amplio, es más que lógico pensar que entre tantos matices hay uno que otro oscuro y por eso decido explorar un poco ese lado menos luminoso de Johansen. Para empezar hay que recordar que su carrera comenzó en un lugar muy oscuro. Un antro para ser más precisos. Pero no cualquier antro, no señoras y señores, el roto donde Kevin Johansen grabó su primer se demo se llamaba CBGB y estaba administrado por un tal Hilly Kristal, a quién se refiere como un padre.

Kevin ríe cuando le pregunto por sus inicios en el bar más emblemático del punk y por su lado oscuro. "Uno puede decir que hay gente que hace un rock aparentemente muy oscuro pero en el fondo es muy dulce. Un poco como el perro que ladra y no muerde. Y hay gente que hace música por así decirlo, un poco más entradora o "amable", que tiene un lado oscuro predecible. Por suerte, la mayoría somos de colores intermedios. No te olvides que los Beatles hacían una música luminosa y a John Lennon se le fueron los padres cuando era muy niño, así que a veces uno compensa", dice antes de contarme la historia de cómo llegó a CBGB.

"Es como de película", dice Johansen quien confiesa que cuando llegó al bar no sabía nada de este ni de su dueño. Era enero del 91 y el invierno helaba Nueva York. Un pequeño demo con que andaba llegó a las manos de Kristal y lo invitó a tocar una noche. Él fue con tres amigos que le hicieron el aguante y después se puso a conversar con el viejo Hilly. Ahí se enteró de dónde estaba y comenzó una amistad con el dueño de ese emblemático chuzo.

En el estudio de cinta de CBGB, Johansen grabó su primer demo y empezó su carrera. Por eso es inevitable preguntarle si le gusta el punk.

Ríe de nuevo.

"Me gusta, hay cosas increíbles como The Clash o The Police. En Argentina me gusta Sumo. Así que te diría que tengo un lado punk. Pero no es como decían los Sumo, un fuck you fuerte, lo mío es un fuck you sutil. Pero es un fuck you en definitiva. Se ve en videos como por ejemplo 'Daisey' que fue protagonizado por una actriz travesti llamada Mariana Aria", cuenta.

Le pregunto si no ha pensado hacer temas distorsionados.

Ríe otra vez.

"Los tengo" responde. " Pero el tema del punk y sobre todo del metal siempre me pareció para quinceañeros y rebeldes sin causa. Es una rebeldía un poco ficticia. Pero hay cosas del metal que me gustan mucho. Yo escucho de todo. Por suerte hay tanta variedad de géneros como gente en el mundo".

Me llama la atención esta pequeña confesión y decido preguntarle qué otras cosas oscuras disfruta. Hace una pausa para pensar, y dice que en la literatura Henrry Miller y Edgar Allan Poe. En la música The Cure, sobre todo porque juegan mucho con los acordes mayores y al la vez son muy oscuros, algo que él define como: "una alegría melancólica".

Dejamos de lado la oscuridad y le preguntó sobre por qué se define como un desgenerado. La respuesta es simple: una vez unos periodistas españoles lo estaban presionando para que se definiera. Cansado de la insistencia, simplemente dijo que era un desgenerado. Entonces decido llevarlo por otro lado y le preguntó por qué hay que destruir el género.

"El desgenere tiene que ver con el gusto de aprender", responde. "Nada se pierde todo se deforma. Los que buscaban la pureza ya sabemos quienes eran, vivían en Alemania en los 30. La música no pide visa ni pasaporte", agrega.

Finalmente termina nuestra conversación diciendo: "La música traspasa todo tipo de fronteras y gustos. Te puedes sorprender".

Grande Kevin.

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Toda la info de concierto de Kevin Johansen la encuentran por aquí.